Amnestía Internacional: Los ataques sistemáticos de Israel contra viviendas en Gaza deben investigarse como crímenes de guerra

. DERECHOS HUMANOS .

Un artículo de Amnestía Internacional

Las fuerzas israelíes han mostrado un escandaloso desprecio por la vida de la población civil palestina llevando a cabo una serie de ataques aéreos contra edificios residenciales, en algunos casos matando a familias enteras —incluidos menores—, y causando destrucción injustificada de bienes civiles en ataques que podrían constituir crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad; así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy [17 mayo].


Lamya al Atar y sus tres hijos murieron en un ataque aéreo israelí en su domicilio de Gaza el 14 de mayo. © Particular

La organización ha documentado cuatro mortíferos ataques de Israel lanzados sin previo aviso contra viviendas palestinas y pide a la Corte Penal Internacional que los investigue con urgencia. Sigue en aumento el número de víctimas mortales en Gaza, con al menos 198 personas palestinas muertas, entre ellas 58 menores, y hay más de 1.220 personas heridas. En Israel, los ataques palestinos han causado la muerte a 10 personas —entre ellas 2 menores— y lesiones a al menos 27.

“Los ataques aéreos de Israel contra edificios residenciales y viviendas familiares en Gaza evidencian un patrón terrorífico; en varios casos, familias enteras han quedado sepultadas bajo los escombros al derrumbarse los edificios donde vivían. En los casos documentados infra no se avisó a la población civil residente para que pudiera escapar.Según el derecho internacional humanitario, todas las partes deben distinguir entre objetivos militares y bienes de carácter civil, y lanzar ataques únicamente contra los primeros. Al llevar a cabo los ataques han de tomarse todas las precauciones posibles para minimizar los daños a civiles”, ha manifestado Saleh Higazi, director adjunto de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.

“Aunque las fuerzas armadas israelíes no han dado ninguna explicación sobre cuáles eran los objetivos militares de estos ataques, cuesta entender que bombardear sin previo aviso edificios residenciales llenos de familias civiles pueda considerarse un ataque proporcionado con arreglo al derecho internacional humanitario. Es imposible no prever un gran número de víctimas civiles cuando se usan grandes armas explosivas —como bombas lanzadas desde aeronaves con una onda expansiva de muchos cientos de metros— en zonas pobladas.

“Al llevar a cabo estos ataques indisimulados y letales contra viviendas familiares sin previo aviso, Israel ha demostrado su desprecio absoluto por la vida de la población civil palestina, que ya sufre el castigo colectivo del bloqueo ilegal mantenido por Israel sobre Gaza desde 2007.”

El ejército israelí asegura que sólo ataca objetivos militares y ha justificado los ataques aéreos contra edificios residenciales con ese argumento. Sin embargo, residentes de esos edificios dijeron a Amnistía Internacional que no había combatientes ni objetivos militares en las inmediaciones cuando se llevaron a cabo los ataques documentados.

“Los ataques deliberados contra la población civil y contra infraestructuras y bienes de carácter civil son crímenes de guerra, ya que son ataques desproporcionados. La Corte Penal Internacional tiene abierta una investigación sobre la situación en Palestina y debería investigar con urgencia estos ataques como posibles crímenes de guerra. Además, los Estados deberían considerar la posibilidad de ejercer la jurisdicción universal sobre quienes han cometido crímenes de guerra. La impunidad sólo sirve para exacerbar el cuadro sistemático de ataques ilegítimos y derramamiento de sangre civil que hemos documentado repetidamente en anteriores ofensivas militares israelíes contra Gaza”, ha dicho Saleh Higazi.

Se han destruido al menos 152 bienes residenciales en Gaza desde el 11 de mayo, según el Centro Al Mezan para los Derechos Humanos, organización de derechos humanos radicada allí. De acuerdo con los datos sobre Gaza publicados por el Ministerio de Obras Públicas y Vivienda palestino, los ataques israelíes han destruido 94 edificios —que albergaban 461 unidades habitacionales y comerciales— y 285 unidades habitacionales han quedado inhabitables tras sufrir graves daños.

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Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más de 2.500 personas se han quedado sin hogar debido a la destrucción de sus viviendas, y más de 38.000 se han visto internamente desplazadas y han buscado refugio en las 48 escuelas de la Agencia de la ONU para la Población Refugiada Palestina (UNRWA) repartidas por toda Gaza.

El lanzamiento indiscriminado de cohetes por grupos armados palestinos contra zonas civiles de Israel también ha matado y herido a civiles y ha causado daños en viviendas y otros bienes civiles. Los cohetes disparados desde Gaza hacia Israel son poco precisos y su uso vulnera el derecho internacional humanitario, que prohíbe el uso de armas que sean por naturaleza de efecto indiscriminado. Estos ataques también deberían ser investigados por la Corte Penal Internacional como crímenes de guerra.

Amnistía Internacional ya ha publicado información que demuestra que las fuerzas armadas israelíes adoptaron una política deliberada de ataques contra viviendas familiares durante el conflicto de 2014.

Ataques aniquiladores contra viviendas familiares

En uno de los bombardeos más intensos desde que estallaron los últimos combates, realizado entre la una y las dos de la madrugada del 16 de mayo, Israel lanzó una serie de ataques aéreos contra edificios residenciales y calles de la ciudad de Gaza. Los ataques destruyeron por completo dos edificios residenciales pertenecientes a las familias Abu al Ouf y Al Kolaq, causando la muerte de 30 personas, 11 de ellas menores.

La sede del Ministerio de Trabajo en Gaza también fue destruida en los ataques, y la avenida Al Wehda, una de las vías principales que conduce al primer hospital de Gaza, el hospital Al Shifa, quedó bloqueada.

Las familias que residían en el edificio de Al Ouf, de cuatro plantas y que incluía apartamentos y tiendas, no fueron avisadas con antelación y quedaron sepultadas bajo los escombros.

Yousef Yassin, médico del hospital Al Shifa, fue de los primeros en llegar al edificio de Al Ouf tras los ataques y ayudar a la Media Luna Roja a sacar víctimas de ente las ruinas. Habló de una “gran destrucción” para describir la escena a Amnistía Internacional.

“Ayudé a sacar cuatro cadáveres, pero había muchos más. Fue muy duro. No hubo aviso, la gente estaba tranquilamente en sus casas, y ésta es una zona muy animada y bulliciosa”, explicó.

Poco antes de la medianoche del 14 de mayo, ataques aéreos israelíes alcanzaron la residencia de tres plantas de la familia Al Atar en Beit Lahia, matando a Lamya Hassan Mohammed al Atar, de 28 años, y a sus tres hijos: Islam, de siete años, Amira, de seis, y Mohammed, de ocho meses.

El padre de Lamya, Hassan al Atar, que es agente de protección civil, contó a Amnistía Internacional que había acudido al lugar con una ambulancia y un equipo de salvamento al enterarse del ataque por la llamada de un familiar. “Me contó que habían bombardeado nuestra casa y que estaba atrapado bajo los escombros con su esposa e hijos”, dijo.

“Cuando llegué a la casa, que tenía tres plantas y en ella vivían 20 personas, intenté buscar a la gente, pero no pude. Entonces llegó el equipo de salvamento para ayudar, y al fin encontramos a mi hermana con sus tres hijos, uno de ellos un bebé; estaban debajo de uno de los pilares de hormigón de la casa, todos muertos. Los demás residentes habían logrado escapar por un hueco tras el bombardeo y habían ido al hospital. Me quedé anonadado”, dijo.

Nader Mahmoud Mohammed al Thom, del barrio de Al Salatin, en Beit Lahia, describió cómo su vivienda, que compartía con otras ocho personas, fue atacada sin previo aviso poco antes de la medianoche del 15 de mayo.

“No hubo misil de aviso, ni llamada de alerta: la casa fue bombardeada y nosotros estábamos dentro. Gracias a Dios, un equipo de protección civil estaba cerca por pura casualidad y nos rescató de debajo de los escombros. Gracias a Dios nadie murió. Sufrimos lesiones, pero no graves; cuando salimos vi un incendio en la puerta de la casa, luego la ambulancia nos llevó al hospital. Creo que fue entonces cuando perdí el conocimiento. Gracias a Dios no hubo heridos graves, pero nos quedamos sin casa. Ahora estamos en la calle, no sabemos a dónde ir ni qué hacer.”

Su familia se dirigió hacia una escuela de la Agencia de la ONU para la Población Refugiada Palestina (UNRWA) en busca de refugio, pero al llegar se la encontraron cerrada y tuvieron que dormir a la intemperie en el patio. Su casa quedó completamente destruida, lo que incluía su ropa, dinero, documentación y todas sus pertenencias.

Además de viviendas, los ataques israelíes han dañado infraestructuras de suministro de agua y electricidad y centros médicos, y han interrumpido el funcionamiento de la planta desalinizadora del norte de Gaza, que abastece de agua a más de 250.000 personas.
 

Israel/TPO: Terminen con la brutal represión de la población palestina que protesta por los desplazamientos forzosos en el Jerusalén Oriental ocupado

. DERECHOS HUMANOS .

Un artículo de Amnestía Internacional

Las fuerzas de seguridad israelíes han usado fuerza excesiva, injustificada y reiterada contra la población palestina que se manifestaba en el Jerusalén Oriental ocupado tras cuatro días de violencia en los que 840 palestinos resultaron heridos; así lo ha afirmado hoy Amnistía Internacional. Al menos 21 agentes de policía israelíes y siete civiles israelíes también resultaron heridos, según la policía israelí.

La organización pide a las autoridades israelíes que suspendan de inmediato los desalojos forzosos en el barrio de Sheikh Jarrah y terminen con el desplazamiento forzoso en curso de la población palestina de Jerusalén Oriental.

En la última escalada de violencia, grupos armados palestinos han disparado cohetes y misiles contra Israel, hiriendo al menos a una persona israelí, y se han recibido informes sobre varias personas en Gaza muertas en ataques de represalia israelíes. Amnistía Internacional pide a todas las partes que respeten el derecho internacional humanitario y tomen todas las precauciones posibles para evitar causar daño a la población civil.

“Las pruebas reunidas por Amnistía Internacional reflejan un escalofriante patrón de uso abusivo e innecesario de la fuerza por las fuerzas israelíes contra manifestantes palestinos mayoritariamente pacíficos en los últimos días. Entre las personas que han resultado heridas en los episodios de violencia en Jerusalén Oriental hay transeúntes y también musulmanes que estaban en medio de sus oraciones de Ramadán”, ha señalado Saleh Higazi, director adjunto de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.

“La violencia más reciente pone crudamente de relieve una campaña sostenida de Israel para expandir los asentamientos ilegales israelíes y aumentar la frecuencia de los desalojos forzosos de población palestina, como la de Sheikh Jarrah, para dejar sitio a dichos asentamientos. Estos desalojos forzosos forman parte de una práctica continuada en Sheikh Jarrah, son una violación flagrante del derecho internacional y podrían constituir crímenes de guerra.”

Declaraciones de testigos presenciales, así como fotografías y vídeos realizados por personal investigador sobre el terreno de Amnistía Internacional en Jerusalén Oriental, demuestran que las fuerzas israelíes han recurrido repetidamente al uso desproporcionado e ilegítimo de la fuerza para dispersar a manifestantes en violentas incursiones en la mezquita de Al Aqsa, y que llevaron a cabo ataques contra manifestantes pacíficos sin mediar provocación en Sheikh Jarrah.

Desde que empezó el Ramadán el 13 de abril, las tensiones han ido aumentando a un ritmo constante, con protestas de la población palestina por las restricciones israelíes que limitan su acceso a la Puerta de Damasco, entrada principal a la Ciudad Vieja de Jerusalén. El 26 de abril, las autoridades israelíes levantaron las restricciones ante las continuas manifestaciones. Asimismo ha ido creciendo la indignación por los planes inminentes de desalojo forzoso de cuatro familias palestinas en Sheikh Jarrah para dejar sitio a los asentamientos israelíes.

Uso ilegítimo de la fuerza

La situación se tensó al máximo el 7 de mayo, fecha en que más de 170 personas palestinas resultaron heridas cuando las fuerzas israelíes irrumpieron en el complejo de la mezquita de Al Aqsa para dispersar tanto a fieles como a manifestantes, disparando proyectiles de impacto cinético de 40 milímetros y granadas paralizantes contra la multitud allí congregada para las oraciones del último viernes de Ramadán.

Un periodista palestino presente en el lugar describió a unas fuerzas israelíes enloquecidas disparando proyectiles y gas lacrimógeno. También dijo que habían asaltado la clínica de la mezquita y golpeado a manifestantes. Así se lo contó a Amnistía Internacional: “Llevo 10 años cubriendo noticias en Jerusalén […] y nunca había pasado tanto miedo. Todo el mundo era un objetivo; me gustaría decir que fueron disparos al azar, pero estaría mintiendo. Sabían exactamente a quién y a dónde dirigían sus balas y granadas. La mayoría de las víctimas fueron alcanzadas en la parte superior del cuerpo (rostro y tórax)”.

A él le dispararon en la espalda cuando sostenía la cámara en alto mientras trataba de salir de la zona.

Gente que se manifestaba en Al Aqsa respondió lanzando piedras y encendiendo fuegos mientras fuerzas israelíes a caballo y con equipo antidisturbios repelían los ataques con granadas paralizantes.

El 10 de mayo, más de 300 manifestantes palestinos resultaron heridos cuando las fuerzas israelíes irrumpieron en el complejo de Al Aqsa por segunda vez en unos días. Un portavoz de Media Luna Roja contó a Amnistía Internacional que, debido a la violencia, al menos 250 personas palestinas habían sido hospitalizadas, de las cuales 7 se encontraban en estado crítico.

Según un testigo presencial, las fuerzas israelíes rompieron ventanas de edificios y dispararon gas lacrimógeno y granadas aturdidoras al interior, causando dificultades para respirar a muchas de las personas que estaban dentro.

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Otra persona presente en el lugar dijo que las fuerzas israelíes habían empezado a disparar gas lacrimógeno desde los tejados antes de que llegaran más efectivos por la Puerta Mugrabí e irrumpieran en la Explanada de las Mezquitas. “Empujaron a la gente al interior de la mezquita de Al Aqsa y bloquearon las puertas con cadenas […] después rompieron una ventana y lanzaron gas lacrimógeno al interior sobre la gente, que estaba literalmente encerrada y apenas tenía espacio para respirar o recibir asistencia médica […] Además de eso, empezaron a disparar balas de goma contra los fieles en el interior”, contó.

Asimismo dijo haber visto a fuerzas israelíes golpeando a transeúntes e interceptando vehículos que estaban evacuando heridos para fotografiar a las víctimas antes de que se las llevaran. A él mismo le dispararon en el pecho cuando se disponía a ayudar a un médico herido en el lugar.

Sheikh Jarrah

La semana pasada, población palestina residente en el barrio de Sheikh Jarrah celebró manifestaciones nocturnas contra la amenaza inminente de desalojos forzosos. Amnistía Internacional ha documentado arrestos arbitrarios de manifestantes pacíficos, uso de fuerza excesiva y uso arbitrario de granadas sonoras y paralizantes así como de cañones de agua fétida contra manifestantes y viviendas en Sheikh Jarrah.

Cuatro familias palestinas del barrio se enfrentan a la amenaza inminente de desalojo forzoso después de que un tribunal de Jerusalén rechazara su recurso contra una orden de desalojo. Nahalat Shimon International, empresa de colonos, ha presentado demandas para apropiarse de las viviendas de decenas de familias en Sheikh Jarrah utilizando leyes intrínsecamente  discriminatorias, como la Ley de Cuestiones Jurídicas y Administrativas y la Ley de Propiedad de Ausentes de 1950, para que se confisquen tierras o bienes palestinos y se transfieran a grupos de colonos. El traslado forzoso de la población ocupada está prohibido por el derecho internacional humanitario y constituye un crimen de guerra con arreglo al Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.

Personal investigador de Amnistía Internacional presenció un ataque no provocado de las fuerzas israelíes contra un grupo de manifestantes pacíficos en Sheikh Jarrah el 9 de mayo. Las fuerzas israelíes llegaron poco antes del iftar (comida al anochecer durante el Ramadán). Tras la comida, decenas de manifestantes pacíficos formaron un círculo y empezaron a corear consignas contra los planes inminentes de desalojar a familias palestinas de sus hogares. Se manifestaban a una distancia de al menos 10 metros de las fuerzas israelíes, que estaban apostadas junto a una vivienda de colonos israelíes. Poco después, las fuerzas israelíes lanzaron un ataque coordinado para dispersar a la multitud de manifestantes palestinos. Fuerzas israelíes a caballo cargaron contra la gente. Un hombre que cojeaba dolorido contó que había sido pisoteado por los caballos de la policía cuando intentaba huir de la zona. Empujaron a residentes contra las paredes de sus casas y cinco hombres fueron detenidos arbitrariamente.

Las fuerzas israelíes comenzaron a dar empujones y golpes al grupo de personas, entre las que había un miembro del personal investigador de Amnistía que estaba observando la protesta. Sobre las 10 de la noche trajeron los cañones de agua fétida y las granadas sonoras y empezaron a disparar arbitrariamente contra manifestantes.

Osama Dweik fue detenido durante una manifestación nocturna en Sheikh Jarrah el 6 de mayo, cuando la policía israelí cargó de repente contra el grupo de manifestantes y acto seguido lo arrestó. En la comisaría vio a policías israelíes dando patadas y golpes con porras a cuatro palestinos detenidos durante los enfrentamientos en la Puerta de Damasco y las manifestaciones en Sheikh Jarrah. Otras siete personas fueron detenidas en Sheikh Jarrah esa noche.

Gil Hammerschlag, activista israelí que estaba protestando contra los desalojos forzosos de Sheikh Jarrah el 7 de mayo, recibió empujones y patadas de miembros de las fuerzas israelíes, que también lanzaron granadas sonoras contra manifestantes pacíficos desde menos de 10 metros de distancia.

El mismo día, un hombre palestino de mediana edad resultó gravemente contusionado en la pierna al ser alcanzado en el muslo por una granada paralizante que lanzaron las fuerzas israelíes. Un fotógrafo que también estaba en el lugar contó que las fuerzas israelíes, incluidos agentes de policía a caballo, cargaron contra una multitud de personas que estaban coreando consignas pacíficamente cuando una de ellas lanzó una botella de agua contra ellas.

“Personal investigador de Amnistía Internacional presenció conductas deplorables de las fuerzas de seguridad en Sheikh Jarrah, incluidos ataques no provocados en absoluto contra manifestantes pacíficos que reivindicaban derechos y pedían que se respetara el derecho internacional. En lugar de seguir violando los derechos humanos de la población de Sheikh Jarrah y de activistas que se solidarizan con su causa, las autoridades israelíes deberían descartar de inmediato los desalojos forzosos previstos”, ha afirmado Saleh Higazi.

Amnistía Internacional pide a la comunidad internacional que exija a Israel rendición de cuentas por sus violaciones sistemáticas del derecho internacional.

“No debe permitirse que Israel continúe atacando a una población palestina que simplemente defiende su derecho a existir y protesta por su desplazamiento forzoso. Limitarse a expresar preocupación ante el desprecio absoluto que muestra Israel por sus obligaciones en virtud del derecho internacional no es suficiente. Deben denunciarse de manera inequívoca y firme las flagrantes violaciones de derechos humanos, que incluyen los desplazamientos forzosos, la expansión de los asentamientos ilegales y la brutal represión de quienes protestan por estos graves abusos”, ha manifestado Saleh Higazi.

“Pedimos a los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que convoquen una sesión abierta con carácter inmediato, y que el coordinador especial para el proceso de paz en Oriente Medio informe a los Estados miembros.”

 Nabil el Kurd, uno de los residentes de Sheikh Jarrah amenazados con el desalojo, dijo a Amnistía Internacional:

“Sheikh Jarrah está enviando al mundo entero, incluidos el Congreso estadounidense, el Parlamento británico, el Parlamento francés, el Parlamento de la UE y la Corte Penal Internacional, el mensaje de que lo que nos está sucediendo es un crimen de guerra. Es más que un desalojo; es un crimen de guerra. No lo olviden. No sé por qué el mundo entero permite que Israel se salga con la suya después de ver lo que está ocurriendo. Ya es hora de que abandonen su indulgencia con Israel”.

Colombia : Medellín avanza en el propósito de desarrollar una cultura de paz

. DESAROLLO SUSTENTABLE .

Un artículo de Telemedellin

Medellín avanza en el propósito de desarrollar una cultura de paz en los barrios y en los territorios de la ciudad.

Desde la Secretaría de la No- Violencia, se adelantan estrategias para que en las comunidades, se aprenda a resolver conflictos de manera pacífica.


Video con la Secretaría de la No- Violencia

(El artículo continúa en el lado derecho de la página)

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Questions for this article:

What is happening in Colombia, Is peace possible?

(Artículo continúa de la parte izquierda de la página)

A pesar de ser la secretaría más joven de la Alcaldía de Medellín, esta dependencia, ha conseguido además, importantes logros en el acompañamiento a las víctimas del conflicto armado. La Secretaría de la No- Violencia de Medellín, lleva apenas 7 meses de ser creada.

Pero en ese corto tiempo, se han obtenido grandes logros, sobre todo en el trabajo de acompañamiento de las víctimas del conflicto armado.

A pesar de la pandemia, las acciones en los barrios y en los territorios, que buscan desarrollar la cultura de paz y de la no violencia, se siguen implementando a través de diferentes estrategias, como las escuelas de arte y paz.

Y como la cultura de paz, debe comenzar desde los más pequeños, con ellos también se han implementado programas desde la secretaría, como los reporteritos de paz.

Lo que sigue ahora, para la Secretaría de la No- Violencia, al recibir este año el informe de la Comisión de la Verdad, es adelantar con otras entidades, las medidas de reparación masiva de reparación simbólica y en medidas de satisfacción de las víctimas del conflicto.

México : Quintana Roo anuncia festival virtual de hip hop en maya

EDUCACIÓN PARA LA PAZ

Un artículo de La Jornada de Maya

A objeto de fomentar la cultura de la paz, el derecho a la cultura y revitalización de la lengua originaria a través de la profesionalización musical del hip hop en el estado de Quintana Roo, este 17 y 18 de abril se realizará el primer festival Barrio Maya en su modalidad virtual, en el que se realizarán conversatorios, talleres y conciertos.

“Serán talleres, conversatorios y conciertos con la comunidad de raperos mayas, habrá personalidades como Pat Boy y los embajadores de Barrio Maya”, explicó Guido Arcella, uno de los organizadores de este festival.

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Question for this article:

 

What place does music have in the peace movement?

El festival Barrio Maya inicia este sábado a las 10 horas con el conversatorio que dirigirá Pat Boy, uno de los precursores del hip hop en maya, justamente para hablar de la historia del rap en maya, seguido del taller “Cuerpo y Rap” que impartirán Hunaac Cel y Nadia Zupo, para concluir con el concierto de MC Fer-LA2C y el Maya-Kill Beat.

En el segundo día participa el Consulado de Estados Unidos en Mérida, así como la Jornada de Derechos Humanos A.C. y la Red de Hip Hop Latinoamérica en el conversatorio “Estados Unidos y Latinoamérica, el hip hop como punto de encuentro”.

Ese día también tendrá lugar un taller sobre BeatMaking y emprendimiento musical impartido por el Movimiento Hip Hop Campeche y para concluir el concierto de Verso Mays-Xi’ipal, Samik A.K.A Big Man y Dino Chan.

Los interesados podrán registrarse en el portal www.barriomaya.com en donde obtendrán el enlace para el festival virtual y la transmisión podrá seguirse en vivo en la página de Facebook de Barrio Maya.

“Lo que queremos es promover la cultura de la paz a través de este género de música urbana; hablaremos de cómo el hip hop transforma Latinoamérica a través de esta cultura de la paz, y justamente la revitalización de la lengua maya”, agregó Guido Arcella.

Boletín español: el 01 de mayo de 2021

. SUPERANDO EL APARTHEID ISRAELÍ .

Convencidos de que una solución al conflicto entre Israel y Palestina es la clave para la paz en el Medio Oriente, la CPNN ha publicado muchos artículos sobre este tema. Cada vez más se reconoce que la situación se asemeja al apartheid de Sudáfrica.

La superación del apartheid se logró con una combinación de luchas desde dentro de Sudáfrica y desde la presión internacional mediante de boicots, desinversiones y sanciones. A este respecto, se han producido varios acontecimientos importantes desde principios de este año.

SANCIONES

Un informe publicado por Human Rights Watch el 27 de abril, afirma que la opresión israelí sobre los palestinos ha alcanzado un “umbral y una permanencia que cumple con las definiciones de los crímenes de apartheid y persecución”. Según el director de HRW, Kenneth Roth, “Los que luchan por la paz entre israelíes y palestinos, ya sea por una solución de uno o dos estados o por una confederación, deben, mientras tanto, reconocer esta realidad como es y hacer valer las herramientas de derechos humanos necesarias para ponerle fin”.

El informe de HRW confirma informes anteriores, como el del 12 de enero a cargo del grupo israelí de derechos humanos, B’Tselem, el cual etiqueta a Israel como un “estado de apartheid”. Según Richard Falk, quien se desempeñó entre 2008 y 2014 como Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, B’Tselem es la organización de derechos humanos más respetada en Israel. Él afirma que el informe “confirma informes y acusaciones anteriores de la ONU sobre que los palestinos son víctimas de un régimen de apartheid que busca imponer políticas y prácticas que aseguren la supremacía de los judíos victimizando al pueblo palestino.”

Quizás el avance más importante es la decisión de la Corte Penal Internacional del 5 de febrero de 2021. Con una votación de 2-1, la decisión de la Cámara afirmó la autoridad de Fatou Bensouda, Fiscal de la CPI, para proceder con una investigación sobre los crímenes de guerra israelíes cometidos en Palestina desde 2014. Falk considera que la decisión de la CPI puede convertirse en un punto de inflexión en la lucha contra el apartheid israelí, no muy diferente de la Masacre de Sharpeville de 1960, en Sudáfrica.

Según Michael Lynk, actual Relator Especial de las Naciones Unidas para la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado, la decisión de la CPI “ofrece una profunda esperanza a quienes creen que las consecuencias, no la condonación, deben ser la respuesta a la comisión de crímenes graves … Poner fin a la impunidad y buscar la justicia solo puede acercarnos a la paz en el Medio Oriente “.

BOICOTE Y DESINVERSIÓN

Los boicots y la desinversión continúan desarrollándose en todo el mundo, especialmente desde instituciones religiosas y académicas, como se revisa en el sitio web del movimiento BDS.

LUCHAS DENTRO DE PALESTINA

Sigue aumentando la presión para elecciones en Palestina con el fin de llegar a una lucha unificada contra el apartheid, ya que se han pospuesto las elecciones previstas para mayo. El activista palestino Mazin Qumsiyeh, informa sobre los puntos clave hacia un programa electoral para el cambio social necesario, como se acordó en discusiones recientes con activistas palestinos. Estos incluyen, entre otros puntos:

– El apoyo a los derechos humanos, incluidos a) el derecho al retorno de los refugiados a sus hogares y tierras, y a ser compensados por su sufrimiento, b) la plena igualdad de las mujeres (en todos los aspectos de los derechos sociales, educativos y económicos, c) el derecho a la educación para todos, d) el derecho al debido proceso legal, e) el derecho a un medio ambiente limpio y saludable, d) el derecho a la alimentación/sustento y refugio;

– Total libertad de expresión mediante todos los medios de comunicación;

– Mecanismos creados para eliminar la corrupción, el nepotismo y otros comportamientos poco éticos en todos los niveles de la sociedad;

LUCHA DENTRO DE ISRAEL

Israel no ha visto manifestaciones masivas por la justicia para Palestina desde 2017, cuando unos 15.000 israelíes asistieron a una manifestación en Tel Aviv para exigir avances para una solución de dos-estados al conflicto.

Sin embargo, sigue habiendo un movimiento entre los jóvenes israelíes para negarse a servir en las fuerzas armadas. En enero de este año, sesenta adolescentes israelíes publicaron una carta abierta dirigida a altos funcionarios israelíes declarando su rechazo a servir en el ejército en protesta por sus políticas de ocupación y apartheid.

¿CUÁNDO TERMINARÁ Y CÓMO?

Citando a Richard Falk, “la mayoría africana esperó más de 30 años por su emancipación del apartheid. El pueblo palestino ya ha soportado las penurias y humillaciones de la subyugación racista y la supremacía judía durante más de 70 años. ¿Cuándo terminará y cómo?”

DERECHOS HUMANOS


Human Rights Watch : Las prácticas abusivas de Israel constituyen crímenes de apartheid y persecución

 

LIBERTAD DE INFORMACIÓN

Glen Greenwald : My New Book on Journalism, Exposing Corruption, and the Resulting Risks, Dangers and Societal Changes<
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DESAROLLO SUSTENTABLE

Biden’s Climate Summit Falls Short : Lofty Words But Where is the Plan?

PARTICIPACIÓN DEMOCRATICA

Brasil : Política Municipal de Cultura de Paz e Justiça Restaurativa é elaborada pela Prefeitura do Recife

Además de los artículos, enumeramos eventos virtuales para la cultura de paz: Haga clic aquí para ver los eventos anteriores. El mes pasado registramos 19 eventos.

IGUALDAD HOMBRES/MUJERES

Foro Generación Igualdad: Ciudad de México, del 29 al 31 de marzo del 2021

 

DESARME Y SEGURIDAD

Congreso Latinoamericano de Investigación para la Paz se realizará virtualmente en agosto

TOLERANCIA Y SOLIDARIDAD


Richard Falk: A Palestinian Balance Sheet: Normative Victories, Geopolitical Disappointments

EDUCACIÓN PARA PAZ

Brasil : Compaz convida escolas para 19ª edição do livro Londrina Pazeando

Human Rights Watch : Las prácticas abusivas de Israel constituyen crímenes de apartheid y persecución

. DERECHOS HUMANOS .

Un artículo de Human Rights Watch

Las autoridades israelíes están cometiendo los crímenes de lesa humanidad de apartheid y persecución, señaló Human Rights Watch en un informe publicado hoy. La conclusión se basa en la política general del gobierno israelí de mantener la dominación de los israelíes judíos sobre los palestinos y en los graves abusos cometidos contra palestinos que viven en el territorio ocupado, incluido Jerusalén Oriental.


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El informe de 213 páginas, “A Threshold Crossed: Israeli Authorities and the Crimes of Apartheid and Persecution” (“Se ha traspasado el umbral: Las autoridades israelíes y los crímenes de apartheid y persecución”), examina el trato que reciben los palestinos por parte de Israel. El informe presenta la realidad actual en la cual una única autoridad, el gobierno israelí, está principalmente encargada de gobernar en el territorio comprendido entre el río Jordán y el mar Mediterráneo. En esta zona, que está poblada por dos grupos de similar tamaño, el gobierno israelí favorece metódicamente a los israelíes judíos mientras que reprime a los palestinos, con aún mayor severidad en el territorio ocupado.

“Voces prominentes han advertido durante años que el apartheid acecha a la vuelta de la esquina si las prácticas de dominio de Israel sobre los palestinos no cambian”, dijo Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch. “Esta detallada investigación demuestra que las autoridades israelíes ya están cometiendo los crímenes contra la humanidad de apartheid y persecución”.

El hallazgo de la existencia de apartheid y persecución no cambia el estatus legal del territorio ocupado, conformado por Cisjordania, incluido Jerusalén Oriental, y Gaza, ni la realidad actual de la ocupación.

Acuñado originalmente en Sudáfrica, apartheid es un término jurídico que actualmente es usado de forma universal. La prohibición de formas especialmente graves de discriminación y opresión institucional, o apartheid, constituye un principio fundamental del derecho internacional. La Convención Internacional sobre la Represión y el Castigo del Crimen de Apartheid de 1973 y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI) de 1998 definen el apartheid como un crimen contra la humanidad que consta de tres elementos principales:

1. Una intención de mantener la dominación de un grupo racial sobre otro.

2. Un contexto de opresión sistemática por parte del grupo dominante sobre el grupo marginado.

3. Actos inhumanos.

La referencia a un grupo racial se entiende actualmente no solo en relación con los rasgos genéticos, sino que también se basa en la ascendencia y el origen nacional o étnico, de acuerdo con la definición de grupo racial en la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial. Human Rights Watch utiliza este concepto más amplio de raza.

El crimen de lesa humanidad de persecución, tal como lo definen el Estatuto de Roma y el derecho internacional consuetudinario, consiste en la privación grave de derechos fundamentales a un grupo racial, étnico o de otro tipo con intención discriminatoria.

Human Rights Watch descubrió que los diferentes elementos de estos crímenes están presentes en el territorio ocupado, como parte de una política única del gobierno israelí. Esa política consiste en mantener la dominación de los israelíes judíos sobre los palestinos en todo Israel y en el territorio ocupado. En el territorio ocupado, esta política se combina con la opresión sistemática y los actos inhumanos contra los palestinos que allí viven.

En base a años de investigación sobre la situación de derechos humanos, casos de estudio y una revisión de los documentos del gobierno, declaraciones de funcionarios y otras fuentes, Human Rights Watch comparó las políticas y prácticas hacia los palestinos en el territorio ocupado e Israel con aquellas dirigidas hacia los israelíes judíos que viven en las mismas zonas. Human Rights Watch le escribió al gobierno israelí en julio de 2020, solicitando su perspectiva sobre estas cuestiones, pero no había recibido respuesta al momento de redacción de este documento.

En todo Israel y en el territorio ocupado, las autoridades israelíes han tratado de maximizar la cantidad de tierra disponible para las comunidades judías y de concentrar a la mayoría de los palestinos en zonas con mayor densidad poblacional. Las autoridades han adoptado políticas para mitigar lo que han descrito públicamente como la “amenaza” demográfica palestina. En Jerusalén, por ejemplo, el plan del gobierno para el municipio, que incluye tanto la parte occidental de la ciudad como la parte oriental bajo ocupación, establece el objetivo de “mantener una amplia mayoría judía en la ciudad”, e incluso especifica las proporciones demográficas que espera mantener.


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Pregunta(s) relacionada(s) al artículo

Israel/Palestine, is the situation like South Africa?

Para mantener la dominación, las autoridades israelíes discriminan sistemáticamente a los palestinos. La discriminación institucional a la que se enfrentan los ciudadanos palestinos de Israel incluye leyes que permiten a cientos de pequeñas ciudades judías excluir a los palestinos en la práctica, así como presupuestos en los que se asigna una fracción de recursos a las escuelas palestinas en comparación con los recursos asignados a las escuelas para los niños judíos israelíes. La gravedad de la represión en el territorio ocupado, incluyendo la imposición de un régimen militar draconiano a los palestinos mientras que los israelíes judíos que viven de forma segregada en el mismo territorio gozan de todos sus derechos, en virtud de una legislación civil israelí que respeta esos derechos, equivale a una opresión sistemática necesaria para la existencia del apartheid.

Las autoridades israelíes han cometido un amplio rango de abusos contra los palestinos. Muchos de ellos, cometidos en el territorio ocupado, constituyen abusos graves de derechos fundamentales y actos inhumanos necesarios para la existencia del apartheid. Estos incluyen amplias restricciones de movimiento por medio del cierre de Gaza y el régimen de permisos, la confiscación de más de un tercio de la tierra en Cisjordania, las condiciones adversas en partes de Cisjordania que resultaron en el traslado forzoso de miles de palestinos fuera de sus hogares, la negación de los derechos de residencia a cientos de miles de palestinos y sus familiares y la suspensión de los derechos civiles más básicos a millones de palestinos.

Muchos de los abusos que son fundamentales para la determinación de que se han cometido estos crímenes internacionales, como la denegación casi categórica de permisos de construcción a los palestinos y la demolición de miles de viviendas con el pretexto de que carecían de permisos, no tienen justificación en materia de seguridad. Otros, como la congelación de los registros de población que Israel mantiene en el territorio ocupado, la cual prácticamente bloquea la reunificación familiar de los palestinos que allí viven y prohíbe a los residentes de Gaza vivir en Cisjordania, utilizan la seguridad como pretexto para promover objetivos demográficos. Incluso cuando la seguridad es parte de la motivación detrás una política, no justifica el apartheid y la persecución, de la misma manera que no justifica el uso excesivo de fuerza o la tortura, dijo Human Rights Watch.

“Negarles a millones de palestinos sus derechos fundamentales, sin que exista una justificación legítima de seguridad y por el solo hecho de ser palestinos y no judíos, no es meramente una ocupación abusiva”, señaló Roth. “Estas políticas, que conceden a los israelíes judíos los mismos derechos y privilegios dondequiera que vivan y discriminan contra los palestinos en diversos grados dondequiera que vivan, reflejan una política que busca privilegiar a un pueblo sobre otro”.

Las declaraciones y acciones de las autoridades israelíes en los últimos años, incluyendo la aprobación de una ley con rango constitucional en 2018 que establece a Israel como el “Estado-nación del pueblo judío”, el creciente cuerpo de leyes que privilegian a los colonos israelíes en Cisjordania y no se aplican a los palestinos que viven en el mismo territorio y la expansión masiva de los asentamientos judíos y la infraestructura que los conecta con Israel en los últimos años, han hecho evidente la  intención del gobierno israelí de mantener el dominio de los israelíes judíos sobre los palestinos. La posibilidad de que un futuro líder israelí algún día pueda forjar un acuerdo con los palestinos que desmantele este sistema discriminatorio no invalida la realidad actual.

Las autoridades israelíes deben desmantelar todas las formas de represión y discriminación que privilegian a los israelíes judíos a costa de los palestinos, incluyendo la libertad de circulación, la asignación de tierras y recursos y el acceso a agua, electricidad y otros servicios, así como la concesión de permisos de construcción.

La Fiscalía de la CPI debe investigar y procesar a quienes estén implicados de manera creíble en los crímenes de lesa humanidad de apartheid y persecución. Otros países deberían hacer lo mismo, de conformidad con sus leyes nacionales en virtud del principio de jurisdicción universal, e imponer sanciones individuales, incluyendo la prohibición de ingreso al país y la congelación de activos, a los funcionarios responsables de estos crímenes.

La determinación de que se han cometido crímenes de lesa humanidad debería impulsar a la comunidad internacional a reevaluar su aproximación hacia Israel y Palestina y a adoptar una política que esté enfocada en los derechos humanos y la rendición de cuentas, en lugar de enfocarse únicamente en el estancado “proceso de paz”. Los países deberían establecer una comisión de investigación de la ONU para examinar la discriminación y la represión sistemáticas en Israel y Palestina, y nombrar un enviado especial de la ONU para los crímenes de persecución y apartheid con el mandato de movilizar la acción internacional para acabar con la persecución y el apartheid en todo el mundo.

Los países deberían condicionar la venta de armas y la asistencia militar y de seguridad a Israel a que las autoridades tomen medidas concretas y verificables para poner fin a la comisión de estos crímenes. También deberían examinar los acuerdos, los planes de cooperación y todas las demás formas de comercio y diplomacia con Israel para detectar aquellas que contribuyan directamente a la comisión de los crímenes, mitigar los impactos sobre los derechos humanos y, cuando ello no sea posible, poner fin a las actividades y a la financiación que facilita la comisión de estos graves crímenes.

“Mientras que gran parte del mundo trata la ocupación israelí que ha durado medio siglo como una situación temporal que pronto será resuelta por un ‘proceso de paz’ que ya lleva décadas, la opresión de los palestinos en el territorio ocupado alcanza tal nivel y duración que cumple con las definiciones de los crímenes de apartheid y persecución”, dijo Roth. “Aquellos que luchan por la paz entre israelíes y palestinos, ya sea por medio de una solución de uno o dos Estados o por medio de una confederación, deberían mientras tanto reconocer la realidad actual y emplear las herramientas de derechos humanos necesarias para acabar con ella”.

Brasil : Compaz convida escolas para 19ª edição do livro Londrina Pazeando

EDUCACIÓN PARA LA PAZ

Un artigo de Bonde

O Compaz (Conselho Municipal da Cultura de Paz) e a Organização Não Governamental Londrina Pazeando estão convidando os alunos das escolas públicas e particulares para inscreverem trabalhos na 19ª edição do livro Londrina Pazeando. Os interessados podem enviar os trabalhos até o dia 30 de maio. O edital com as regras e a ficha de inscrição para participar estão disponíveis no site do conselho (clique aqui).

O tema de 2021 é “Em 2040, a  Londrina  que queremos é: Londrina  Cidade da Paz. Como estou contribuindo para isto?”. Por meio de uma coletânea de textos e desenhos, os estudantes da Educação Básica, seus professores e responsáveis pelas crianças podem mandar materiais para a seleção.

(Artigo continuou na coluna à direita)

(Clique aqui para a versão inglês.)

Question for this article:

What is the best way to teach peace to children?

How can culture of peace be developed at the municipal level?
(Artigo continuação da coluna esquerda)

A intenção é pautar os ODS (Objetivos de Desenvolvimento Sustentável), estipulados pela ONU (Organização das Nações Unidas), para os anos de 2015 a 2032. Entre eles estão a erradicação da pobreza, fome zero, agricultura sustentável, saúde e bem-estar, educação de qualidade, igualdade de gênero, água potável e saneamento, energia acessível e limpa, trabalho decente e crescimento econômico, indústria, inovação e infraestrutura, redução das desigualdades, entre outros. Aqueles que trouxerem elementos propostos na Lei Municipal nº 12.467, que cria o Programa Municipal de Práticas Restaurativas no Município de Londrina, também serão bem-vindos.

Segundo o secretário do Compaz, Luiz Galhardi, a publicação do Livro Londrina Pazeando tem como objetivo provocar reflexões sobre a importância da construção de uma Cultura de Paz, assim como promover ações que contribuam para o estabelecimento da não-violência na sociedade. “A Prefeitura Municipal de Londrina, através de uma licitação pública, contratou a Macroplan para realizar um Plano Estratégico para a cidade. Muitas pessoas serão ouvidas, em diversas áreas, para buscarmos as vocações do Município. Por isso, a reflexão sobre como podemos melhorar as coisas boas que já desfrutamos, e arrumarmos aquilo que não vai tão bem, é necessária”, explicam os organizadores.

Nesta edição, o livro será publicado em formato digital e impresso. O conteúdo também estará disponível na internet e poderá ser compartilhado nas redes sociais, por meio do site do www.londrinapazeando.org.br. Cada autor selecionado será presenteado com o livro, durante uma solenidade no dia 20 de setembro de 2021, das 14h às 16h. Tanto os textos quanto os desenhos produzidos, que não forem publicados no livro, deverão ser guardados. Isso porque, eles servirão de material para exposição durante a 21ª Semana da Paz, que deve acontecer em setembro de 2021, na própria escola ou em outras instituições.

Congreso Latinoamericano de Investigación para la Paz se realizará virtualmente en agosto

DESARME Y SEGURIDAD .

Un artículo de Proceso, Honduras

La UNAH, por medio del Área de Paz del Instituto Universitario en Democracia, paz y Seguridad (IUDPAS), junto al Centro de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), convocaron al XII Congreso Latinoamericano de Investigación para la Paz, el cual se desarrollará bajo el formato virtual y gratuito del 3 al 7 de agosto del presente año.


También participa como coorganizador del evento académico el Consejo Latinoamericano de Investigación para la Paz (CLAIP). El evento da continuidad a una iniciativa de más de 100 investigadores y especialistas que lo impulsaron en 1977.

Desde el encuentro fundacional hace 44 años, el CLAIP contribuyó al desarrollo de la disciplina de los estudios de paz y conflictos mediante diversas propuestas de trabajo en red, publicaciones y la organización de encuentros y sucesivos congresos.

El XII Congreso fomentará un diálogo de saberes que permitan superar la crisis social, política y económica del continente y el mundo, el cual se agravó con la pandemia del COVID-19.

«Porque no mata el virus (tanto) como lo hace la perversa normalidad a la que nos afanamos por regresar. Una normalidad consistente, en el mejor de los casos, en mirar hacia otro lado mientras consumimos irresponsablemente”, destacó el Manifiesto por una nueva normalidad del CLAIP el 2020.

El XII Congreso Latinoamericano de Investigación para la Paz tendrá como lema «Una nueva normalidad es posible y necesaria» y se concibe como un espacio de intercambio y reflexión en torno a la normalidad precedente al estallido de la pandemia, así como un espacio generador de reflexiones, ideas y propuestas destinadas a impulsar el desarrollo de «una nueva normalidad» que le devuelva el valor a la vida y garantice la atención de las necesidades materiales del conjunto de la población, promueva el respeto y el cuidado de la madre tierra, y propicie la emergencia de culturas de paz en el continente.

(El artículo continúa en el lado derecho de la página)

( Clickear aquí para la version inglês.)

Question for this article:

How can the peace movement become stronger and more effective?

(Artículo continúa desde la parte izquierda de la página)

La directora del IUDPAS, Julieta Castellanos, indicó que como la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), como entidad coorganizadora del congreso reafirma el compromiso para minimizar las violencias y contribuir a la construcción de la paz.

De su lado, el coordinador del Área de Paz del IUDPAS y del evento en Honduras, Esteban Ramos, señalo que «el XII Congreso de Investigación para la Paz es auspiciado por más de 50 importantes instituciones, organizaciones sociales, centros de estudio e investigación, grupos de trabajo CLACSO y centenares de académicos y activistas comprometidos con la paz de América Latina, Portugal y España».

Ramos explicó que las personas interesadas en participar como oyentes del Congreso deben inscribirse a través de la página web claip.org, donde encontrarán toda la información relativa al evento.

El registro de las ponencias estará habilitado durante abril y debe realizarse a través del siguiente enlace: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSe8u9UwnMTE6ZgkGpsuTzN8Vw9iokeqJ7ghnqIPYQ_UcLHEw/viewform?usp=sf_link.

Las propuestas de ponencias pueden ser presentadas en español, portugués o inglés y deben estar relacionadas con cualquiera de los campos del conocimiento vinculadas a los siguientes 9 ejes temáticos:

1. Cambio climático y sustentabilidad ambiental.

2. Construcción de paz, transformación de conflictos y minimización de violencias.

3. Acceso a justicia y derechos humanos.

4. Cultura de paz, educación y comunicación para la paz, arte y deporte.

5. Gobernanza participativa, políticas públicas, estado y corrupción.

6. Sistema económico y economías alternativas.

7. Pandemia, salud y bienestar.

8. Género.

9. Diversidad y vulnerabilidades.

Informe anual de Amnistía Internacional : La COVID-19 golpea con especial dureza a las personas atenazadas por la opresión como consecuencia de las desigualdades, el abandono y los abusos sufridos durante décadas

. DERECHOS HUMANOS .

El informe anual de Amnistía Internacional

La pandemia ha puesto en evidencia el terrible legado de unas políticas deliberadamente divisivas y destructivas, que perpetuaron la desigualdad, la discriminación y la opresión y prepararon el terreno para la ruina causada por la COVID-19, ha manifestado Amnistía Internacional en su informe anual, que ha publicado hoy.

Informe de Amnistía Internacional 2020/21: La situación de los derechos humanos en el mundo abarca 149 países y contiene un análisis exhaustivo de las tendencias observadas en materia de derechos humanos en todo el mundo en 2020. La organización describe en él cómo los grupos que figuraban ya entre los más marginados, como las personas refugiadas y las mujeres, sufrieron las peores consecuencias de la pandemia por culpa de políticas discriminatorias aplicadas por decisión de los dirigentes mundiales durante décadas. Leer el informe completo,

El personal sanitario, los trabajadores y trabajadoras migrantes y las personas empleadas en el sector informal –en muchos casos en primera linea frente a la pandemia–, se han visto igualmente traicionados por unos sistemas de salud desatendidos y un apoyo económico y social muy desigual. La respuesta a la COVID-19 se ha visto aún más menoscabada por unos líderes que han sacado despiadadamente provecho de la crisis y utilizado la pandemia para reanudar sus ataques a los derechos humanos, afirma la organización.

“La COVID-19 ha revelado con toda crudeza y ha agravado las desigualdades existentes entre los países y dentro de ellos, y ha puesto de relieve el tremendo desprecio de nuestros dirigentes por el bien común de la humanidad. Decenios de políticas divisivas, medidas de austeridad desacertadas y decisiones oficiales de no invertir en infraestructuras públicas deterioradas han hecho que demasiadas personas sean presa fácil del virus”, ha manifestado Agnès Callamard, nueva secretaria general de Amnistía Internacional.

“Nos enfrentamos a un mundo sumido en el caos. A estas alturas de la pandemia, hasta los dirigentes más ilusos tendrían dificultades para negar que nuestros sistemas sociales, económicos y políticos se han desmoronado.” 

El informe de Amnistía pone de manifiesto que, como consecuencia de las desigualdades generadas por un liderazgo tóxico ejercido durante decenios, la pandemia afectó de manera desproporcionada a las mujeres, las poblaciones refugiadas, las personas de edad avanzada y las minorías étnicas.

La COVID-19 empeoró la ya precaria situación de las personas refugiadas, migrantes y solicitantes de asilo en muchos países, dejándolas en algunos casos atrapadas en miserables campos de acogida, interrumpiendo suministros vitales o provocando controles fronterizos que dejaron a muchas abandonadas a su suerte. Por ejemplo, Uganda, el país que acogía el mayor número de personas refugiadas en África —1,4 millones— cerró inmediatamente sus fronteras al inicio de la pandemia y no hizo excepciones con las personas refugiadas y solicitantes de asilo que intentaban entrar en el país. Como consecuencia de ello, más de 10.000 personas quedaron atrapadas a lo largo de su frontera con la República Democrática del Congo.

El informe subraya el acusado aumento de la violencia de género y la violencia intrafamiliar, en el contexto del cual muchas mujeres y personas LGBTI tuvieron que afrontar mayores obstáculos para recibir protección y apoyo debido a las restricciones de la libertad de circulación, la falta de mecanismos confidenciales que permitieran a las víctimas denunciar la violencia mientras estaban aisladas con sus maltratadores, y la capacidad reducida o suspensión de los servicios.

Quienes trabajaban en primera línea frente a la pandemia —el personal sanitario y del sector informal— sufrieron las consecuencias de unos sistemas de salud deliberadamente desatendidos y medidas pésimas de protección social. En Bangladesh, muchas personas que trabajaban en el sector informal se quedaron sin ingresos o sin prestaciones sociales debido a los confinamientos y toques de queda. En Nicaragua, a principios de junio se despidió en sólo dos semanas al menos a 16 profesionales de la salud que habían expresado su preocupación ante la falta de equipos de protección individual y la respuesta del Estado a la pandemia. 

“Estamos cosechando los frutos de años de desatención calculada de nuestros dirigentes. En 2020, la presión excepcional de una pandemia puso definitivamente a prueba los sistemas de salud y sumió a la población en una profunda crisis económica. Los héroes de 2020 fueron los trabajadores y trabajadoras de la salud que estuvieron en primera línea salvando vidas, así como la gente que ocupaba los últimos puestos de la escala salarial y aunó esfuerzos para dar de comer a las familias y mantener activos nuestros servicios esenciales. Cruelmente, las personas que más dieron fueron las que menos protección recibieron”, ha afirmado Agnès Callamard.

Una virulenta cepa de dirigentes instrumentaliza la pandemia para continuar sus ataques a los derechos humanos

El informe describe asimismo un panorama lamentable de líderes mundiales cuya gestión de la pandemia se caracterizó por el oportunismo y un desprecio absoluto por los derechos humanos.

“Hemos visto toda clase de respuestas de nuestros dirigentes, tanto mediocres como engañosas, egoístas y falaces. Algunos han intentado normalizar las autoritarias medidas de emergencia que han adoptado para combatir la COVID-19, mientras que una cepa especialmente virulenta de líderes han ido aún más allá y han visto en la pandemia una oportunidad para afianzar su poder. En lugar de apoyar y proteger a la población, se han limitado a instrumentalizar la pandemia para socavar gravemente sus derechos”, ha afirmado Agnès Callamard.

( Clickear aquí para la version inglês y aquí para la version francês )

Pregunta(s) relacionada(s) al artículo

What is the state of human rights in the world today?

La aprobación de leyes para penalizar los comentarios relacionados con la pandemia ha sido un patrón dominante. En Hungría, por ejemplo, el gobierno del primer ministro Viktor Orbán reformó el Código Penal del país para introducir penas de hasta cinco años de prisión por “difundir información falsa” sobre la COVID-19.

En varios Estados del Golfo —Arabia Saudí, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Omán—, las autoridades usaron la pandemia de COVID-19 como pretexto para seguir reprimiendo el derecho a la libertad de expresión, con medidas como procesar a personas por difundir “noticias falsas” debido a comentarios que habían publicado en redes sociales sobre las respuestas del gobierno a la pandemia.

Otros dirigentes han recurrido al uso excesivo de la fuerza. En Filipinas, el presidente Rodrigo Duterte dijo que había ordenado a la policía “disparar a matar” contra quienes protestaran o pudieran causar “problemas” durante las medidas de confinamiento. En Nigeria, la brutalidad de las fuerzas de seguridad mató a personas por protestar en la calle, reivindicar sus derechos y exigir rendición de cuentas. En Brasil aumentó la violencia policial durante la pandemia de COVID-19 con el gobierno del presidente Bolsonaro. La policía mató al menos a 3.181 personas en todo el país de enero a junio, una media de 17 al día.

Algunos líderes fueron aún más lejos y utilizaron la pandemia para desviar la atención mientras reprimían las críticas no relacionadas con el virus y a quienes las hacían, y cometían otras violaciones de derechos humanos aprovechando que los medios de comunicación del mundo tenían la vista puesta en otros asuntos. Por ejemplo, en India, el primer ministro Narendra Modi reprimió aún más el activismo de la sociedad civil, con medidas antiterroristas como irrumpir en hogares y oficinas.

Mientras, el gobierno chino del presidente Xi Jinping no cejó en su persecución del pueblo uigur y otras minorías musulmanas en Sinkiang, y en Hong Kong se aprobó una abusiva ley de seguridad nacional para legitimar la represión por motivos políticos.

“Las instituciones internacionales, como la Corte Penal Internacional y los mecanismos de derechos humanos de la ONU, están ahí para obligar a rendir cuentas a los perpetradores, ya sean individuos concretos o Estados. Tristemente, 2020 demostró que están atrapadas en un estancamiento político causado por líderes que intentan menoscabar las respuestas colectivas a las violaciones de derechos humanos y sacar provecho de ellas”, ha afirmado Agnès Callamard.

Los intereses nacionales han prevalecido sobre la cooperación internacional en la respuesta a la COVID-19

Los dirigentes mundiales también han hecho estragos en la escena internacional dificultando los esfuerzos colectivos de recuperación al bloquear o debilitar la cooperación internacional.

Son ejemplos de ello:

Los dirigentes de países ricos, como el expresidente Trump, que eludieron las iniciativas de cooperación global y adquirieron la mayor parte de los suministros mundiales de vacunas, dejando prácticamente sin ellos a otros países. Estos países ricos, además, no presionaron a las empresas farmacéuticas para que compartieran sus conocimientos y tecnología a fin de extender a todo el mundo el suministro de vacunas contra la COVID-19.

El gobierno de Xi Jinping, que censuró y persiguió a personal sanitario y a periodistas que ya al principio intentaron dar la voz de alarma sobre el virus en China, y con ello impidió que se conociera una información fundamental.
El G-20, que propuso suspender los pagos de deuda a los países más pobres para reclamarlos posteriormente con intereses.

“La pandemia ha puesto en evidencia una cruda realidad: la incapacidad del mundo para cooperar eficazmente en momentos de necesidad global extrema”, ha declarado Agnès Callamard. 

“La única salida posible de esta desastrosa situación es la cooperación internacional. Los Estados deben garantizar la rápida disponibilidad de vacunas para todas las personas, en todas partes, y que sean gratuitas en el lugar donde se administren. Las empresas farmacéuticas deben compartir sus conocimientos y tecnología para que nadie se quede atrás. Y los miembros del G-20 y las instituciones financieras internacionales deben aliviar la deuda de los 77 países más pobres del mundo para que puedan combatir la pandemia y recuperarse de ella.”

Surgen en todo el mundo movimientos de protesta de una población defraudada por sus gobiernos

Las políticas regresivas adoptadas han impulsado a mucha gente a sumarse a movimientos de lucha consolidados, como las manifestaciones de Black Lives Matter en Estados Unidos y las protestas de #End SARS en Nigeria, o a nuevas y creativas formas de protesta, como las huelgas virtuales por el clima.

En el informe se describen con detalle numerosas victorias conseguidas por el activismo de derechos humanos en 2020, sobre todo en materia de violencia de género.

Por ejemplo, en Corea del Sur, Kuwait y Sudán se aprobó legislación para combatir la violencia contra mujeres y niñas, y en Argentina, Corea del Sur e Irlanda del Norte se despenalizó el aborto.

“En 2020, el liderazgo no surgió del poder, los privilegios ni el dinero, sino de las innumerables personas que se manifestaron para reivindicar cambios. Vimos enormes muestras de apoyo a los movimientos #End SARS y Black Lives Matter, así como protestas públicas contra la represión y la desigualdad en lugares de todo el mundo, como Chile, Hong Kong, Irak y Polonia. Fue el liderazgo de la gente corriente y de quienes defendían los derechos humanos en todo el mundo, a menudo arriesgando su seguridad, lo que nos impulsó a actuar. Y esas son las personas que están en primera línea de la lucha por un mundo mejor, más seguro y más igualitario”, ha afirmado Agnès Callamard. 

“Nos encontramos en una encrucijada. Debemos romper las ataduras que degradan la dignidad humana. Debemos pulsar el botón de reinicio para construir un mundo basado en la igualdad, los derechos humanos y la humanidad. Debemos aprender de la pandemia y aunar esfuerzos con valentía y creatividad para conseguir que todas las personas sean tratadas en pie de igualdad.”

Brasil : Política Municipal de Cultura de Paz e Justiça Restaurativa é elaborada pela Prefeitura do Recife

. . PARTICIPACIÓN DEMOCRATICA . .

Un artigo de Diario de Pernambuco

Nesta segunda-feira [26 de março], a Prefeitura do Recife elaborou um Projeto de Lei 009/21 com proposta da nova Política Municipal de Cultura de Paz e Justiça Restaurativa e enviou à Câmara de Vereadores. Segundo a assessoria de imprensa da Prefeitura, o projeto foi resultado de amplo debate com a sociedade.


Centro Communitário de Paz, Recife

A assessoria também afirma que a capital pernambucana “é uma das primeiras a ter uma construção de lei tão completa e que abrange todas as áreas das competências municipais”, com isso, com a proposta discutida e aprovada pela Casa José Mariano, a Prefeitura do Recife, por meio da Secretaria de Segurança Cidadã, contará com um Conselho Municipal de Cultura de Paz e Práticas Restaurativas.

( Clickear aquí para una version inglês)

Pregunta(s) relacionada(s) al artículo

How can culture of peace be developed at the municipal level?

A construção da proposta deu início na I Conferência Municipal de Cultura de Paz e Justiça Restaurativa, realizada em 16 e 17 de dezembro de 2019, na Universidade Católica de Pernambuco, onde instituições públicas e privadas debateram a construção de caminhos e soluções para as dificuldades encontradas no campo da segurança, da justiça e dos direitos humanos no município.

“Na plenária final, após dois dias de debate, foram aprovadas 123 propostas contemplando os seis eixos, com foco na Cultura de Paz, nas Práticas Restaurativas e transformações de conflitos, nos Direitos Humanos e relações étnico raciais, gênero, sexualidade e populações vulneráveis, na participação social e protagonismo cidadão, na comunicação e na formação”, afirmou a assessoria.

Várias propostas estão previstas na nova política municipal, entre elas está a formação em mediação de conflitos e comunicação não violenta para professores e agentes de trânsito, práticas integrativas na saúde, criação de uma política de formação continuada de Cultura de Paz para funcionários da Prefeitura do Recife, realização de círculos restaurativo nos presídios, realização de oficinas contra bullying e outras formas de violência, entre outras propostas.