EDUCACIÓN PARA LA PAZ
Un artículo de Hoy digital
La antropóloga Tahira Vargas consideró ayer que expulsar de los centros educativos a los estudiantes con mala conducta no soluciona el problema, sino que lo agrava, por lo que sugirió trabajar el tema de la violencia con la integración de nuevas disciplinas como el teatro, la danza y la música, para así construir una cultura de paz.
“Para romper el círculo de violencia no se puede ser más violento, ni siendo más drásticos o excluyendo, es cambiando las relaciones al interior de los centros, es creando otro tipo de espacios, donde se pueda dialogar con los estudiantes y les establezcan responsabilidades y tareas para que participe del cambio de conducta”, expresó.
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Do the arts create a basis for the culture of peace?
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Explicó que los docentes y directores de los centros no entienden el contexto de vulnerabilidad en que viven los estudiantes violentos, porque los padre tienen que salir a trabajar y por eso no están en las casas educando a sus hijos.
Vargas habló del tema al ser preguntada sobre las declaraciones de directores y profesores de liceos de Salcedo, alertando al Ministerio de Educación sobre las constantes inconductas en que incurren muchos estudiantes.
Sociabilizar. Vargas señala que las calles y los centros educativos son el principal espacio de sociabilización de los jóvenes, entonces las escuelas deben ser un espacio de construcción de cultura de paz, no un espacio de reproducción de violencia, y la exclusión es una forma de violencia.
“Lo que sugiero es que los docentes, directores y orientadores trabajen con el estudiantado en cambiar las relaciones internas del centro, y ellos sean responsables de sus conductas”.
Entiende que un tema muy importante es integrar el arte, cuyas estrategias usan muchos países para trabajar la conducta violenta por una cultura de paz.
“La música, el teatro y la danza son disciplinas que favorecen a un estudiante violento, porque los pone a trabajar o a dirigir un grupo de música, arte, actividades creativas, a dramatizar sobre la violencia; tú les cambia la situación”, sostuvo.
Según la socióloga cuando al estudiante más problemático le delegan la responsabilidad de la conducta del colectivo, cambia él, pero además colabora con su clase.