EDUCACIÓN PARA LA PAZ
Un artículo de Henry A. Aira Gutiérrez, Correo del Sur
Cultura de paz y resolución de conflictos son frases a las que tendrán que acostumbrarse los bolivianos para no llegar a los tribunales. Dentro de la implementación de los nuevos Códigos Morales, a partir de este 6 de agosto, está también la figura de los conciliadores, que tienen por objeto reducir la carga procesal en materia civil y comercial. Tras su selección por el Consejo de la Magistratura, corre su capacitación por el lapso de 20 días.
Conciliadores reciben insumos de docentes para solucionar conflictos.
En cuatro aulas de la Casa Tréveris, los más de 150 conciliadores reciben capacitación teórico práctica en la función que cumplirán desde el siguiente mes.
“El curso intensivo está organizado en cuatro módulos: el primero relacionado con la justicia y derechos humanos, el segundo dedicado a la cultura de paz, teoría del conflicto y negociación como base de la conciliación; el tercero de comunicación y conciliación; y el cuarto referido al proceso de la conciliación tomando en cuenta sus principios, modelos y fases del modelo facilitativo”, explicó Antonio Aramayo, director ejecutivo de la Fundación UNIR, institución a cargo de la formación de los conciliadores.
Los nuevos funcionarios se capacitan en instrumentos que tendrán que aplicar cuando les corresponda conciliar las controversias de las personas, esto desde el mes de agosto, cuando la que entrarán en vigencia los nuevos Códigos Morales.
La Ley del Órgano Judicial indica que la conciliación es “el medio de solución inmediata de conflictos y de acceso directo a la justicia, así como la primera actuación procesal”. Es decir, la conciliación judicial tiene como finalidad no sólo ampliar el acceso a la justicia sino introducir la cultura de paz, métodos pacíficos de arreglo de conflictos para soluciones compartidas.
“La cultura de paz es un avance en el país y ahora lo estamos implementando con los nuevos códigos que en la práctica es la resolución de las controversias a través de la conciliación, esto es bueno, crear la cultura de paz y no ser un país de enfrentamiento, sino de resolución rápida”, manifestó Patricia Yufra, conciliadora del distrito de Quillacollo (Cochabamba).
“Estamos aprendiendo a conciliar, ver más allá de la ley, que analicemos sus problemas y que ellos mismos (personas en conflicto) resuelvan sus conflictos y controversias en paz y mantener las relaciones humanas”, acotó Erick Suárez, conciliador por Santa Cruz.
Así como estos dos profesionales abogados, muchos son capacitados y esperan volver a sus distritos el 7 de agosto para comenzar su trabajo.
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