Durante 2023, 19 mil 241 personas en el estado de Guanajuato han sido impactadas a través del programa Multiplicadores de la Paz de JuventudEsGTO, el cual tiene como objetivo el capacitar a jóvenes entusiastas y comprometidos para que aprendan a manejar su conducta socioemocional y puedan realizar de manera voluntaria acciones de paz en beneficio de sus entornos.
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“Hemos determinado como una de nuestras estrategias más importantes en JuventudEsGTO, que es el programa de Multiplicadores de la Paz, a través del cual buscamos humanizar a las juventudes, entendiendo que no sólo el desarrollo de los jóvenes implica un tema económico, de educación, sino también un tema personal que nos permita autogestionar, administrar y saber usar nuestras emociones” dijo Toño Navarro, director general de JuventudEsGTO.
Este programa, el cual hace uso de la metodología “Humanízate”, consta de diversas actividades que suma la participación de la comunidad juvenil, tales como conversatorios, sesiones de capacitación, conferencias, macrojuegos y reuniones virtuales.
Para ello, en lo que va del año en curso, este programa ha visitado más de 40 instituciones educativas, de los diferentes subsistemas, así como espacios públicos en todos los municipios del estado para llegar a un mayor número de personas.
En esta estrategia, pueden participar jóvenes de entre 17 a 30 años que tienen la intención de generar un cambio positivo en su vida y en su entorno, construyendo una cultura de paz.
El programa Multiplicadores de la Paz de JuventudEsGTO es una oportunidad para que las y los jóvenes guanajuatenses se formen como líderes sociales, aprendan a manejar sus emociones y contribuyan a generar una cultura de paz en sus comunidades.
Del 24 de noviembre al 8 de diciembre se desarrollará el Festival Cine Paz, con la proyección de más de 30 piezas cinematográficas, entre largo y cortometrajes, que dan cuenta de la Nueva Colombia que se levanta tras la firma del Acuerdo de Paz, suceso que acaba de cumplir siete años
Equipo organizador del Festival Cine Paz. Foto cortesía
Redacción Cultural
Desde diversas latitudes del país y del mundo se congregan trabajos audiovisuales, documentales, ficciones, animaciones, entre cortometrajes y películas que contienen la voz e imagen de la lucha por la paz y la construcción de memoria histórica.
En la identidad propia del cine alternativo, comunitario y popular en el Festival Cine Paz, que en su primera versión convocó a organizaciones sociales, culturales, creadoras, creadores, directoras y directores, liderazgos culturales y sociales, productores de las comunidades audiovisuales y populares del mundo y el país, para rodar fotogramas por la paz, en un encuentro alrededor de los contenidos transmedia del cine y el audiovisual, con rostro y manos de firmantes de paz, campesinos, obreros, comunidades rurales y organizaciones que levantan la claqueta desde veredas y barriadas para narrar sus historias de memoria, paz, resistencia y transformación.
Historias sobre la gente
El festival reunió una selección de más de 30 trabajos cinematográficos que dan cuenta de la nueva Colombia que se levanta tras la firma del Acuerdo de Paz con las Farc-EP, así como de la disputa cultural por una nueva narrativa del conflicto, la paz y las raíces echadas como semillas desde el cine popular y alternativo para la construcción de memoria, la búsqueda de la reconciliación y la no repetición, así como medio de las causas y reivindicaciones históricas que han dado paso a la construcción de paz.
En esta primera entrega del Festival Cine Paz, entre el 24 de noviembre y el 8 de diciembre, el cine levanta la voz por la memoria histórica y la cultura de paz, entre espacios de formación, difusión y circulación que buscan afianzar a las comunidades narradoras de sus propias historias, con la toma simbólica del territorio con epicentro en Bogotá, en diferentes espacios culturales y sociales icónicos, nacidos de las luchas y reivindicaciones sociales históricas por la paz y la justicia social.
Jessica Santacruz, organizadora del Festival Cine Paz, describe que este proyecto nació de la necesidad de un espacio que reúna las piezas cinematográficas que cuenten la paz desde los territorios y desde sus propias cosmovisiones: “Queremos hacer cine para imaginar un país mejor, creo que es necesario contar historias sobre la gente en donde se reconozcan sus luchas y que sirva además como un instrumento para impulsar las transformaciones estructurales que requiere el país”.
Narrar la otra cara de la moneda
La programación cuenta con espacios de formación de públicos, foros, talleres, diálogos y proyecciones alrededor de la memoria y la paz, deslumbrando desde las pantallas del cine popular la esperanza y trasformaciones que permite la paz, pero también los retos de la misma, proyectando desde el arte y la cultura para y por las clases populares que el cine también es una trinchera en defensa de la paz de Colombia.
Jennifer Castañeda y Natalia Monroy codirectoras de 16 de Mayo, un cortometraje documental que narra los sucesos ocurridos en 1984 en la Universidad Nacional de Colombia, a partir del testimonio de Elizabeth Díaz y Luis Higuera, que hablan del desalojo por organismos del Estado de las residencias estudiantiles, hecho que fracturó al movimiento estudiantil colombiano y al sistema de educación del país. Esta pieza se proyectó en el marco del laboratorio de creación audiovisual con el que se dio inicio al festival.
Las directoras resaltaron que “estos espacios de encuentro y divulgación, son vitales para el ejercicio de producción audiovisual de memoria histórica del conflicto, trabajar en proyectos que trascienden más allá de las redes sociales, que cada vez que proyectamos en escenarios como estos, nos muestran perspectivas distintas del público, que nos hacen reflexionar en momentos distintos de la historia”.
“Ser realizadores no es trabajo sencillo, pero se busca la manera en que la historia salga a la luz, en nuestro caso, el trabajo de dirección colectiva trajo esos frutos, reconocer en cada uno sus experticias y respetar la libertad artística para luego encauzarla en una obra”, dicen las directoras.
Por su parte, William Ospina, director de La Promesa y la productora Sara Chacón, hablaron de la estigmatización producida por un sector del país interesada en perpetuar la guerra y del difícil camino de narrar la otra cara de la moneda de la historia.
Otra película estrella de la selección es Colombia In My Arms (2020) de los directores finlandeses Jenni Kivistö & Jussi Rastas, premiada internacionalmente y que por primera vez se estrenará en una sala del país. Esta y otras películas hacen parte de las secuencias de 24 fotogramas por segundo, de historias entre, emociones, alegrías y dramas que nos cuentan con la magia que solo el cine tiene para llevarnos al pasado, despertarnos en el presente y aterrizarnos en el futuro.
¡Acción!
También en el marco del Festival Cine Paz y del 25N Día Internacional por la Eliminación de las Violencias en Contra de las Mujeres, se desarrolló el cine debate “Mujer, Cine y Resistencia Palestina” donde se tuvo como invitada a Isabel Rikkers, integrante del colectivo Tadamun Antimili, que habló de la importancia de crear más espacios de pedagogía y activismo para visibilizar el genocidio en contra del pueblo de Palestina. “Hay una negación del conflicto, como lo que ha ocurrido en Colombia, donde no podemos permitir que la mitad de la gente esté odiando a la otra mitad”, expresó Rikkers.
Por eso, la paz y la memoria construida y toda la cinta en blanco por grabar de un relato que solo puede ser hecho por manos populares, manos de comunidades narradoras de su propia historia, dueñas de su propia memoria y transformadoras por la nueva Colombia y ese otro mundo posible.
Cinco, cuatro, tres, dos, uno, ¡acción! ¡Por la cultura de paz y la memoria histórica! Acción por ese otro país posible que se rueda con cámara en mano, día a día, con imágenes con olor y sabor a dignidad, barriada, campo y revolución por la paz.
El Festival Cine Paz se proyecta como uno de los escenarios culturales más representativos del Séptimo Arte por la paz, el cine alternativo popular y fortalece y fortalecerá la causa colectiva de los festivales que a lo largo y ancho del territorio colombiano le apuestan a la vida, a la defensa de los derechos humanos y a la justicia social.
Este proyecto es posible también, gracias al apoyo de la y el proceso Transformaciones Culturales para la Paz, la Casa Cultural Alternativa, el Partido Comunes y el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación.
Cerró con gran éxito el Décimo Noveno Congreso Mundial y del Vigésimo Tercer Congreso Nacional de Mediación 2023, el cual se llevó a cabo del 6 al 10 de noviembre en el Municipio de Querétaro y en el que participaron exponentes de más de 10 países quienes promocionaron actividades de análisis, estudio y difusión de temas de mediación, así como de la cultura de paz en beneficio de las y los queretanos.
Bajo el lema “Una Vida para la Paz y la Concordia”, se realizaron 83 actividades académicas, entre ellas 31 Ponencias, 18 conferencias, ocho presentaciones de libros, 11 proyectos exitosos, ocho foros de análisis dialéctico, diálogos filosóficos, 27 talleres, a cargo de especialistas de distintas partes de México y de países como Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay, Bolivia, República Dominicana, Portugal, España, entre otros, que conjuntaron esfuerzos para la realización del proyecto de implementación y difusión de la mediación y la cultura de paz.
Este evento internacional provocó el interés de participantes de 20 estados del país, como: Jalisco, Yucatán, Aguascalientes, San Luis Potosí, Guanajuato, Tamaulipas, Baja California, Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Sonora, Sinaloa, Nuevo León, Puebla, Guerrero, Chihuahua, Aguascalientes, Quintana Roo, entre otros, los cuales se dieron cita en el Centro Educativo y Cultural del Estado de Querétaro, “Manuel Gómez Morín”, el Centro de las Artes del Estado de Querétaro.
Cabe destacar la participación permanente en todas las actividades, tanto de especialistas como de los asistentes, quienes tuvieron gran interés en las diferentes actividades, destacando la participación de estudiantes y escuelas de nivel bachillerato y profesional de México, logrando una participación de más de mil 300 congresistas durante los cinco días del evento, mismo que se clausuró con importantes conclusiones que se traducirán en acciones y políticas públicas que impactarán positivamente en la promoción de paz y la concordia que requiere la ciudadanía.
Publicada la edición colombiana del libro Periodismo no violento. Hacia un enfoque humanizador de la comunicación, una invitación a producir información no violenta y una apuesta por una comunicación pacífica.
El mundo del siglo XXI parece estar tan lleno de guerras como lo estuvo el XX, aunque muchas veces no sean conflictos declarados y armados y se libren más con propaganda que con tiros y contra estructuras sociales explotadas y excluidas. Está, como afirmaba Doménico Losurdo, ´lleno de violencias que afirman querer erradicar de una vez por todas el azote de la violencia`.
Se hace necesario denunciar las violencias, luchar contra las políticas que permiten o facilitan la guerra y promover la construcción de paz. Tal vez la paz sea el objetivo humano más perseguido de la historia y el menos logrado. También el concepto más debatido y menos consensuado, porque es posible que existan tantas paces como personas y que cada una tenga su propia visión de esta.
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En esa búsqueda de la paz las palabras son armas poderosas, que sanan casi tanto como hieren. Pueden ser ventanas que nos abran miradas diversas a las múltiples realidades del mundo o puñales que se claven en los imaginarios y condicionen las maneras de entender el mundo. Las palabras pueden tanto construir la paz como provocar la guerra.
Y sobre palabras, sobre escribir y narrar, saben mucho las y los profesionales de los medios que deberían asumir, al igual que las empresas mediáticas, su papel en la construcción de paz. El libro Periodismo no violento. Hacia un enfoque humanizador de la comunicación es una invitación a producir información no violenta y una apuesta por una comunicación pacífica.
La edición colombiana del libro ha sido publicada en junio de 2022 por la agencia internacional de noticias Pressenza, algunos de cuyos miembros son los autores del contenido, por FES Comunicación y por ediciones desde abajo, tres entidades que gustan de compartir el conocimiento y ofrecerlo al público de la manera más accesible posible. El texto presenta los “fundamentos y principios, las herramientas y sugerencias que podrían configurar un enfoque no violento del quehacer comunicacional y periodístico” y cuenta con el prólogo de María Cristina Mata y una nota de Iñaki Chaves a esta tirada en Colombia.
Un libro intencional que toma partido por la paz, que no acepta como ´normal` la violencia y que cree necesaria una visión humanizadora de la realidad para contrarrestar la fuerza de la violencia que ejercen algunos sectores de la política, de la economía y de los medios.
En Colombia, esa revisión con un talante humanitario de la producción periodística es ineludible. De ahí la necesidad y la importancia de esta especie de guion o manual para entender y llevar a la práctica el periodismo no violento. Una obra que “pretende cosas simples y sencillas, pero no siempre fáciles, para construir otra comunicación y otro periodismo que cuenten con las bases sociales como fuentes de información; que se cuestionen sobre lo que narramos y cómo lo hacemos; que se alejen de la homogeneización que provoca el discurso dominante; que no simplifiquen ni reduzcan el valor de los contextos, y que busquen e informen sobre experiencias, proyectos y noticias que no exalten la violencia sino la diversidad y creatividad de los otros mundos que están dentro de este”.
Nesta quarta-feira, a Gerência de Cultura de Paz e Mediação da Defensoria Pública do Distrito Federal (DPDF) completa um ano. Foi um período de resultados positivos na solução de conflitos, de forma a evitar novos processos judiciais e estimular o diálogo entre as partes. Ao todo, foram realizados 3.185 atendimentos, com 75% dos conflitos resolvidos por meio de acordos.
Além disso, diversas outras iniciativas foram adotadas para acelerar a mediação e a conciliação durante o período. Foram realizadas parcerias com administrações regionais, escolas públicas e universidades de Direito do DF que realizaram mediações e conciliações, capacitações com mais de 200 servidores com pós-graduação e cursos à distância, oficinas de gestão e alinhamento, treinamentos e oferta de bolsas de pós-graduação com contrapartida de os beneficiados contribuírem para o crescimento da cultura de paz e mediação da Defensoria Pública do DF.
As três demandas mais recorrentes na gerência ao longo deste primeiro ano foram alimentos, divórcio consensual e divórcio.
A implementação da ferramenta de gestão dos resultados com o planilhamento sistemático dos dados também foi essencial para o aprimoramento dos trabalhos da gerência e a tomada de decisões.
Em comemoração ao aniversário da gerência, a DPDF criará uma subsecretaria específica para concentrar as ações de mediação no âmbito da instituição. Será mais uma forma de incentivar a prática nos atendimentos realizados pela Defensoria Pública, como forma de evitar a judicialização e dar celeridade aos casos. Atualmente, a Gerência de Cultura de Paz e Mediação é vinculada à Escola de Assistência Jurídica da DPDF
Também em homenagem à data, a DPDF promoverá, em 18 de agosto, palestra com o juiz do Tribunal de Justiça da Bahia (TJBA) André Gomma, um dos idealizadores dos métodos autocompositivos de resoluções de conflitos no Brasil e referência nacional no tema. A aula integrará o curso de formação continuada em Atendimento do Direito de Família, Cultura de Paz e Mediação e Infância e Juventude, promovido pela Easjur.
A proposta da gerência é fomentar métodos adequados à solução de conflitos, dando ênfase à mediação e à conciliação, a fim de efetivar a justiça multiportas, prevista no Código de Processo Civil de 2015. Com os objetivos de humanizar os conflitos, buscar a paz, promover a educação em direitos e a celeridade do processo, o índice de solução das primeiras 2,2 mil demandas recebidas foi de 90%, entre setembro de 2022 e março de 2023.
Em comemoração ao aniversário da Gerência, a DPDF criará uma subsecretaria específica para concentrar as ações de mediação no âmbito da instituição.
O defensor público-geral, Celestino Chupel, reconhece o papel transformador da gerência no cenário de judicializações excessivas tradicionalmente estabelecido. “É necessário romper com os paradigmas e atualizar as técnicas utilizadas na resolução de conflitos. A mediação permite a solução de litígios de forma mais rápida e descomplicada, além de facilitar a comunicação eficaz entre as partes”, analisou.
Para a defensora pública e chefe da Gerência de Cultura de Paz e Mediação, Lídia Nunes, o trabalho realizado na mediação é muito importante para evitar a judicialização e a eventual sobrecarga do Poder Judiciário. “Por meio das técnicas de autocomposição, conseguimos conscientizar as pessoas e dar informações para que elas mesmas possam construir a solução para os seus conflitos. É uma forma mais célere e efetiva de resolução dos litígios”, explicou.
Projeto inovador
O Núcleo de Assistência Jurídica (NAJ) Deusa Maria de Carvalho, localizado no Fórum de Ceilândia, inovou na execução do projeto de mediação em processos em andamento. Foram 203 audiências realizadas em oito dias ao longo do mês de julho, com uma taxa de sucesso de 95%.
O êxito se deve à oferta de 12 bolsas integrais de pós-graduação em Direito no Instituto Brasileiro de Ensino, Desenvolvimento e Pesquisa (IDP) a defensores e servidores da DPDF, que devem colaborar com um mínimo de 40 horas em audiências de mediação, conciliação ou tentativa de acordo na região administrativa. O intuito da iniciativa é aumentar a oferta de audiências de métodos pacíficos de resolução de conflitos para os moradores de Ceilândia, região mais populosa do Distrito Federal.
A proposta da Gerência é fomentar métodos adequados à solução de conflitos, dando ênfase à mediação e à conciliação, a fim de efetivar a justiça multiportas, prevista no Código de Processo Civil de 2015.
Escola de Assistência Jurídica
Nesse último ano, a Easjur participou ativamente da evolução institucional da Cultura de Paz e Mediação no âmbito da Defensoria Pública do DF. Com a criação da gerência, o órgão educacional concebeu os fluxos de trabalho com os núcleos da DPDF e órgãos que integram a administração pública local, bem como produziu materiais de orientação que conferiram essência e rumo para os trabalhos.
Estabeleceu alinhamento com o Tribunal de Justiça do Distrito Federal e Territórios (TJDFT) para garantir maior alcance no atendimento, além de parcerias com instituições de ensino superior viabilizando a entrada de professores e centenas de alunos na instituição para colaborar com a prestação de serviços em mediação à população hipossuficiente.
Por outro lado, com vistas a garantir capacitação e aperfeiçoamento técnico, alinhado com instituições privadas, foram ofertadas centenas de bolsas de pós-graduação e cursos de formação para os defensores e servidores da DPDF.
Desjudicialização das demandas
Um dos intuitos da mediação e da conciliação é a resolução de conflitos por meio do diálogo, evitando-se, assim, a judicialização de demandas e a sobrecarga do Poder Judiciário.
Uma das pessoas que procuraram a Gerência de Cultura de Paz e Mediação nesse período foi Regiane Braseiro, de 32 anos. Ela é mãe de cinco filhos e acionou a Defensoria Pública do DF para realizar o exame de DNA do filho mais novo, de oito meses. “Preciso comprovar a paternidade do meu filho caçula para incluir o nome do pai na certidão de nascimento e solicitar a pensão alimentícia”, explicou.
Espaço Conciliar
m abril, a DPDF, o TJDFT e o Ministério Público do Distrito Federal e Territórios (MPDFT) inauguraram o Espaço Conciliar. O novo ambiente oferece atendimento multidisciplinar, com o objetivo de identificar a viabilidade de resolução de conflitos sem a interposição de ação judicial, solucionando as questões por meio da mediação ou da conciliação in loco e gratuita.
La espera ha terminado. Después de que en el 2017 naciera la Comisión de la Verdad, hoy martes 28 de junio de 2022, cinco años después, se presentó el informe final en el Teatro Jorge Eliecer Gaitán, de Bogotá.
El pasado 9 de junio más de 1300 instituciones educativas en toda Colombia conmemoramos el primer aniversario de la entrega del Informe Final de la Comisión de la Verdad. En compañía de organizaciones de la sociedad civil y secretarías de educación las escuelas se organizaron para vivir un día especial con sus comunidades educativas, abriendo un camino de diálogo y reflexión sobre el valor de la verdad en la convivencia y la historia del conflicto armado colombiano.
El 28 de junio de 2022, después de más de 3 años de trabajo, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No repetición entregó a la sociedad su Informe Final. La Comisión de la Verdad (CEV), junto con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda de las Personas Desaparecidas en el marco del Conflicto Armado (UBPD) hacen parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No repetición surgido del Acuerdo entre las FARC –EP y el Gobierno colombiano para finalizar el conflicto armado que duró más de 60 años.
El informe de la Comisión se compone de 11 capítulos que están diseñados en múltiples formatos para que puedan ser abordados por diversas comunidades y poblaciones. El Informe final de la Comisión es un bien público. Sus recomendaciones surgen de un análisis profundo sobre lo ocurrido durante años de violencia de más de 1.000 informes entregados por sociedad civil, cerca de 30.000 personas entrevistadas y escuchadas sobre lo que es necesario para la no repetición. No todas las recomendaciones están dirigidas al Gobierno ni al Estado; hay varias que recaen sobre el resto de la sociedad civil y es por ello que es tan importante su divulgación con los sectores de la educación formal y no formal. Niñas, niñas, adolescentes y jóvenes, así como toda la comunidad educativa, tienen el derecho a conocer la verdad de lo que pasó en el marco del conflicto armado y el compromiso de trabajar en acciones para que esto no se repita.
Para conmemorar la fecha del lanzamiento del informe las organizaciones aliadas de la Comisión invitamos a las instituciones educativas a desarrollar tres jornadas especiales de deliberación y acción con el objetivo de promover espacios de reflexión con la comunidad educativa sobre los aspectos más importantes del Informe y cómo estos procesos aportan a la construcción de paz desde el esclarecimiento de la verdad y las recomendaciones para la construcción de convivencia que desarrolló la CEV en sus tres años de trabajo.
Las organizaciones aliadas de la Comisión, entra las que se cuenta Fundación Escuelas de Paz – organizaciones de la sociedad civil, universidades, Secretarías de Educación y el Ministerio de Educación Nacional – conscientes que el aporte a la Paz debe ser un proceso continuo, nos unimos con el fin de proponer el desarrollo de una agenda conmemorativa con tres fechas- hitos que motiven la reflexión sobre el trabajo que se realiza desde el Sistema Integral para la Paz y mantenga vivo el Legado de la Comisión.
Estas jornadas serán:
Junio 9 – La Escuela Abraza la Verdad.
Agosto 30 – La Escuela abraza la empatía.
Octubre 2 – La escuela abraza la justicia y la restauración.
«En los tiempos que corren, llenos a veces de discursos de odio y violencia, solo espero que la esencia de lo que se construyó hace 41 años con este colegio viva para siempre y se quede con vosotros». Así despidió Lola Oriol, directora del Colegio Público de Educación Especial Gloria Fuertes de Andorra, el XXXIV Encuentro Nacional de Escuelas UNESCO del cual este año dicho centro era anfitrión. Lo hizo entre aplausos de los 130 docentes de todo el mundo participantes, y justo antes de que Los Amigos del Folklore de Andorra llenaran de música la sala para despedir un evento que «ha sido un éxito» y que, sobre todo, ha demostrado «el poder transformador de la educación».
El Encuentro Nacional de Escuelas UNESCO se organiza cada año en un centro educativo de España. El año pasado se celebró en Zumaia (Guipuzkoa) y hacía 28 años que no recalaba en Andorra. En ese entonces, el año 1995, el Gloria Fuertes acogió el octavo Encuentro de Escuelas UNESCO, dejando un «recuerdo imborrable» para las personas más veteranas de la red, un sentimiento que también se repetirá tras el encuentro de este mismo año. «Poder llevar a cabo este encuentro ha sido la ilusión de mi vida», dijo Oriol.
Los actos del encuentro comenzaron el lunes y se alargaron hasta este mismo jueves con conferencias, diferentes sesiones de grupo de trabajo y una mesa redonda con expertos en el patrimonio del territorio. En estos tres días tampoco faltaron símbolos tan importantes para Andorra y el resto de pueblos de la comarca como los tambores y bombos de la ruta o visitas a lugares «imperdibles» como el Centro Pastor y el Poblado Íbero ‘El Cabo’ de la villa minera. Representantes de Escuelas UNESCO de diferentes partes de España, y otros lugares más lejanos como Angola, Portugal, Polonia, Argentina o Cuba pudieron descubrirlos. Y todo ello sin dejar de lado la oportunidad de degustar productos de Teruel y disfrutar de una noche de música en directo y tapeo por las calles de la localidad organizada por la Asociación Empresarial Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Martín bajo el nombre ‘La noche del Gloria’.
Entre los objetivos que perseguía este encuentro, se encuentran: promover la cooperación, el intercambio de conocimientos y las asociaciones de colaboración entre escuelas afines en todo el territorio español; poner de relieve los cuatro pilares de la educación -aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a vivir juntos-; y actuar como laboratorio de ideas para estimular pedagogías innovadoras y creativas para llevar a la práctica conceptos globales en la escuela.
Ahora, después de tres intensos días de actividad, todos estos encuentros han servido para fijar los objetivos de trabajo a conseguir el próximo curso desde el Gloria Fuertes. «Va a ir todo muy vinculado a la prevención del acoso escolar y el maltrato. Además, también trabajaremos en temas de sostenibilidad, algo en lo que ya llevamos inmersos desde hace cinco años a través del proyecto ‘Desplastifícate’, con el cual buscamos concienciar sobre el uso del plástico en nuestras vidas», explicó Oriol.
A estos objetivos también se unirá la puesta en valor del patrimonio del territorio, otra de las temáticas que estuvo presente en más de una ocasión durante el encuentro y en la cual también se podría incluir el papel que el Gloria Fuertes cumple para cientos de familias.
El próximo año el encuentro será en Aguilar del Campoo (Palencia), aunque el colegio de educación especial de Andorra mantendrá las puertas abiertas «para siempre» a todos los que este año hicieron posible esta edición. «Llevamos a cabo muchísimos eventos, pero creo que este ha sido el más importante. Para mí, ha sido la ilusión de mi vida. Ha quedado claro que el Gloria Fuertes irradia luz y la gente lo ha sabido captar. No puedo hacer otra cosa que no sea dar las gracias», concluyó, emocionada, su directora.
El Ministerio de Educación de la República Dominicana (MINERD) ejecuta un programa dirigido a fomentar en la comunidad educativa, sobre todo en los estudiantes, una cultura de paz y resolución pacífica de conflictos.
La Estrategia Nacional de Cultura de Paz, como se llama el programa implementado a través de la Dirección de Orientación y Psicología del Viceministerio de Servicios Técnicos y Pedagógicos, busca fortalecer los valores para formar una ciudadanía amante de la paz y con capacidad para afrontar y resolver los conflictos que puedan generarse en su entorno social.
La viceministra Ancell Scheker señaló que “la propuesta de Cultura de Paz se implementa con y para todos los actores de la comunidad educativa, entendiendo que la escuela se encuentra acompañada de las familias y en un contexto comunitario en el cual enseñamos y desde donde aprendemos a convivir con el otro”.
Precisó que la Cultura de Paz se aborda en los centros educativos partiendo del desarrollo de habilidades para la vida, con la intención de que el estudiantado aprenda a convivir con los otros con sentido de respeto, garantizando una convivencia armónica y teniendo en cuenta que el conflicto es connatural a los seres humanos.
Al respecto, la viceministra de Servicios Técnicos y Pedagógicos dijo que el programa Cultura de Paz enseña que lo que no es natural, ni se debe naturalizar son las distintas formas de violencia.
Así mismo el currículo nacional, que sigue un enfoque de competencias, incluye ejes transversales para fortalecer las temáticas generales que garanticen la formación ciudadana y el desarrollo integral de los estudiantes.
Entre las competencias fundamentales que se desarrollan a lo largo del currículo, algunas inciden directamente en la construcción de una cultura de paz, tales como la Competencia Ética y Ciudadana, Comunicativa, de Resolución de Problemas, de Desarrollo Personal y Espiritual, y Competencia Ambiental y de la Salud.
Ancell Scheker citó que recientemente la Dirección General de Currículo publicó en formato digital un fascículo sobre cultura de paz para orientar a los docentes cómo abordar el tema transversalmente en el desarrollo curricular.
En un esfuerzo por fomentar la paz y erradicar la violencia en el ámbito universitario y en la sociedad en general, la Universidad Veracruzana (UV) aprobó por unanimidad del Consejo Universitario General su Plan de Cultura de Paz y No Violencia, en sesión realizada el pasado 2 de junio.
Esta iniciativa promueve la construcción de una convivencia armónica y respetuosa entre todos los miembros de la comunidad universitaria, así como fomentar la cultura de paz en el estado de Veracruz y se puede consultar en el sitio institucional.
El programa, desarrollado por un equipo multidisciplinario de expertos en educación, psicología, sociología y derechos humanos, tiene como propósito sensibilizar a la comunidad estudiantil, académica y administrativa sobre la importancia de promover la paz como un valor fundamental para el desarrollo integral de las personas y la sociedad.
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El Plan de Cultura de Paz y No Violencia se articula con las políticas institucionales que establecen promover una cultura de paz y no violencia con enfoque en derechos humanos, igualdad y equidad de género, así como de reconocimiento de la interculturalidad y de la diversidad de diversidades, a través de acciones desde la normatividad universitaria que favorezcan las buenas prácticas entre la comunidad universitaria, sentando las bases sobre los principios establecidos en el Código de Ética de la UV.
Impulsa la transversalización de los derechos humanos y la resolución pacífica de conflictos; aspira a garantizar espacios universitarios libres de todo tipo de violencia, a través de la sensibilización, el diálogo, el fomento a la igualdad, la inclusión, la equidad y la interculturalidad.
De igual modo, busca implementar acciones afirmativas y apoyos específicos que garanticen la equidad en el acceso a la institución de los grupos vulnerables; asimismo, fomentar redes de colaboración a nivel institucional que fomenten sinergias para la difusión del conocimiento y la construcción de una cultura de paz.
Para alcanzar tales fines se promoverá la comunicación y el diálogo como herramientas para la construcción y para la transformación hacia una cultura de paz que se extienda en todos los niveles, tanto en las entidades académicas como en las dependencias universitarias.
La implementación de este programa se suma a los esfuerzos que la UV ha venido realizando en materia de responsabilidad social y formación integral de sus estudiantes, con el propósito de formar profesionales comprometidos con el bienestar social y la construcción de una sociedad más justa y pacífica. A través de esta iniciativa, la institución reafirma su papel como referente en la promoción de valores fundamentales para el desarrollo humano y el progreso de la sociedad veracruzana.
Hoy, más que nunca, es vital recordar y valorar la importancia de generar una cultura de paz en nuestra sociedad, afirmó el rector de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), Carlos Eduardo Barrera Díaz, al encabezar, con el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, Ricardo Sodi Cuellar, la premiación del Primer Concurso Estatal de Oratoria por la Cultura de la Paz y la clausura de la Semana de Acceso a la Cultura de la Paz.
En el Aula Magna “Magistrado Licenciado Gustavo A. Barrera Graf”, el rector sostuvo que la paz es la construcción de una convivencia basada en el respeto, la comprensión, la tolerancia y la empatía. “La paz se logra cuando reconocemos nuestra interdependencia y nos comprometemos a tratar a los demás con dignidad y justicia”, dijo.
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Destacó que la colaboración entre el Poder Judicial del Estado de México y la UAEMéx fue fundamental para hacer posible este evento e instó a los presentes a seguir construyendo puentes y promoviendo la paz en todos los ámbitos de nuestras vidas.
En su oportunidad, Ricardo Sodi Cuellar celebró que la Autónoma mexiquense cuente con la Licenciatura en Medios Alternos de Solución de Conflictos, ya que construir la paz es el anhelo más importante de toda sociedad.
“Mediar es un arte fino, elegante, donde las personas aprenden a través del mediador, que es el que facilita este aspecto, a construir las bases para la paz, para resolver un conflicto, porque la sociedad siempre tiene conflictos y la manera en que los resolvamos nos va a acercar o alejar de la paz”, dijo el magistrado.
En su oportunidad, el magistrado Enrique Víctor Manuel Vega Gómez subrayó que para hablar de construcción de la cultura de la paz hay que apostarle al involucramiento de la sociedad.
Aseveró que la realización de este evento, en el que también participó la Universidad Mexiquense de Seguridad, es una forma de conducir a la juventud hacia la confección de una democracia participativa, impulsada para promover la paz.
La directora de la Facultad de Derecho, María José Bernáldez Aguilar, puntualizó que la conjunción de esfuerzos entre las instituciones del estado es fundamental para la construcción de una cultura de paz sólida y duradera.
Al unir fuerzas, manifestó, demostramos que la construcción de una cultura de paz no es una tarea individual sino un esfuerzo conjunto que requiere la participación activa y comprometida de todas las instituciones y actores sociales. “Es a través de esta colaboración y trabajo en equipo que podemos sentar las bases para un futuro más pacífico y justo”, dijo.