La lucha continúa para poner fin a los ataques genocidas de Israel contra el pueblo de Gaza. En respuesta a la denuncia presentada por Sudáfrica, la Corte Internacional de Justicia ordenó a Israel que se abstuviera de cometer actos genocidas. Aunque no existe un mecanismo para aplicar la ley, la decisión fortalece el creciente movimiento global que exige un alto el fuego.
Personas de todo el mundo continúan manifestándose en solidaridad con Palestina. El 13 de enero, las protestas reunieron a casi medio millón de personas en Washington DC y Londres, y hubo otras manifestaciones en París, Berlín, Roma, Johannesburgo, Abuja, Tokio, Islamabad, Yakarta, Kuala Lumpur, Milán, Dublín, Basilea, Ámsterdam, Oslo, Uppsala y Túnez.
Los artistas juegan un papel importante. Se han movilizado en el Reino Unido, Estados Unidos, Sudáfrica, Francia, Qatar, Dubai, Malasia, Canadá, India e incluso en el propio Israel. Organizaron eventos solidarios como murales, exposiciones de pintura, esculturas de arena y lecturas de monólogos de jóvenes de Gaza. Miles de artistas han firmado declaraciones, como Músicos por Palestina, Artistas por Palestina Reino Unido, #MusicForACeasefire, Artists4Ceasefire y el Memorando de Paz de los Artistas en Malasia. También han liderado eventos, como la Marcha por la Paz en París.
Las cantantes Mira Awad y Noa, dos israelíes, una árabe y otra judía, cantan por la paz entre Israel y Palestina. En diciembre participaron en un concierto de la Filarmónica de Berlín.
150 artistas, cantantes, bailarines y actores subieron al escenario de la Ópera Boualem Bessaih de Argel el 20 de enero, para una gala solidaria destinada a recaudar fondos para Palestina. Se vendieron todas las entradas y el evento fue retransmitido por televisión.
Un artículo especial del CPNN está dedicado al joven artista palestino Amal Abu al-Sabah, quien crea murales sobre los escombros de edificios destruidos, “para enviar un fuerte mensaje de que permaneceremos en nuestra tierra y nunca la abandonaremos”.
En respuesta a los intentos del gobierno alemán de prohibir las manifestaciones en apoyo de Palestina, cientos de artistas y trabajadores culturales de todo el mundo han firmado una petición pidiendo un boicot a las instituciones culturales alemanas.
Los artistas también se están movilizando por otras iniciativas de paz y justicia.
En Estados Unidos, el apoyo al movimiento Black Lives Matter se manifiesta en los principales escenarios de danza. “Oda” del coreógrafo Jamar Roberts, una danza oscura y sensual creada por primera vez en 2019 en respuesta a la violencia armada, fue recreada para el 65 aniversario del Alvin Ailey American Dance Theatre en diciembre. En mayo pasado, “Tabernacle” de Chanel Da Silva se estrenó en el Dallas Black Dance Theatre, fusionando afrofuturismo, hip hop y danza africana en respuesta directa a Black Lives Matter. Y el otoño pasado, “Never Twenty One”, del coreógrafo franco-maliense Smaïl Kanouté, debutó en Nueva York y su título tomó prestado de un eslogan de Black Lives Matter.
En Colombia, 45 cantantes, poetas, bailarines y músicos respondieron al llamado de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y crearon un álbum musical para enviar un mensaje contra la violencia: “Ya basta”. El álbum contiene una mezcla de ritmos afrocolombianos, canciones regulares y rap.
En Turquía, cientos de artistas han pedido negociaciones para una solución pacífica a la cuestión kurda. La declaración “Seamos una voz por la paz” está firmada por 564 personalidades, entre ellas eminentes músicos, escritores, directores, actrices, fotógrafos y pintores. Incluye la siguiente declaración: “Nosotros, la gente del arte y la literatura, no nos quedaremos de brazos cruzados viendo cómo Turquía pierde otro siglo, propondremos tejer juntos un futuro en el que todas las identidades étnicas, religiosas y culturales vivirán libremente y no ser oprimidos o sometidos a violencias”.
En Francia, 121 personalidades del mundo cultural e intelectual firmaron un llamamiento en apoyo de la declaración turca, entre ellos Annie Ernaux y Edgar Morin, y el colectivo “Voice for Peace in Kurdistan” organizó una conferencia de solidaridad en Marsella el 13 de enero.
En Cuba, instituciones culturales como el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica, la Casa de las Américas, la Casa del Festival de Cine, la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, la Escuela Internacional de Cine, la Fundación Ludwig de Cuba, el Ballet Nacional de Cuba, la Asociación Hermanos Saiz y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba emitieron un comunicado de apoyo a los artistas argentinos ante los ataques de Javier Milei a las instituciones culturales de ese país.
En Argelia, el Festival Nacional del Graffiti otorgó el primer premio al artista Fethi Mjahed por sus murales que crean conciencia ciudadana y difunden la cultura de la paz.
En la Ciudad de México se exhibe el trabajo de 12 artistas para promover la paz en los barrios de su ciudad. Los creadores buscan desafiar los prejuicios sobre los lugares que habitan. Por ejemplo, los retratos realizados por Esteban Viveros a los habitantes del barrio de Guerrero; los paisajes de Jessica Islas, quien denuncia la quema de los bosques de Xochimilco; y el trabajo colectivo de Atardecer Dwsk que demuestra que el arte cura el corazón de quienes sienten soledad y depresión.
Con respecto a la guerra en Ucrania, los lectores de CPNN recordarán que muchos artistas rusos, incluidos escritores y poetas, músicos y trabajadores de la ¡ industria musical, celebridades de televisión, presentadores y gente de entretenimiento, actores y actrices, cineastas, comediantes y artistas de stand-up, cantantes de ópera, modelos, bailarines de ballet, directores de orquesta y directores de teatro son parte de quienes se atrevieron a oponerse a la guerra el año pasado. Quizás la más famosa sea Alla Pugacheva, la cantante pop más querida de Rusia.
En su intervención en el encuentro de artistas turcos, Feyyaz Yaman de Karşı Sanat (Contraarte) expresó la urgente tarea que enfrentan los artistas hoy en día. “El ambiente de silencio que vivimos hoy en todo el mundo nos empuja a exigir nuestros derechos. Si el arte debe hablar un lenguaje crítico, primero debe tejer los derechos y la convivencia de los pueblos. Invitamos a los artistas a unirnos contra quienes siguen imponiendo un proceso de exterminio y exigimos esta necesidad. Tenemos que hacer algo al respecto, debemos crear un diálogo real. Debemos unirnos y defendernos de las injusticias que hemos sufrido en este entorno de diferencias en nuestro terreno común de justicia. Como creyentes en el poder del arte, invitamos a todos a restaurar esta paz.”
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