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El Páramo De Sumapaz, Será Escenario Del Cine Colombiano

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Un artículo de El Cine Suma Paz

La protección del medioambiente, la participación ciudadana y la cultura de paz, serán los temas principales de la primera edición del Festival Internacional El Cine Suma Paz.

* El festival se realizará del 10 al 25 de septiembre, tendrá 10 escenarios presenciales y una plataforma de acceso mundial a los contenidos del festival.

* El Festival, organizado por la Fundación Cine Social, dispone de escenarios presenciales y digitales de formación, creación, transmisión, promoción y circulación de contenidos audiovisuales y cinematográficos.

Bogotá, D.C, agosto de 2021. El último gran páramo del mundo, El páramo de Sumapaz, será el escenario de la primera edición del Festival Internacional de cine “El Cine Suma Paz” que tiene como objetivo generar espacios de reflexión a través del cine que permitan acercar a la audiencia internacional la discusión sobre la protección del medio ambiente, y la cultura de paz.

(Nota del editor. El escenario, el Páramo de Sumapaz, es un ecosistema único de gran altitud en Colombia, por encima de la línea de árboles).

En esta oportunidad, la programación se ha realizado de forma híbrida del 10 al 25 de septiembre, con actividades presenciales y virtuales. Este proyecto nació como una iniciativa de la Fundación Cine Social con la intención de contar historias que hablan sobre la protección del medio ambiente y la cultura de paz. 

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Question for this article:

What is the relation between the environment and peace

Film festivals that promote a culture of peace, Do you know of others?

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La primera edición del Festival contará con muestras internacionales, espacios académicos y una selección oficial compuesta por 80 películas de todo el mundo con las que se busca posicionar al cine como una herramienta que despierte la conciencia sobre la protección del medioambiente y la cultura de paz entre los seres humanos y los ecosistemas que lo rodean.

Cabe resaltar que este festival se desarrolla en un contexto social complejo, en el que el país supera los 100 líderes sociales asesinados. “El Cine Suma Paz es un espacio con el que buscamos reafirmar nuestro compromiso con la educación ambiental, con la defensa del medio ambiente y con las personas que luchan por las transformaciones sociales y ambientales, desde diferentes lugares del mundo”, manifestó Cristhian Ossa, Director de la Fundación Cine Social.

“Creemos que esta es una gran oportunidad para visibilizar las historias de la comunidad y la relación entre la protección de nuestro entorno y la cultura de paz. En estos tiempos donde los colombianos atravesamos una división tan profunda, necesitamos generar puentes de comunicación y diálogo entre nosotros, además nutrirnos de experiencias relacionadas a las temáticas del festival en donde el mundo ya ha explorado caminos y soluciones históricas, las cuales a veces no conocemos e imposibilitan implementarlas en nuestra cotidianidad.” añadió Ossa.

Por otra parte, en el marco del festival, se crearon contenidos cinematográficos, uno de ellos es Pico de Plata, que relata la historia de un grupo de campesinos que libraron una batalla histórica para proteger al cerro Pico de Plata de la explotación minera en Fusagasugá. Este cortometraje se estrenará el 10 de septiembre en la ceremonia inaugural del Festival.

Cabe señalar que en el marco del festival se realizarán exhibiciones de las películas en las comunidades que integran la Provincia del Sumapaz, Municipios de Cundinamarca y la ciudad de Bogotá, de igual manera, durante el desarrollo del festival, se contará con una plataforma que permitirá reproducir las películas y los contenidos del festival sin ningún costo en cualquier país del mundo. 

Para mayor información visitar www.elcinesumapaz.com.

Argentina: Docentes lideran estrategia nacional de Educación Ambiental Integral

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Un artículo por Graciela Mandolini para Internacional de la Educación

Habitamos un tiempo histórico en el que se expresan constantemente emergencias de todo tipo: ambiental, climática, energética, sanitaria, económica… Todas ellas confluyen en lo que muchos autores definen como una crisis civilizatoria. La agenda ambiental viene marcando el pulso y los conflictos ambientales han irrumpido en el escenario escolar, al presentarse con una velocidad y persistencia sin precedentes.

Si entendemos la educación como un proceso en construcción permanente, podríamos decir que el profesorado en Argentina se encuentra llevando a cabo algunas acciones importantes en materia de educación ambiental integral. Estas incluyen intervenciones en los diseños curriculares, así como en proyectos y programas tendientes a incorporar la dimensión ambiental para el desarrollo sustentable como parte de las propuestas de enseñanza – aprendizaje.

Escuela de Formación Pedagógica y Sindical

Desde hace 25 años, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) ha generado procesos de formación docente en Educación Ambiental: posgrados y especializaciones en educación ambiental para el desarrollo sustentable en convenio con universidades públicas, encuentros presenciales con docentes en actividad, proyectos, programas y acciones en educación ambiental para estudiantes de profesorado, de nivel secundario… También se han organizado actividades prácticas, recreativas y de aprendizaje como plantaciones de árboles, actividades de compostaje, etc.

Desde el sindicato, se ha trabajado con convicción en un proyecto destinado a generar espacios de construcción de conocimientos para favorecer el diálogo de saberes y el desarrollo de competencias, consolidando la formación del profesorado de todos los niveles y modalidades del sistema educativo formal, con la intención de propiciar una educación ambiental para el desarrollo sostenible.

Este tema ha constituido uno de los pilares fundamentales en relación con las acciones de formación que se promovieron desde la Escuela de Formación Pedagógica y Sindical “Marina Vilte” de nuestra organización.

En una primera instancia (finales de la década del 90), CTERA formuló una propuesta de formación, con alcance de Especialización Superior en Educación en Ambiente para el desarrollo sostenible, en convenio con una universidad pública que, dictada a nivel nacional a través de sus entidades de base, se constituyó en el espacio de formación de más de 4,000 docentes especializados en Educación Ambiental.

Pandemia y educación ambiental

Durante el 2020, transitando las etapas de aislamiento y posteriormente de distanciamiento social, frente a la pandemia, se diseñaron itinerarios y trayectos formativos como propuesta pedagógica, para realizar recorridos teóricos y conceptuales en la temática que nos convoca.

En primer lugar, a través de dispositivos diseñados para tal fin, la Secretaría de Educación de CTERA y varias entidades de base generaron instancias de formación con la metodología co-autoasistida, para que el profesorado la vivencie como una invitación al estudio y formación permanente, sin sentirse presionado por requerimientos que pudieran determinar una sobrecarga para el trabajo docente. Esos formatos pedagógicos permitieron una aproximación a procesos reflexivos sobre la práctica educativa, en función de intereses y motivaciones personales, de manera autorregulada.

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What are good examples of environmental education?

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En un segundo momento, y, en articulación con el INFoD (Instituto Nacional de Formación Docente), CTERA profundizó la propuesta, avanzando en la formulación de un curso tutorizado.

En ambas situaciones se consideró necesario retomar las particulares condiciones que conlleva la problematización del curriculum de la Formación Docente, a partir de las situaciones que atiende y analiza, la complejidad de los fenómenos que entraña y las prácticas de sentido, intervención, investigación, extensión y trascendencia, que permiten su interacción en y con las comunidades de origen.

Ley Pino Solanas

El Congreso de la Nación Argentina aprobó recientemente la Ley Nacional de Educación Ambiental Integral. Esta ley, que lleva el nombre del cineasta argentino, Pino Solanas, plantea una política pública nacional “permanente, transversal e integral” en todos los establecimientos educativos del país. Comprende la interdependencia de todos los elementos que conforman e interactúan en el ambiente; el respeto y valor de la biodiversidad; la equidad; el reconocimiento de la diversidad cultural; el cuidado del patrimonio natural y cultural y el ejercicio del derecho a un ambiente sano.

La ley propone crear la Estrategia Nacional de Educación Ambiental Integral. Promueve la elaboración y el desarrollo de Estrategias Jurisdiccionales y, además, plantea el Compromiso Ambiental Intergeneracional. También contempla la implementación en la agenda educativa de acciones de mejora institucional. Afirma que toda propuesta educativa debe sustentarse a través de la educación de la juventud y la niñez. Este proyecto explicita una política pública que refuerza el paradigma de la participación ciudadana para la sostenibilidad.

Educación ambiental, educación para la vida

Pensamos que cualquier propuesta, proyecto o programa de educación ambiental para el desarrollo sostenible que llevemos adelante, debe interactuar necesariamente con la historia, las trayectorias, los proyectos institucionales, sus actores, sus proyecciones locales y regionales que van a otorgarle sentido y singularidad.

Una Educación Ambiental desde el paradigma del Pensamiento Ambiental Latinoamericano, permite poner en diálogo los saberes de la comunidad, recuperando sus voces, trayectorias, expectativas, experiencias, demandas, inquietudes y propuestas para visibilizar los conflictos ambientales en territorio, desmontando prácticas naturalizadas cotidianamente, generando diálogo y articulación de saberes disciplinares con la intención de reconceptualizar y desnaturalizar nuestras prácticas.

Para CTERA, la Educación Ambiental para el desarrollo sostenible es formación de criterios en clave ambiental, es sensibilización ante los conflictos ambientales, es comprensión de la complejidad ambiental, es creatividad, asombro, empatía, es pensar inter-relacionadamente, es aprender con y desde la vida.

Es una propuesta conceptual que integra y se entreteje con lo metodológico, por eso es muy importante el cómo ponemos a disposición los contenidos, el modo en que presentamos las dinámicas y propuestas de trabajo y fomentamos la participación, desde el diseño de:

* Actividades lúdicas que permiten la expresión de nuestras sensaciones y emociones, nuestros sentipensares,

* Acciones que permiten el desarrollo de propuestas donde la identidad se expresa de manera artística y creativa,

* Ceremonias ancestrales que se materializan poniendo de manifiesto la necesidad de re-vincularnos con la naturaleza, reconociéndonos como hijos de la Madre Tierra,

* Participaciones en actividades de plantación de árboles, compostaje, reciclaje, recuperación de materiales, campamentos, etc.

Las estrategias didácticas que podemos utilizar como trabajadores y trabajadoras de la educación ambiental para abordar los temas, problemas, conflictos que nos convocan e interpelan, constituyen una construcción continua, y en ella confluyen multiplicidad de búsquedas, en un proceso de retroalimentación entre la cultura y la naturaleza, docentes, estudiantes, la escuela y la comunidad, generando procesos creativos y comprometidos con la realidad, promoviendo la construcción de procesos de enseñanza – aprendizaje destinados a alcanzar una sociedad basada en la justicia ambiental, social y, por supuesto, curricular.

Colombia: Impulse Travel: Un turismo sostenible que apuesta por la Paz

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An article from Caracol Radio

Impulse Travel una empresa de turismo sostenible que desde hace 10 años trabajan en la industria, fue galardonada en la categoría de “Paz, Justicia Social e Instituciones Sólidas” en el SDGs Global Startup Competition, competencia de la Organización Mundial del Turismo (OMT).

Esta empresa a partir de la firma del Acuerdo de Paz, se enfocaron en la construcción de paz, por eso han vinculado a distintas poblaciones relacionadas con el posconflicto en procesos de paz, productividad y sostenibilidad añadiéndolas a su cadena valor y dándoles participación en el mercado.

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Questions for this article:

How can tourism promote a culture of peace?

What is happening in Colombia, Is peace possible?

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“Nosotros vemos a estas comunidades como socios, que se desarrollan como un emprendimiento social que hacen parte de la cadena de Valor. Son líderes sociales que ya lideran cambios en una comunidad, pueden ser productivos, culturales, gastronómicos (…) buscamos estos proyectos de transformación social y lo adaptamos a nuestro negocio”, asegura Rodrigo Atuesta CEO de Impulse Travel.

Por otro lado, Lizeth Riaño, líder de estrategia y producto de impacto, ve en el turismo sostenible “ una oportunidad para convencer a los viajeros, cuando hay más llegada de turismo a estas comunidades, hay más forma de generar ingresos para los territorios. Lo vemos como una oportunidad y un reto, para convencer a los colombianos de que conozcan estas regiones e inviertan en ellas”

Desde la empresa aseguran que no son experiencias para todo el mundo, ya que la mayoría de visitantes de afuera vienen por primera vez y tienen muy claro el tipo de experiencias que quieren vivir. “Lo más importante es encontrar la audiencia que vibra con la misma frecuencia que nosotros”, continúa Atuesta.

Este año luego de un 2020 de pandemia se encuentran trabajando en una rama dedicada a encontrar esas iniciativas en las comunidades en proceso de transformación social, y darle apoyos integrales no relacionados a la dimensión turística. Lo cual es una oportunidad muy grande para entender cómo funcionan las iniciativas y vincularlas de forma directa al mercado. 

Profundas fracturas sociales ponen a las personas y al planeta en riesgo de colisión, según el PNUD

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Un artículo de la Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

La pandemia de la COVID-19 constituye la crisis más reciente que ha enfrentado el mundo, pero no será la última a menos que los humanos moderemos las presiones que ejercemos sobre el planeta. Así lo señala el recién publicado informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que incluye un nuevo índice experimental sobre progreso humano en el que se integran las emisiones de dióxido de carbono y la huella material de los países (una medida de la extracción de materias primas en el mundo para cubrir la demanda nacional).


LALS STOCK/shutterstock.com

El Informe presenta a los líderes mundiales una cruda realidad: o toman medidas contundentes para reducir la inmensa presión que estamos ejerciendo sobre el medio ambiente y el mundo natural, o el progreso de la humanidad se detendrá.

“El poder que ejercemos los humanos sobre el planeta no tiene precedentes. Frente a la COVID-19, temperaturas que rompen registros históricos, y una desigualdad que se reproduce, ha llegado la hora de utilizar ese poder para redefinir lo que entendemos como progreso, de manera que nuestras huellas de carbono y de consumo dejen de permanecer ocultas”, dice Achim Steiner, Administrador del PNUD.

“Tal y como revela este Informe, ningún país en todo el mundo ha logrado alcanzar un desarrollo humano muy alto sin ejercer una presión desestabilizadora sobre el planeta. Sin embargo, podemos ser la primera generación en corregir el rumbo. Esa es la próxima frontera del desarrollo humano”, añade el Administrador.


El Informe considera que las personas y el planeta estamos entrando en una era geológica completamente nueva, el Antropoceno o era de los seres humanos. En este contexto, los autores afirman, ha llegado la hora de que todos los países, ricos y pobres, rediseñen sus trayectorias de progreso asumiendo de manera plena, el estrés que estamos ejerciendo sobre la Tierra, y desmantelando los enormes desequilibrios de poder y de oportunidades que impiden el cambio.

La edición del 30 aniversario del Informe sobre Desarrollo Humano, “La próxima frontera: desarrollo humano y el Antropoceno”, introduce una variante experimental del Índice de Desarrollo Humano (IDH).

Al ajustar el IDH, que mide la salud, la educación y el nivel de vida de los países, para incorporar otros dos elementos — las emisiones de dióxido de carbono y la huella material de los países— el nuevo índice ilustra la transformación que podría darse en el ámbito del desarrollo si tanto el bienestar de las personas como la integridad del planeta fueran considerados de manera conjunta como piedras angulares de la definición de progreso humano.

El Índice de Desarrollo Humano ajustado por presiones planetarias (PHDI, por sus siglas en inglés) saca a la luz un nuevo panorama mundial con una perspectiva menos idílica y más sincera sobre el progreso humano. Por ejemplo, más de 50 países abandonan el grupo de desarrollo humano muy alto, como reflejo de su dependencia de los combustibles fósiles y su huella material.

A pesar de estos ajustes, países como Costa Rica, Moldavia y Panamá suben al menos 30 puestos, mostrando que es posible reducir la presión sobre el planeta.

“El Informe sobre Desarrollo Humano es un producto importante de las Naciones Unidas. En una época en la que es necesario actuar, la nueva generación de Informes sobre Desarrollo Humano, con especial énfasis en las cuestiones más críticas de nuestra época, como el cambio climático y las desigualdades, nos ayuda a orientar nuestros esfuerzos para avanzar hacia el futuro que deseamos”, dice Stefan Löfven, Primer Ministro de Suecia, país anfitrión del lanzamiento del Informe.

Según el Informe, la próxima frontera del desarrollo humano exigirá trabajar con —y no contra— la naturaleza, al mismo tiempo que transformamos las normas sociales, los valores y los incentivos gubernamentales y financieros.

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Question for this article:

Despite the vested interests of companies and governments, Can we make progress toward sustainable development?

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Por ejemplo, nuevas estimaciones prevén que en el año 2100 los países más pobres del mundo podrían experimentar hasta 100 días anuales más de clima extremo debido al cambio climático, cifra que podría rebajarse a la mitad de implementarse plenamente el Acuerdo de París.

A pesar de esto, se siguen subsidiando los combustibles fósiles: según datos del FMI mencionados en el Informe, se calcula que el costo total para las sociedades derivado de subsidios públicos a los combustibles fósiles —incluidos los costos indirectos— supera los US$ 5 billones anuales, lo que equivale al 6,5% del PIB mundial.

En cambio, las medidas relacionadas con la reforestación y la mejora del cuidado de los bosques podrían cubrir por sí solas, aproximadamente, la cuarta parte de las acciones necesarias antes de 2030 para evitar un aumento global de temperaturas de 2°C respecto a niveles preindustriales.

“Aunque la humanidad ha cosechado logros increíbles, está claro que hemos dado por sentado que el planeta no tiene límites”, dice Jayathma Wickramanayake, Enviada para la Juventud del Secretario General de las Naciones Unidas. “La juventud del mundo ha levantado la voz porque se da cuenta de que esta forma de actuar pone en peligro nuestro futuro colectivo. Como deja claro el Informe sobre Desarrollo Humano 2020, es preciso transformar nuestra relación con el planeta, es decir, hacer sostenible el consumo de energía y de materiales, y garantizar que todas las personas jóvenes reciban educación y sean empoderadas para apreciar las maravillas que puede proporcionar un mundo sano”.

La manera en la que las presiones que se ejercen sobre el planeta impacta y condiciona la vida de las personas está ligada al funcionamiento de las sociedades, según Pedro Conceição, Director de la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD. Y en este momento, profundas fracturas sociales están poniendo a las personas y al planeta en riesgo de colisión.

El Informe muestra que las desigualdades entre países y dentro de ellos, con sus profundas raíces en el colonialismo y el racismo, derivan en que las personas que más tienen capturan los beneficios de la naturaleza y exportan los costos. Esto ahoga las oportunidades para las personas que tienen menos y limita drásticamente su capacidad de actuar ante esta situación.

Por ejemplo, la labor de protección de la tierra que ejercen las poblaciones indígenas del Amazonas absorbe, en términos per cápita, el dióxido de carbono equivalente al producido por el 1% más rico de la población mundial. A pesar de esto, las poblaciones indígenas continúan sufriendo dificultades, persecución, y discriminación en muchas partes del mundo y apenas tienen presencia en la toma de decisiones.

Además, señalan los autores, en muchos casos la discriminación de origen étnico provoca graves consecuencias en las comunidades y las deja expuestas a importantes riesgos ambientales, como la presencia de residuos tóxicos o una contaminación excesiva, una tendencia que se ve reproducida en las zonas urbanas en distintos continentes.

Según el Informe, para aliviar las presiones planetarias de forma que todas las personas puedan prosperar en esta nueva era, es preciso desmantelar los enormes desequilibrios de poder y de oportunidades —que obstaculizan las transformaciones necesarias.

El Informe añade que estas desigualdades podrían abordarse con actuaciones desde el sector público, y ofrece ejemplos que van desde la aplicación de regímenes fiscales más progresivos hasta la protección de las comunidades costeras a través de mecanismos de inversión preventiva y aseguramiento medidas que podrían llegar a proteger a 840 millones de habitantes en las zonas costeras de baja elevación de todo el mundo. Sin embargo, es preciso que los esfuerzos se realicen de manera concertada a fin de garantizar que las medidas que se tomen no contribuyan aún más al enfrentamiento de las personas con el planeta.

“La próxima frontera del desarrollo humano no debe entenderse como un dilema entre personas y el medioambiente, sino que se trata de reconocer que, hoy, el progreso humano sostenido por un crecimiento desigual y basado en el carbono es un ciclo completamente agotado”, dice Pedro Conceição, Director de la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD.

Y añade: “Si abordamos la desigualdad, sacamos el máximo provecho a las innovaciones, y trabajamos con la naturaleza, el desarrollo humano puede dar un paso transformativo que ayude tanto a las personas como al planeta”.

Para obtener más información acerca del Informe sobre Desarrollo Humano 2020 y del análisis del PNUD sobre el nuevo Índice de Desarrollo Humano ajustado por presiones planetarias: http://hdr.undp.org/en/2020-report.

(Gracias a Phyllis Kotite, el reporter para este artículo.)

FAO : Firme apoyo a la innovación y las tecnologías digitales en América Latina y el Caribe

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Un artículo de La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)

El 36.º período de sesiones de la Conferencia Regional de la FAO para América Latina y el Caribe  finalizó hoy con el acuerdo de Miembros de la FAO de aunar esfuerzos para combatir la enfermedad por coronavirus (COVID-19) y promover los sistemas agroalimentarios sostenibles por medio de la innovación, tecnologías digitales, asociaciones y mejoras en los datos, en especial con miras a reforzar las cadenas de valor alimentarias y apoyar a los pequeños agricultores y las comunidades más vulnerables.


El Director General de la FAO QU Dongyu y Edward Centeno Gadea, Ministro de Agricultura y Ganadería de Nicaragua y Presidente de la Conferencia.

Durante la reunión virtual, de tres días de duración (19-21 de octubre), organizada por el Gobierno de Nicaragua, los 33 Miembros en su conjunto, así como representantes de la sociedad civil y el sector privado, destacaron la importancia de desarrollar y aplicar enfoques innovadores para superar los retos en cuanto a la alimentación y la agricultura que se enfrentan en la región, especialmente en lo que respecta a la potenciación del uso de herramientas digitales.

“Necesitamos innovación, datos científicos y tecnologías digitales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, dijo el Director General de la FAO, Sr. QU Dongyu, durante el acto, destacando que la innovación y las tecnologías digitales “son el único camino por el que lograremos avanzar”.

Varios países de América Latina y el Caribe subrayaron que las políticas y programas destinados a promover las soluciones digitales deberían estar dirigidos especialmente a los pequeños y medianos agricultores familiares, salvando las brechas en la población rural y aprovechando su potencial para lograr un desarrollo inclusivo y sostenible. Se mencionó que la Plataforma Internacional para la Alimentación y la Agricultura Digitales, cuyo desarrollo dirigía la FAO, era un importante instrumento para intercambiar experiencias y coordinar la acción entre los países.

El Director General señaló que la tecnología digital también contribuía a lograr que la Conferencia Regional tuviera un impresionante éxito en cuanto a la asistencia, ya que había contado con un nivel de participación sin precedentes. Participaron en el acto un Primer Ministro, tres Ministros de Relaciones Exteriores, 50 ministros y 40 viceministros y otros 346 funcionarios gubernamentales, así como 103 observadores de una amplia variedad de sectores y organizaciones. Además, se estima que alrededor de 30 000 personas siguieron el desarrollo de la Conferencia a través de plataformas digitales.

“La FAO digital es más transparente, más abierta al diálogo y más inclusiva y, por sobre todas las cosas, puede atender en mayor medida las necesidades y prioridades de sus Miembros”, afirmó el Sr. Qu.

Asociaciones y datos mejorados

En la Conferencia Regional se afirmó que, durante la pandemia de la COVID-19, era fundamental fortalecer las asociaciones, el multilateralismo y la solidaridad internacional. En este sentido, los países acogieron con agrado el amplio Programa de la FAO de respuesta y recuperación de la COVID-19  y solicitaron el apoyo del organismo de las Naciones Unidas con miras al diseño, la aplicación y la evaluación de políticas y programas públicos. Se observó que estos deberían centrarse en la creación de empleo, la inclusión social y productiva, una alimentación saludable para toda la población, la alimentación escolar, el acceso al agua para la producción y el consumo y el aumento de la productividad.

“El Programa de la FAO de respuesta y recuperación de la COVID-19 ya se ha puesto en marcha. Debemos trabajar juntos para reducir al mínimo las repercusiones que la pandemia tendrá en nuestros sistemas alimentarios, nuestros medios de vida y nuestra salud”, dijo el Director General.

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What is the relation between movements for food sovereignty and the global movement for a culture of peace?

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Los países también destacaron la importancia de la recopilación y el análisis de datos para elaborar una nueva generación de políticas y programas públicos, así como de los acuerdos y alianzas entre los sectores público y privado y de las ciencias, las instituciones académicas y la sociedad civil, con miras a promover una gobernanza de los sistemas alimentarios que permita lograr dietas saludables y sistemas alimentarios sostenibles.

En este contexto, los países respaldaron la Iniciativa Mano de la mano  para promover mecanismos de cooperación eficaces entre los países beneficiarios y los países donantes, así como para movilizar recursos de instituciones financieras y el sector privado, especialmente en aras de reducir las brechas de desarrollo que afectan a los territorios rurales rezagados de la región. La Iniciativa cuenta con instrumentos de avanzada -la Plataforma geoespacial Mano de la mano  y el Laboratorio de datos para la innovación estadística- que prestan apoyo a los países y otras partes interesadas con la recopilación y el análisis de datos para la toma de decisiones y la evaluación de las repercusiones.

Transformar los sistemas alimentarios en favor de una mejor nutrición en la región

La Conferencia Regional celebró un acto especial organizado por el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial  (CSA) con la finalidad de tratar maneras de transformar los sistemas alimentarios y garantizar dietas saludables para todos, titulado “Impulsar la transformación de los sistemas alimentarios para lograr dietas sostenibles y saludables“.

La región de América Latina y el Caribe está experimentando una rápida transición nutricional. Desde 2014, el hambre ha vuelto a aumentar, afectando a otros 13 millones de personas, y es probable que la repercusión económica de la pandemia de la COVID-19 conduzca a un aumento de la incidencia del hambre. Hoy en día, casi 48 millones de personas padecen hambre en la región. Al mismo tiempo, los niveles de obesidad también están incrementándose, y afectan a alrededor del 25 % de la población.

“Debemos unir todos nuestros esfuerzos y trabajar juntos, ahora más que nunca antes”, dijo el Director General de la FAO, Sr. QU Dongyu, al inaugurar el acto especial. “Porque no vamos camino de erradicar el hambre, la inseguridad alimentaria y todas las formas de malnutrición para 2030. Y porque la pandemia de la COVID-19 llega en un momento en que la inseguridad alimentaria ya aumentaba en la región”.

Observó que la pandemia y las medidas de contención relacionadas eran especialmente perjudiciales para los pequeños Estados insulares en desarrollo, que dependen en gran medida de la importación de alimentos, y llamó a los países de la región a intensificar sus esfuerzos por lograr que los sistemas alimentarios sean más eficientes, saludables y sostenibles, destacando que la transformación de los sistemas agroalimentarios debería estar dirigida y controlada por los países.

Por su parte, el Presidente del CSA y Representante Permanente de Tailandia ante los organismos con sede en Roma, Sr. Thanawat Tiensin, señaló que todos los miembros del CSA están negociando actualmente las Directrices voluntarias del CSA sobre los sistemas alimentarios y la nutrición, que se prevé que serán aprobadas en la próxima sesión plenaria del CSA, en febrero de 2021. Instó a todas las partes interesadas, entre ellos los gobiernos, los parlamentarios, el sector privado y la sociedad civil, a mejorar la coordinación intersectorial en materia de políticas y a aunar esfuerzos para traducir las políticas en acción.

Durante el acto, se unieron al Director General de la FAO y el Presidente del CSA el Senador Jorge Pizarro, de Chile, Presidente del Parlamento de América Latina y el Caribe (PARLATINO); Marisa Macari, de El Poder del Consumidor (México), Representante del Mecanismo de la sociedad civil del CSA; y María Nelly Rivas, de Cargill, Representante del Mecanismo del sector privado del CSA, así como encargados de formular políticas y expertos de la región.

El CSA fue establecido en 1974 y es un organismo intergubernamental que sirve de foro en el sistema de las Naciones Unidas para el examen y el seguimiento de las políticas relativas a la seguridad alimentaria mundial. Se considera que es la plataforma más inclusiva del sistema de las Naciones Unidas.

En sus palabras de clausura ante la Conferencia Regional, el Presidente y Ministro de Agricultura y Ganadería de Nicaragua, Sr. Edward Centeno Gadea, subrayó la importancia de la labor de la FAO con vistas a prestar apoyo a las familias rurales, especialmente a aquellas más vulnerables, y afirmó que “combatir la pobreza es un acto de paz”.

Puede consultarse más información sobre la Conferencia Regional para América Latina y el Caribe aquí.

Trabajo: Democratizar, Desmercantilizar, Descontaminar

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Un manifiesto de Democratizing Work

El siguiente texto se publicó el 16 de mayo en 41 publicaciones, en 36 países de todo el mundo, en 25 idiomas, incluida la publicación en Le Monde, Die Zeit, The Guardian y The Boston Globe. Fue firmado por más de 3.000 académicos de 650 universidades de todo el mundo, como se detalla aquí.


(Imagen de Juan Carlos Marin)

¿Qué nos ha enseñado esta crisis? En primer lugar, que los seres humanos en el trabajo no pueden ser reducidos a meros “recursos”. El personal médico y farmacéutico, el personal de enfermería, de reparto, de caja… todas esas personas que nos han permitido sobrevivir durante este periodo de confinamiento son la viva muestra de ello. Esta pandemia ha revelado también cómo el trabajo en sí tampoco puede reducirse a mera “mercancía”. Los servicios de salud, atención y cuidados a colectivos vulnerables son actividades que deberíamos proteger de las leyes del mercado. De no hacerlo, correríamos el riesgo de acentuar aún más las desigualdades, sacrificando a las personas más débiles y necesitadas. ¿Qué hacer para evitar semejante escenario? Hay que permitir a los y las trabajadoras participar en las decisiones, es decir, hay que democratizar la empresa. Y hay también que desmercantilizar el trabajo, es decir, asegurar que la colectividad garantice un empleo útil a todas y todos. En este momento crucial, en el que nos enfrentamos al mismo tiempo a un riesgo de pandemia y a uno de colapso climático, estas dos transformaciones estratégicas nos permitirían no solo garantizar la dignidad de cada persona, sino también actuar colectivamente para descontaminar y salvar el planeta. 

Democratizar. Mientras quienes podemos, permanecemos confinadas, los (y especialmente, las) que forman parte del personal esencial, en particular las personas racializadas, migrantes y que trabajan en la economía informal, se levantan cada día para prestar servicio a los y las demás. Ellas son prueba de la dignidad del trabajo y de la ausencia de banalidad de su función, y demuestran un hecho clave que el capitalismo, en su afán por transformar a los seres humanos en meros “recursos”, intenta siempre invisibilizar: y es que, sin personas dispuestas a invertir su trabajo, no hay producción ni servicio que valga.

Por otra parte, los confinados (y, en especial, las confinadas) están movilizando todo lo que está en su mano para lograr, desde sus domicilios, mantener la actividad de sus organizaciones, demostrando así de forma masiva que quienes suponen que la gran preocupación de un empresario debe ser no perder de vista a un trabajador indigno de confianza para controlarlo mejor, están profundamente equivocados. Cada día, los y las trabajadoras evidencian que no son una “parte interesada” cualquiera de la empresa: son SU parte constitutiva. Sin embargo, se les niega aún con demasiada frecuencia el derecho a participar en el gobierno empresarial, monopolizado por quienes aportan capital.

Si nos preguntamos seriamente cómo podrían las empresas y la sociedad en su conjunto expresar su reconocimiento hacia los y las trabajadoras, parece evidente que tendría que aplanarse la curva para las remuneraciones más altas e iniciarse ésta desde un nivel más alto para el resto, pero dichos cambios no serían suficientes. Del mismo modo en que, después de las dos guerras mundiales, se otorgó el derecho de voto a las mujeres en reconocimiento de su contribución al esfuerzo de guerra, hoy resulta injustificable negarse a la emancipación de los y las inversoras de trabajo, y al reconocimiento de su ciudadanía en la empresa. Se trata de una transformación absolutamente necesaria.

En Europa, la representación de quienes invierten su trabajo en la empresa comenzó a establecerse a través de comités de empresa al acabar la Segunda Guerra Mundial. Pero estas “Cámaras” de representación de los y las trabajadoras se han quedado en órganos muy débiles, dependientes de la buena voluntad de los equipos de dirección designados por el accionariado. Estas Cámaras han sido incapaces de bloquear la dinámica propia del capital, que busca acumular para sí mismo, mientras destruye el planeta. Estas Cámaras de representación de los y las trabajadoras deberían en lo sucesivo ser dotadas de derechos similares a los de los consejos de administración, con el fin de someter el gobierno empresarial (es decir, la dirección al más alto nivel) a un sistema de doble mayoría.

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Question for this article:

Despite the vested interests of companies and governments, Can we make progress toward sustainable development?

How can we work together to overcome this medical and economic crisis?

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En Alemania, Países Bajos y los países escandinavos, las diferentes formas de cogestión o codecisión (Mitbestimmung) que se pusieron progresivamente en marcha después de la Segunda Guerra Mundial representaron una etapa crucial, pero aún no basta para generar una verdadera ciudadanía en la empresa. Incluso en Estados Unidos, donde el derecho de sindicalización ha sido vigorosamente combatido, surgen hoy voces que piden otorgar a quienes invierten en trabajo el derecho de elegir representantes que cuenten con una mayoría cualificada en el seno de los consejos de administración. Nombrar al Director (o, mejor aún, a la directora) General, decidir sobre la estrategia empresarial, o sobre cómo se reparten los beneficios, son todas ellas cuestiones demasiado importantes como para ser dejadas exclusivamente en manos de la representación accionarial. Quienes invierten en la empresa su trabajo, su salud, y, en definitiva, su propia vida, deben tener asimismo la posibilidad de validar colectivamente tales decisiones. 

Desmercantilizar. Esta crisis ilustra también hasta qué punto el trabajo no debería tratarse como mercancía. La crisis demuestra que no podemos dejar decisiones colectivas tan importantes en manos de los mecanismos del mercado. La creación de puestos de trabajo en los sectores de cuidados y de atención primaria, o el abastecimiento de material y equipos de emergencia llevan años sometidos a la lógica de la rentabilidad, y esta crisis no hace sino sacarnos del engaño. Nuestras decenas de miles de fallecidos nos recuerdan que hay necesidades colectivas estratégicas que debieran quedar inmunizadas ante la mercantilización. Quienes aún afirmen lo contrario son ideólogos que nos ponen a todos en grave peligro. La lógica de la rentabilidad no puede decidirlo todo. Al igual que ciertos sectores han de protegerse de las leyes del mercado no regulado, también ha de poder garantizarse a cada cual un trabajo digno.

Una forma de alcanzar ese objetivo es a través de una Garantía de empleo, que ofrezca la posibilidad a cada ciudadano y ciudadana de tener un empleo. El artículo 23 de la Declaración Universal de los derechos humanos consagra el derecho al trabajo, a un trabajo libremente elegido, a condiciones de trabajo justas y satisfactorias, y a una protección contra el desempleo. En este sentido, la Garantía de empleo permitiría no solo que toda persona se ganara la vida dignamente, sino también que, colectivamente, multiplicáramos nuestras fuerzas para responder mejor a las numerosas necesidades sociales y medioambientales a las que nos enfrentamos. Una Garantía de Empleo puesta a disposición de las comunidades y administraciones locales permitiría, en concreto, contribuir a evitar el colapso climático, y al mismo tiempo garantizar un futuro digno a todas las personas. La Unión Europea debería poner los medios necesarios para impulsar semejante proyecto en el marco de su Green Deal. Si revisara la misión de su Banco Central, para que éste pudiera financiar tal programa, necesario para nuestra supervivencia, la UE se ganaría la legitimidad en la vida de todos y cada uno de los ciudadanos y ciudadanas de la Unión. Ofreciendo una solución anticíclica al choque que se avecina en términos de desempleo, la UE demostraría su compromiso con la prosperidad social, económica y ecológica de nuestras sociedades democráticas. 

Descontaminar.  No repitamos los errores de 2008: aquella crisis se saldó con el rescate incondicional del sector financiero, profundizando la deuda pública. Si nuestros estados vuelven hoy a intervenir la economía, es importante que al menos pueda exigirse a las empresas beneficiarias su adecuación al marco general de la democracia. El Estado, en nombre de la sociedad democrática a la cual sirve y que lo constituye, y en nombre también de su responsabilidad para velar por nuestra supervivencia medioambiental, debe condicionar su intervención a cambios en la orientación estratégica de las empresas intervenidas. Más allá del cumplimiento de estrictas normas medioambientales, debe imponer condiciones de democratización en cuanto al gobierno interno de las empresas. Porque las empresas mejor preparadas para impulsar la transición ecológica serán, sin lugar a duda, las que cuenten con gobiernos democráticos; aquellas en las que tanto inversoras de capital como de trabajo puedan hacer oír su voz y decidir de común acuerdo las estrategias a poner en práctica. Esto no debe sorprender: bajo el régimen actual, el compromiso capital/trabajo/planeta resulta siempre desfavorable al trabajo y al planeta. Como han demostrado los ingenieros de la Universidad de Cambridge Cullen, Allwood y Borgstein (Envir. Sc. & Tech. 2011 45, 1711–1718), si se establecieran “modificaciones realizables en los procesos productivos”, podría ahorrarse un 73% del consumo mundial de energía. Pero estos cambios implicarían más mano de obra, y decisiones a menudo más costosas a corto plazo. Mientras las empresas sigan administrándose exclusivamente en beneficio de quienes aportan capital, ¿de qué lado creen ustedes que se decantará la decisión, en un momento en que el coste de la energía es irrisorio?

A pesar de los desafíos que tales cambios implican, algunas cooperativas o empresas de la economía social y solidaria, proponiéndose objetivos híbridos (financieros a la par que sociales y medioambientales), y desarrollando gobiernos internos más democráticos, han demostrado ya que ésta es una vía creíble.

No nos hagamos ilusiones. Dejados a su suerte, la mayor parte de quienes aportan capital no se preocuparán ni de la dignidad de las personas que invierten su trabajo, ni de la lucha contra el colapso climático. Tenemos, en cambio, otro escenario mucho más esperanzador al alcance de la mano: democratizar la empresa y desmercantilizar el trabajo. Lo que nos permitirá descontaminar el planeta.

Manifiesto del Día de la Tierra – 22 de abril de 2020 :Un planeta Una salud; Haciendo la paz con la Tierra

. DESAROLLO SUSTENTABLE .

Un Manifiesto de Navdanya International por la coalición planetaria *

La pandemia del virus Covid-19 Corona es una llamada de atención planetaria de la Tierra a la humanidad.

Nos recuerda que somos uno con la Tierra, no estamos separados/as de ella, que no somos sus amos/as, dueños/as y conquistadores/as, ni que somos superiores a otras especies, como el dogma antropocéntrico que nos quieren hacer creer.

La pandemia nos recuerda que violamos los derechos de la Tierra y de todas sus especies por nuestra cuenta y riesgo, y que sería prudente que consideráramos los conocimientos y la sabiduría ancestrales de los pueblos originarios, guardianes de la Tierra a lo largo de los tiempos, cuyo profundo respeto por la Tierra se basa en la conciencia de la interconexión de toda la vida. Dañar una parte significa dañar el todo.

Esta pandemia no es un “desastre natural”, al igual que la crisis de la extinción de especies y los extremos climáticos no son “desastres naturales”. Las epidemias de enfermedades emergentes son antropogénicas – causadas por actividades humanas.

La Tierra es una red de vida interconectada.

La emergencia sanitaria a la que nos enfrentamos como comunidad mundial está relacionada con la emergencia sanitaria a la que se enfrenta la Tierra: su constante degradación, la extinción y desaparición de especies y la emergencia climática. Cuando utilizamos venenos y agrotóxicos, como insecticidas y herbicidas para matar insectos y plantas en el modelo industrial de agricultura, producimos desertificación, contaminamos el agua, el suelo, el aire y destruimos la biodiversidad. Los agrotóxicos están llevando a la extinción a las especies, incluyendo a los agentes polinizadores, como hemos visto en la drástica disminución de las abejas. Cuando hacemos minería metalífera a cielo abierto utilizamos millones de litros de agua que es esencial para la vida humana y la naturaleza. Cuando practicamos la fractura hidráulica alteramos la conformación geológica y aumentamos el riesgo sísmico. Cuando quemamos el carbono que la tierra ha fosilizado durante 600 millones de años, violamos las fronteras planetarias. Al industrializar y globalizar nuestros sistemas alimentarios contribuimos hasta un 50% de los gases de efecto invernadero y el cambio climático es la consecuencia.

La ciencia nos informa de que a medida que invadimos los ecosistemas forestales, destruimos los hogares de las especies y manipulamos las plantas y los animales para obtener beneficios, creamos las condiciones para nuevas epidemias. En los últimos 50 años, han surgido hasta 300 nuevos patógenos. Está bien documentado que alrededor del 70 por ciento de los patógenos humanos, incluyendo el VIH, el Ébola, la Gripe, el MERS y el SRAS surgieron cuando los ecosistemas forestales fueron invadidos y los virus pasaron de los animales a los humanos.

Cuando los animales están hacinados en granjas industriales para maximizar las ganancias, nuevas enfermedades como la gripe porcina y la gripe aviar surgen y se propagan. La agricultura industrial intensiva con el uso de agrotóxicos y los sistemas alimentarios industriales dan lugar a enfermedades crónicas no transmisibles como malformaciones, cáncer, alteraciones endocrinas, diabetes, problemas neurológicos e infertilidad. Con las infecciones de Covid-19, la morbilidad aumenta dramáticamente con estas condiciones preexistentes.

Mientras afirma alimentar al mundo, la agricultura industrial ha empujado a miles de millones de seres humanos al hambre y este número está creciendo con el bloqueo mundial y la destrucción de los medios de vida”. Nuestra salud y la del planeta es una sola. Respetar los límites de los ecosistemas y la integridad de las especies es vital para proteger el planeta y nuestra salud. Las soluciones al cambio climático son también soluciones para evitar nuevas epidemias. En el debate sobre la cuestión del cambio climático no se puede evitar considerar cómo el modelo tecnológico y económico dominante, basado en los combustibles fósiles, no tiene en cuenta la finitud de los recursos de la Tierra. Una economía mundial basada en el mito del crecimiento y el apetito ilimitado por los recursos de la Tierra es la raíz de esta crisis sanitaria y de futuras crisis.

La respuesta holística e integrada a la emergencia sanitaria consiste en hacer una transición desde el paradigma de la agricultura y comercio globalizado intensivo en combustibles fósiles y productos químicos, con su pesada huella ecológica, a los sistemas ecológicos locales y biodiversos de producción y distribución de alimentos, para curar la Tierra y curarnos a nosotros mismos como parte de la Tierra.

Nuestro compromiso del Día de la Tierra: Regresar a la Tierra, en nuestras mentes, nuestras vidas

Durante la crisis del Covid-19 y mientras salimos de la Cuarentena necesitamos aprender definitivamente a proteger la Tierra, sus sistemas climáticos, los derechos y espacios ecológicos de diversas especies, y de diversas personas – indígenas, niños, niñas, jóvenes, mujeres, agricultores/as y trabajadores/as. Para la Tierra no hay especies prescindibles, no hay personas desechables. Todos pertenecemos y somos parte de la Tierra.

Para evitar futuras pandemias y hambrunas y un posible escenario de personas prescindibles, debemos ir más allá del sistema económico globalizado, industrializado y competitivo, que está incentivando el cambio climático, empujando a las especies a la extinción y propagando enfermedades que amenazan la vida. La localización deja espacio para que prosperen las diversas especies, las diversas culturas y las diversas economías locales vivas.

Debemos pasar de la economía de la codicia y el crecimiento ilimitado, de la competencia y la violencia, que nos han empujado a una crisis existencial, a una “Economía del Cuidado” – para la Tierra, para las personas y para todas las especies vivas. Debemos reducir nuestra huella ecológica, para dejar una parte justa de espacio ecológico para otras especies, todos los humanos y las generaciones futuras. Debemos dejar de ver los bienes comunes de la naturaleza como “recursos”, abandonar la visión utilitaria, colonial, capitalista y antropocéntrica que nos ha enseñado a nombrar los dones de la naturaleza como “recursos naturales”. Sólo así podremos reducir conscientemente nuestra huella ecológica: actuando responsablemente como los antepasados del futuro.

La emergencia sanitaria y el encierro han demostrado que cuando hay voluntad política, podemos desglobalizar. Hagamos permanente esta desglobalización de la 4 economía, y localicemos la producción de acuerdo con la filosofía de Gandhi del “Swadeshi” (basada en principios de autogobierno y autosuficiencia). Como muestra la pandemia, son las comunidades alimentarias locales las que pueden proporcionar y distribuir alimentos con regularidad, mientras que las cadenas alimentarias globalizadas, en algunas partes del mundo, se derrumbaron e incluso especularon con el aumento de los precios de los alimentos.

Contrariamente a lo que se nos hace creer, no es la globalización la que protege a las personas de las hambrunas, que ella misma produce y agrava, sino la soberanía alimentaria de los pueblos, en la que las personas a nivel comunitario tienen derecho a producir, elegir y consumir alimentos adecuados, sanos y nutritivos, en virtud de acuerdos de precios justos para la producción y el intercambio local. Los futuros sistemas alimentarios tienen que basarse en la soberanía de las semillas y la soberanía alimentaria, en economías locales circulares que devuelvan a la tierra, y con la garantía de precios justos a los productores.

La mente mecanicista que domina nuestras sociedades, crea beneficios corporativos y personales a través de la extracción y la manipulación. Las corporaciones y los multimillonarios que con sus acciones han declarado la guerra a la Tierra y han creado las múltiples crisis del mundo, se preparan ahora para la intensificación de la agricultura industrializada a través de la digitalización y la inteligencia artificial. Están imaginando un futuro de agricultura sin agricultores/as, y un futuro de alimentos falsos producidos en laboratorios. Estos acontecimientos profundizarán la crisis ecológica, destruyendo la biodiversidad y aumentando nuestra separación de la Tierra.

La comida es la red de la vida y hacer la paz con la Tierra comienza con la comida. Volvemos a la Tierra cuando cuidamos el suelo y la biodiversidad. Recordamos que somos humanos porque somos del “humus” – del suelo. Sólo nuestras mentes, corazones y manos trabajando junto con la Tierra, como parte integral de su creatividad, pueden sanar la Tierra, proveyéndonos a nosotros/as y a todas las demás especies de alimentos saludables.

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Question for this article:

What is the relation between movements for food sovereignty and the global movement for a culture of peace?

How can we work together to overcome this medical and economic crisis?

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Como nos ha enseñado nuestra experiencia junto con otras organizaciones y redes de concientización sobre la Tierra para la Libertad de Semillas y la Libertad de Alimentos, los sistemas alimentarios orgánicos, agroecológicos locales y biodiversos regeneran el 5 suelo, el agua y la biodiversidad y proporcionan alimentos sanos para todos/as y fortalecen el sistema inmunológico humano. La riqueza de la biodiversidad en nuestros bosques, huertas, alimentos y el propio microbioma intestinal conectan el planeta y sus diversas especies, incluidos los seres humanos. Así, la salud se convierte en el hilo conductor, al igual que la enfermedad del Coronavirus, hoy en día, nos muestra tan claramente.

La guerra contra la Tierra es una guerra contra el futuro de la humanidad.

Todas las emergencias que amenazan la vida en nuestros tiempos tienen sus raíces en una visión mecanicista, militarista y patriarcal del mundo, en la que los humanos están separados de la naturaleza, como amos de la Tierra que pueden poseer, manipular y controlar otras especies como objetos para obtener beneficios. También está arraigada en un modelo económico que considera los límites ecológicos y éticos como obstáculos que deben eliminarse en interés del beneficio y el poder corporativo desenfrenado.

Las predicciones científicas indican que si no detenemos esta guerra antropogénica contra la Tierra y su especie, pronto destruiremos las mismas condiciones que permitieron a los humanos evolucionar y sobrevivir. La codicia, la arrogancia y la irresponsabilidad humanas nos llevan a la próxima pandemia y finalmente a la extinción.

La Tierra refleja lo que somos. Nos muestra su interconexión y nos llama a empezar a reconocer sus diversas inteligencias vivientes: en la red alimentaria del suelo, en las plantas y animales, y en nuestros alimentos.

La Tierra ha enviado un diminuto virus invisible para ayudarnos a dar un salto cuántico y crear una nueva civilización planetaria y ecológica basada en la armonía con la naturaleza; hoy en día es un imperativo de supervivencia.

Nuestra resolución

Al firmar este manifiesto, nos comprometemos, como coalición planetaria, a instar y exhortar a las autoridades y representantes de los gobiernos de cada uno de nuestros países, ciudades, pueblos y comunidades, a que pasen del paradigma de ecocidio que hoy rige nuestros modelos de productividad, a un paradigma en el que la responsabilidad 6 ecológica y la justicia económica sean fundamentales para crear un futuro saludable y vibrante para la humanidad.

La verdadera acción contra el cambio climático significa dejar atrás nuestra civilización basada en la extracción de petróleo y avaricia e iniciar una nueva era de interconexión y cuidado de la Tierra. Pedimos el apoyo concertado de las comunidades, territorios y naciones que ponen la ecología en el centro de un paradigma de una nueva y justa economía del cuidado.

En el Día de la Tierra, pidamos disculpas por el daño que le hemos causado con la ilusión de la separación, creando paradigmas y herramientas violentas que han hecho la guerra contra la Tierra. Apreciemos su magnificencia y su belleza que tanto eleva nuestros espíritus y comprometámonos a hacer la paz con la Tierra y todas sus especies co-creando con ella sobre la base de sus leyes de la vida.

La Tierra nos ha dado un claro mensaje a través de la pandemia del Coronavirus. Es nuestro imperativo moral, dedicar este momento en el tiempo para hacer una transición a una civilización ecológica para que sembremos las semillas de un futuro común para la humanidad y todos los seres.

Juntos nos levantamos como Hijos de la Tierra!

Un llamado a la acción – Un planeta, una salud

Es hora de abandonar nuestros sistemas económicos intensivos en recursos y beneficios que han creado estragos en el mundo, alterando los ecosistemas del planeta y socavando los sistemas de salud, justicia y democracia de la sociedad.

La pandemia del Coronavirus y el consiguiente colapso económico mundial, así como el colapso de las vidas y los medios de subsistencia de millones de personas nos llama a tomar medidas urgentes. Preparémonos para una recuperación post Coronavirus en la que la salud y el bienestar de todos los pueblos y del planeta sean el centro de todas las políticas gubernamentales e institucionales, la construcción de comunidades y la acción cívica .

Las acciones para sembrar las semillas de una nueva Democracia de la Tierra incluyen:

> Promover y proteger la riqueza de la biodiversidad en nuestros bosques, nuestras huertas y alimentos para detener la destrucción de la tierra y la sexta extinción masiva.

> Dejar de subvencionar a la agricultura industrial y los sistemas insalubres que crean una carga de enfermedad. Las subvenciones públicas deben reorientarse hacia sistemas basados en la agroecología y la conservación de la biodiversidad, que proporcionan beneficios para la salud y protegen los bienes comunes.

> Poner fin a las subvenciones y a las nuevas inversiones en el sector de los combustibles fósiles, incluidos los insumos agrícolas basados en combustibles fósiles, como una verdadera acción climática.

> Dejar de favorecer la comida basura industrial y los sistemas de alimentos insalubres, ultraprocesados, basados en productos básicos tóxicos y nutricionalmente vacíos . ➢ Poner fin a los monocultivos, a la manipulación genética de plantas y a la cría industrial de animales que están propagando patógenos y resistencia a los antibióticos.

> Detener la deforestación, que se está expandiendo exponencialmente a través de los monocultivos industriales para los intereses corporativos. Los bosques son los pulmones de la Tierra.

> Practicar una agricultura sostenible basada en la integración de la diversidad de cultivos, árboles y animales.

> Salvar, cultivar y reproducir variedades de semillas tradicionales para salvaguardar la biodiversidad. Es necesario que se guarden no como piezas de museo en bancos de germoplasma, sino en bancos de semillas vivos que funcionen como base de un sistema de atención de la salud.

> Crear zonas, comunidades, huertas y sistemas alimentarios libres de venenos.

> Introducir políticas para evaluar los costos de los daños a la salud y al medio ambiente causados por los productos químicos y aplicar el principio de que quien contamina paga.

> La salud debe tener prioridad sobre los intereses de las empresas en lo que respecta al uso de productos químicos y plaguicidas en la alimentación y la agricultura. Debe aplicarse el principio de precaución.

> Transición de la globalización a la localización y hacer permanente la desglobalización. Detener la toma de posesión corporativa de nuestra alimentación y salud.

> Introducir economías circulares locales que aumenten el bienestar y la salud de las personas. ➢ Crear Huertas de Esperanza, Huertas de Salud en todas partes – en terrenos comunitarios, instituciones, escuelas, prisiones, hospitales en las ciudades y el campo.

> Dejar de utilizar el “Crecimiento” y el PIB como medidas de la salud de la economía. El PIB se basa en la extracción de recursos de la naturaleza y la riqueza de la sociedad.

> Adoptar el bienestar de los ciudadanos como medida de la salud de la economía.

Esperamos que se unan a nosotros en esta transformación para la esperanza y el cuidado de la Tierra. Para apoyarlo por favor vaya a este link. Invita a tus redes y amigues a sumarse y apoyar.

* * * * * * *

*La coalición planetaria incluye, entre otros,  Navdanya International,  Naturaleza de Derecho, Health of Mother Earth Foundation, Ifoam, Regeneration International, Third World Network, International Forum on Globalization, Biovision, Sarvodaya Movement, SAM-Sahabat Alam Malaysia and CAP-Consumers Association of Penang, Council of Canadians, Initiative for Health and Equity, Diverse Women for Diversity, Isde-International Society of Doctors for the Environment, Terra de Direitos, Conamuri – Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas, Acción Ecológica. También se unen al llamado líderes de renombre, científicos y ambientalistas que incluyen: Vandana Shiva, Nnimmo Bassey, Fernando Cabaleiro, Jerry Mander, Adolfo Perez Esquivel, Maude Barlow, André Leu, Hans R Herren, Satish Kumar.

España: Un grupo de profesores crea ‘Manifiesto para la Supervivencia del Planeta’

. DESAROLLO SUSTENTABLE .

Un artículo en El Adelantado

Un grupo de profesores y profesoras del Campus María Zambrano de la UVa en Segovia han redactado la ‘Declaración para la Supervivencia del Planeta’ en la que se comprometen a “defender con coherencia políticas de sostenibilidad ecológica y social”. Su objetivo es fomentar el debate social y la conciencia ciudadana para “evitar el progresivo deterioro del Planeta”.


El catedrático Agustín García Matilla es uno de los primeros firmantes. / N. LL.

Los promotores y primeros firmantes del manifiesto, entre los que se encuentra el catedrático de Comunicación de la Universidad de Valladolid, Agustín García Matilla, no buscan el respaldo de las instituciones, pero sí el mayor número de adhesiones entre profesorado y profesionales del mundo de la ciencia, de la cultura y de la comunicación. En todo caso y con la oportunidad que brindan las citas electorales, los profesores quieren recordar a todos los partidos políticos asuntos que trascienden a cualquier contienda electoral y presentan dilemas que afectan a la supervivencia del Planeta”, según comenta García Matilla.

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Question for this article:

How can we ensure that science contributes to peace and sustainable development?

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Problemas y desafíos

“El calentamiento global, los desequilibrios económicos que aumentan la desigualdad y educan en un afán de lucro desmedido; las crisis migratorias que son provocadas por las guerras; el hambre y la miseria, por ellas causadas; el secuestro de la política por líderes que han olvidado su obligación de servicio público; el uso de las religiones como instrumentos para la anulación del pensamiento autónomo y crítico y, en ocasiones, utilizadas para el fomento del fanatismo ; la falta de igualdad entre hombres y mujeres, son sólo algunos de los problemas que han contribuido a que nos encontremos en esta crisis que debemos atajar pues nos hallamos en momentos decisivos para evitar que el deterioro del planeta pueda resultar ya irreversible”, reza en el manifiesto.

Los creadores de este escrito defienden la política “para las personas” concebida como “servicio al bien común” y presidida por “un humanismo que haga de la cultural de la paz la principal aspiración de quienes habitan este mundo”. De igual forma los primeros siete firmantes — Marta Laguna, Mari Cruz Alvarado, Rocío Collado, Susana de Andrés, Alfonso Gutiérrez, Luis Torrego y Agustín García Matilla—reivindican el cumplimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, como punto de partida para un consenso político universal.

“El Planeta se juega su supervivencia y desde la educación, la ciencia y la cultura debemos actuar ya para ayudar a extender una corriente movilizadora del conjunto de la Humanidad”. Esta es la frase con la que comienza el escrito para el que sus creadores esperan un respaldo mayoritario con el fin de hacer oír una voz común de quienes consideran incuestionable garantizar las mismas oportunidades para hombres y mujeres, idénticas oportunidades para personas con diferentes capacidades; así como sueldos dignos y pensiones dignas.

Pacto

“Hacemos un llamamiento a todos los gobernantes y políticos del mundo para que nos comprometamos con la firma de un Pacto para la Supervivencia del Planeta. Los cambios deben llevarse a cabo sin dilación, interrumpiendo los ciclos de acelerada destrucción, acabando con los discursos del miedo y la justificación de la escalada armamentista. La no violencia, la cultura de paz y la aspiración a una Justicia Universal, son ya exigencias irrenunciables que deseamos liderar desde la educación, la ciencia y la cultura”, concluye el manifiesto.

La juventud española se rebela contra el cambio climático y comienzan las huelgas: “Viernes por el futuro”

. DESAROLLO SUSTENTABLE .

Un artículo de Simone Renn en La Politica

La juventud española reivindica poner en marcha y conseguir los 17 objetivos y metas de desarrollo sostenible de la ONU para el 2030.

Los jóvenes españoles han escuchado a la joven sueca Greta Thunberg, quien inició el año pasado las “Huelgas de los viernes por el cambio climático” y han decidido unirse a ella.


Video por los jovenes

A finales de agosto de 2018, esta joven activista se plantó cada día durante tres semanas frente al Parlamento de Suecia para pedir a su Gobierno que cumpliese con el Acuerdo de París sobre el clima. Greta también estuvo presente en la Cumbre del Clima de la ONU, COP24, que se celebró en la ciudad polaca de Katowice del 2 al 14 de diciembre, donde dijo alto y claro lo que pensaba y como deberíamos comenzar a actuar de inmediato para salvar la Tierra y salvar el futuro de los jóvenes de hoy.

(El artículo continúa en el lado derecho de la página)

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Question for this article:

Are we seeing the dawn of a global youth movement?

(Artículo continúa de la parte izquierda de la página)

Hace ocho semanas en España el colectivo “Juventud por el clima” formado por grupos de jóvenes que se unieron como colectivo el pasado febrero y que están organizados en asambleas. Estos jóvenes decidieron que que tenían que sentarse igual que lo estaban haciendo jóvenes de Europa y de todo el mundo.

Hoy viernes 15 de marzo, jóvenes de más de 1.000 ciudades del mundo se han unido al movimiento “Fridays for future”. En España se han convocado 45 movilizaciones, todas ellas con enorme éxito.
Los jóvenes del mundo están denunciando los intereses económicos que llevan a que la gente “no haya hecho nada para frenar el cambio climático”, lo que supondrá que ellos no vayan a tener futuro.

Nos acusan a los adultos, con toda la razón del mundo, de dejarles en herencia una Tierra sin futuro, debido al egoísmo, a la comodidad de no enfrentarnos a unas políticas basadas “en el crecimiento constante” en un planeta cuyos recursos son finitos, como muy bien explica la Economía Ecológica.

La joven Greta, de 15 años de edad, que da discursos sobre medio ambiente con una coherencia implacable, se ha convertido en un símbolo del activismo adolescente y los jóvenes la están escuchando.

Hoy ha tenido lugar la mayor huelga de jóvenes por el medio ambiente de la historia de nuestro país, y avisan que continuarán con las huelgas de los viernes, si los adultos, no nos comportamos como seres responsables llevando a cabo las medidas que la ONU ha impuesto sobre medio ambiente a los países para el 2030.

Primeira mulher Indígena é eleita a Deputada Federal no Brasil

. DESAROLLO SUSTENTABLE .

Especial para CPNN por Myrian Castello, com base em informações de CIMI, El Pais and BBC

Joênia Wapichana, é advogada, 43 anos, e foi eleita com mais de 8 mil votos como deputada federal no Brasil e é a primeira mulher indígena a ocupar o cargo em 194 anos de história de Parlamento. “Todos têm uma missão na vida. A minha é defender os direitos coletivos indígenas”, diz ela em sua conta do Instagram. Esta é a segunda vez que um indígena chega à Câmara dos Deputados. O primeiro foi Mário Juruna.


Foto: Valdir Wasmann

(Artigo continuou na coluna à direita)

(Clique aqui para a versão inglês.)

Pregunta(s) relacionada(s) al artículo

Indigenous peoples, Are they the true guardians of nature?

(Artigo continuação da coluna esquerda)

Entre as causas defendidas pela Deputada Federal eleita estão os direitos coletivos indígenas, luta em prol de mulheres indígenas, desenvolvimento sustentável, respeito ao meio ambiente, transparência, ética e combate à corrupção.

Em entrevista ao Conselho Indigenista Missionário Joenia reitera a necessidade de demarcação das terras indígenas pela FUNAI [Fundação Nacional do Índio] a partir dos critérios da Constituição. Como estratégia pretende ao início do seu mandato como deputada federal, destinar o trabalho para combater as propostas anti-indígenas e ouvir todas as propostas consideradas prioritárias pelas organizações e entidades que defendem os direitos indígenas.

A partir do diálogo com os povos indígenas e com as organizações, Joênia pretende propor um sistema de educação escolar indígena próprio, ter propostas de lei que reconheçam os profissionais indígenas de outras áreas, também a longo prazo desenvolver políticas públicas específicas para a juventude, as mulheres, além de trabalhar a sustentabilidade e as parcerias.