Colombia: Un impulso a la implementación. Congreso Nacional por la Paz

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Un artículo de Hernán Camacho en Seminario Voz

Con la fuerza de 18 departamentos y más de 300 organizaciones se suscribió el Pacto Nacional por la Vida y la Paz

Fue más que una iniciativa de paz. El Congreso Nacional de Paz, realizado entre los pasados 27 y 29 de abril, se convirtió en un movilizador de ilusiones que conducen al camino de la paz estable y duradera. Las expectativas de las organizaciones sociales convocantes se cumplieron, la agenda de nuevas movilizaciones e iniciativas de paz ya se está confirmando, y lo más importante: los asistentes al Congreso firmaron el Pacto Nacional por la Vida y la Paz.


Aspecto de la clausura del Congreso Nacional de Paz en la Plaza de Bolívar en Bogotá. Foto NC Noticias.
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Ese pacto es un compromiso que describe la realidad actual del proceso de implementación del acuerdo de La Habana, y el proceso de paz en Quito con el ELN. Pero además dibuja lo que hoy está sucediendo en los territorios escenarios de conflicto, en las Zonas Transitorias Veredales de Normalización y en los antiguos territorios con presencia fariana. Un Pacto por la Vida es en esencia sacar las armas de la vida política nacional e impulsar la reconciliación entre los colombianos.

Dificultades

Así lo dijo en Bogotá el secretario general del Partido Comunista Colombiano, Jaime Caycedo, quien asistió al congreso regional de paz que sesionó en la Universidad Minuto de Dios, el pasado viernes 28 de abril: “Sacar las armas de la política no es solamente a la insurgencia, sino a aquellos sectores que se sustentan en el paramilitarismo y mantienen una guerra contra las fuerzas de izquierda que proponen una alternativa a un país clientelista y corrupto”, indicó Caycedo.

Y es que la preocupación, que mayoritariamente señalaron los participantes de la iniciativa en las regionales, se refiere al incremento de la presencia paramilitar en cada uno de los departamentos del país. La preocupación se centra mayoritariamente en Chocó, Antioquia, Cesar, Meta, Caquetá, entre otros. Testimonios como los de pobladores en Cacarica y Urabá antioqueño, advierten que allí hacen presencia fuerzas paramilitares con el beneplácito de tropas oficiales. “El Ejercito está paralizado”.

Tiempos de renegociación

Pero el paramilitarismo no fue el único tema de discusión en las extensas jornadas. Para el senador Iván Cepeda, del Polo Democrático, el Congreso de Paz debe significar un impulso al proceso de implementación y llamado de atención por el tiempo perdido y la velocidad que llevan las iniciativas legislativas en el fast track.

“Que se acaben los procesos de renegociación de los acuerdos y que de inmediato se inicie el trámite legislativo que tiene que ver con los acuerdos del desarrollo agrario integral”, indicó Cepeda, quien invitó a los candidatos y candidatas a la Presidencia de la República a respetar y comprometerse con los acuerdos de paz firmados.

La Organización de Naciones Unidas, asistió en cabeza de su residente Martín Santiago Herrero, expresando que su presencia en el Congreso de Paz, es muestra de la voluntad de la comunidad internacional por acompañar cada una de las iniciativas que contribuyan a hacer realidad la paz del país.

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“La paz es una oportunidad de transformación y cambio de aquellas regiones que han sufrido el conflicto. Pero además la experiencia demuestra que son los primeros 18 a 24 meses los más importantes en la implementación de los acuerdos. Todos los esfuerzos son necesarios”, señaló Santiago.

La ONU se mostró preocupada por tres asuntos neurálgicos para consolidar la paz. De una parte, salvaguardar la vida de los defensores de derechos humanos y algunos casos de muerte a excombatientes de las FARC y sus familiares; por otro lado, la presencia de grupos criminales sucesores del paramilitarismo, y la necesidad de avanzar en el proceso de paz con el ELN.

En el mismo sentido fue la intervención de Roberto Menéndez, Jefe de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la OEA. “El Congreso de Paz motiva el esfuerzo que han hecho el Gobierno nacional, las insurgencias, las comunidades, mujeres, pueblos indígenas, pueblos afro, trabajadores y el pueblo en generar por salir de la tragedia del conflicto. También reconocer un Congreso que se precia de tener distintas visiones de la paz”, indicó Menéndez.

La paz regional

Para la dirigente del partido Verde, Ángela María Robledo, el Congreso de Paz reveló que la paz tiene un enfoque regional: “Estamos aquí para seguir acompañando la implementación y darle un apoyo incondicional a la mesa de paz del ELN. Hay que sacar las armas de la política, debemos fortalecer el Estado de Derecho y debemos enfocar la paz desde las regiones para transformar la vida de los colombianos y colombianas de la Colombia profunda”, afirmó Robledo.

El comandante guerrillero Iván Márquez, hizo presencia y expresó su agradecimiento por la invitación a las FARC-EP. Desde la tribuna señaló: “El acuerdo de paz del 24 de noviembre firmado en el Teatro Colon, son más que 310 páginas. Es la partida de nacimiento de una potencia transformadora que en manos del pueblo y de estadistas con visión, podrá ser utilizada para llenar la patria de humanidad, inclusión, respeto al otro y de justicia social. Urge activar el gran acuerdo político nacional mencionado en la introducción del acuerdo que defina las reformas y los ajustes institucionales para atender los retos que la paz demanda imponiendo un nuevo marco de convivencia social”, subrayó Márquez.

El cumplimiento del acuerdo que reclama Iván Márquez, lo reitera la comandante Victoria Sandino, quien denunció los pocos avances en el proceso de implementación de los acuerdos en el Congreso y en las Zonas Transitorias Veredales de Normalización. “Estamos construyendo una paz conflictiva, empezando por las situaciones del fenómeno paramilitar desatado en todo el territorio nacional. Están matando a los compañeros y familiares. La paz no puede ser posible en medio de la muerte”, afirmó Sandino.

El Gobierno

Otro de los asistentes fue el exalcalde de Bogotá Rafael Pardo, quien anotó que los retos más próximos en el proceso de implementación será la puesta en marcha de un ambicioso plan económico que logre hacer efectivos los puntos agrarios y sustitución de cultivos ilícitos. “Mayo es el mes fundamental para la implementación. Son desafíos grandes, pues las FARC deben terminar la dejación de armas y el Gobierno debe presentar el Plan Marco de Implementación, en lo que tiene que ver con los puntos uno y cuatro para los próximos 15 años. Ese marco va a regular los planes de desarrollo locales y nacionales de los tres siguientes quinquenios y cómo ser ejecutados. Para ello será el Consejo de Política Económica y Social quien fije los marcos presupuestales de los acuerdos”, indicó el ministro para el posconflicto, Rafael Pardo.

Al cierre de la jornada se llevó a cabo el conversatorio llamado: Cómo va el proceso con el ELN. Los participantes fueron Alberto Castilla como moderador, Juan Camilo Restrepo, jefe negociador del gobierno colombiano en Quito y el jefe guerrillero Eduardo Martínez, del ELN. Allí se mencionó la importancia de la participación de las comunidades pues son ellas las que hoy sufren la guerra. “Nosotros continuaremos en la mesa, dispuestos a avanzar en el camino de las dificultades, pero con todos”, indicó Eduardo Martínez.