. DESAROLLO SUSTENTABLE .
Un artículo por Graciela Mandolini para Internacional de la Educación
Habitamos un tiempo histórico en el que se expresan constantemente emergencias de todo tipo: ambiental, climática, energética, sanitaria, económica… Todas ellas confluyen en lo que muchos autores definen como una crisis civilizatoria. La agenda ambiental viene marcando el pulso y los conflictos ambientales han irrumpido en el escenario escolar, al presentarse con una velocidad y persistencia sin precedentes.
Si entendemos la educación como un proceso en construcción permanente, podríamos decir que el profesorado en Argentina se encuentra llevando a cabo algunas acciones importantes en materia de educación ambiental integral. Estas incluyen intervenciones en los diseños curriculares, así como en proyectos y programas tendientes a incorporar la dimensión ambiental para el desarrollo sustentable como parte de las propuestas de enseñanza – aprendizaje.
Escuela de Formación Pedagógica y Sindical
Desde hace 25 años, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) ha generado procesos de formación docente en Educación Ambiental: posgrados y especializaciones en educación ambiental para el desarrollo sustentable en convenio con universidades públicas, encuentros presenciales con docentes en actividad, proyectos, programas y acciones en educación ambiental para estudiantes de profesorado, de nivel secundario… También se han organizado actividades prácticas, recreativas y de aprendizaje como plantaciones de árboles, actividades de compostaje, etc.
Desde el sindicato, se ha trabajado con convicción en un proyecto destinado a generar espacios de construcción de conocimientos para favorecer el diálogo de saberes y el desarrollo de competencias, consolidando la formación del profesorado de todos los niveles y modalidades del sistema educativo formal, con la intención de propiciar una educación ambiental para el desarrollo sostenible.
Este tema ha constituido uno de los pilares fundamentales en relación con las acciones de formación que se promovieron desde la Escuela de Formación Pedagógica y Sindical “Marina Vilte” de nuestra organización.
En una primera instancia (finales de la década del 90), CTERA formuló una propuesta de formación, con alcance de Especialización Superior en Educación en Ambiente para el desarrollo sostenible, en convenio con una universidad pública que, dictada a nivel nacional a través de sus entidades de base, se constituyó en el espacio de formación de más de 4,000 docentes especializados en Educación Ambiental.
Pandemia y educación ambiental
Durante el 2020, transitando las etapas de aislamiento y posteriormente de distanciamiento social, frente a la pandemia, se diseñaron itinerarios y trayectos formativos como propuesta pedagógica, para realizar recorridos teóricos y conceptuales en la temática que nos convoca.
En primer lugar, a través de dispositivos diseñados para tal fin, la Secretaría de Educación de CTERA y varias entidades de base generaron instancias de formación con la metodología co-autoasistida, para que el profesorado la vivencie como una invitación al estudio y formación permanente, sin sentirse presionado por requerimientos que pudieran determinar una sobrecarga para el trabajo docente. Esos formatos pedagógicos permitieron una aproximación a procesos reflexivos sobre la práctica educativa, en función de intereses y motivaciones personales, de manera autorregulada.
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What are good examples of environmental education?
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En un segundo momento, y, en articulación con el INFoD (Instituto Nacional de Formación Docente), CTERA profundizó la propuesta, avanzando en la formulación de un curso tutorizado.
En ambas situaciones se consideró necesario retomar las particulares condiciones que conlleva la problematización del curriculum de la Formación Docente, a partir de las situaciones que atiende y analiza, la complejidad de los fenómenos que entraña y las prácticas de sentido, intervención, investigación, extensión y trascendencia, que permiten su interacción en y con las comunidades de origen.
Ley Pino Solanas
El Congreso de la Nación Argentina aprobó recientemente la Ley Nacional de Educación Ambiental Integral. Esta ley, que lleva el nombre del cineasta argentino, Pino Solanas, plantea una política pública nacional “permanente, transversal e integral” en todos los establecimientos educativos del país. Comprende la interdependencia de todos los elementos que conforman e interactúan en el ambiente; el respeto y valor de la biodiversidad; la equidad; el reconocimiento de la diversidad cultural; el cuidado del patrimonio natural y cultural y el ejercicio del derecho a un ambiente sano.
La ley propone crear la Estrategia Nacional de Educación Ambiental Integral. Promueve la elaboración y el desarrollo de Estrategias Jurisdiccionales y, además, plantea el Compromiso Ambiental Intergeneracional. También contempla la implementación en la agenda educativa de acciones de mejora institucional. Afirma que toda propuesta educativa debe sustentarse a través de la educación de la juventud y la niñez. Este proyecto explicita una política pública que refuerza el paradigma de la participación ciudadana para la sostenibilidad.
Educación ambiental, educación para la vida
Pensamos que cualquier propuesta, proyecto o programa de educación ambiental para el desarrollo sostenible que llevemos adelante, debe interactuar necesariamente con la historia, las trayectorias, los proyectos institucionales, sus actores, sus proyecciones locales y regionales que van a otorgarle sentido y singularidad.
Una Educación Ambiental desde el paradigma del Pensamiento Ambiental Latinoamericano, permite poner en diálogo los saberes de la comunidad, recuperando sus voces, trayectorias, expectativas, experiencias, demandas, inquietudes y propuestas para visibilizar los conflictos ambientales en territorio, desmontando prácticas naturalizadas cotidianamente, generando diálogo y articulación de saberes disciplinares con la intención de reconceptualizar y desnaturalizar nuestras prácticas.
Para CTERA, la Educación Ambiental para el desarrollo sostenible es formación de criterios en clave ambiental, es sensibilización ante los conflictos ambientales, es comprensión de la complejidad ambiental, es creatividad, asombro, empatía, es pensar inter-relacionadamente, es aprender con y desde la vida.
Es una propuesta conceptual que integra y se entreteje con lo metodológico, por eso es muy importante el cómo ponemos a disposición los contenidos, el modo en que presentamos las dinámicas y propuestas de trabajo y fomentamos la participación, desde el diseño de:
* Actividades lúdicas que permiten la expresión de nuestras sensaciones y emociones, nuestros sentipensares,
* Acciones que permiten el desarrollo de propuestas donde la identidad se expresa de manera artística y creativa,
* Ceremonias ancestrales que se materializan poniendo de manifiesto la necesidad de re-vincularnos con la naturaleza, reconociéndonos como hijos de la Madre Tierra,
* Participaciones en actividades de plantación de árboles, compostaje, reciclaje, recuperación de materiales, campamentos, etc.
Las estrategias didácticas que podemos utilizar como trabajadores y trabajadoras de la educación ambiental para abordar los temas, problemas, conflictos que nos convocan e interpelan, constituyen una construcción continua, y en ella confluyen multiplicidad de búsquedas, en un proceso de retroalimentación entre la cultura y la naturaleza, docentes, estudiantes, la escuela y la comunidad, generando procesos creativos y comprometidos con la realidad, promoviendo la construcción de procesos de enseñanza – aprendizaje destinados a alcanzar una sociedad basada en la justicia ambiental, social y, por supuesto, curricular.