. . DESAROLLO SUSTENTABLE . .
Un artículo de a Mecate Corto, Noviembre 2013
“La realidad cambia muy rápido en el Aguán”, dice una narración casi al finalizar el documental Tierra Fértil, una producción que en dos horas refleja tres años de lucha, pérdidas y triunfos del movimiento campesino por la recuperación de tierras en el valle del Aguán en Honduras.
Sin duda, las cosas cambian rápido, muchas mujeres y niños se despidieron de sus esposos y padres al salir el sol, pero al atardecer sabían que no los volverían a ver, sabían que los habían asesinado. Esa es una parte de la realidad cambiante para miles de campesinos sin tierra en Honduras, y especialmente para los campesinos que comenzaron hace 3 años la recuperación de tierras acaparadas por grandes terratenientes en el Bajo Aguán. Una crisis que ha cobrado la vida de alrededor 60 campesinos.
“Mostrar al mundo que hay muchas historias detrás de las cifras que conocemos, eso me llevó a hacer este documental, un reportaje no era suficiente para contar lo que está sucediendo en Honduras y en especial en esta problemática de la tierra”, cuenta el director de Tierra Fértil, Jesse Freeston quien se ha dedicado al periodismo por muchos años y ha cubierto las noticias en Honduras, pero ahora presenta en un nuevo género esa realidad oculta por la noticia diaria.
“En Honduras nunca habrá paz si no hay tierra para los más empobrecidos”, decía una campesina captada por la cámara de Freeston. Y esa guerra que se lleva la vida de miles de hondureños y hondureñas diariamente tiene causas profundas.
Freeston cree que en Honduras hay tierra fértil, mucha tierra pero en pocas manos, convirtiendo al país en uno de los más desiguales y violentos del mundo. Esas causas hay que conocerlas, dice Freeston para poder cambiar un poco esa realidad violenta de la que tanto se habla en el mundo.
“El documental tiene el poder de llevar a la gente que lo ve al lugar que quieres enseñar, yo quiero llevar a la gente al Aguán”, explica el cineasta.
El documental Tierra Fértil fue pre-estrenado en Honduras el pasado mes y cuenta la historia del Movimiento Unificado Campesino del Aguán, Muca; así como la represión que viven los campesinos y campesinas en las comunidades recuperadas, represión desde la guarda armada del terrateniente Miguel Facussé, en este caso, pero también represión por parte de las fuerzas armadas del Estado así como de la Policía Nacional.
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Freeston estuvo en los lugares precisos para captar la brutalidad con la que los campesinos y campesinas, niños y niñas eran desalojados una y otra vez en distintos sitios. Captó y nos muestra las imágenes crudas de los labriegos asesinados, el llanto de las mujeres que no solo perdieron sus esposos sino en muchas ocasiones, sus hijos en abortos espontáneos.
Nos muestra la fuerza de mujeres líderes como Reina de la comunidad El Elixir, que aun en medio de las amenazas cree que otra Honduras es posible para que vivan dignamente las futuras generaciones.
Pero también el director estuvo en medio de los grandes empresarios y políticos que promueven un desarrollo que no concuerda con la mayoría de la población. Nos lleva a entender que lo que sucede en el Aguán es parte de una política de Estado que se enfoca en entregar el territorio a los mejores postores, en muchas ocasiones son empresarios nacionales y en otras muchas, empresarios trasnacionales y hasta gobiernos extranjeros.
Sin embargo, Freeston también nos muestra esos triunfos que los campesinos y campesinas han obtenido a pesar de los obstáculos.
“Toda la gente que se ve en este documental está sufriendo, pero también están ganando, han habido muchas emociones, pérdidas, alegría y tristeza. Siempre vemos al Aguán como una reserva de tristeza pero también hay triunfos”.
Triunfos como la Cooperativa Salamá, la Cooperativa Prieta y la Cooperativa San Esteban, que han representado un modelo de producción amistoso con el nivel de vida campesino, dándole una vida digna que el Estado no ha tenido como prioridad dar a este sector empobrecido.
Esta realidad del Aguán, Freeston sabe enlazarla con la coyuntura del golpe de Estado, que causó una ruptura en la historia hondureña. En Tierra Fértil podemos ver cómo el golpe de Estado lleva a las calles a un pueblo en resistencia y va creciendo el movimiento social, esto sin duda tiene repercusiones en los conflictos de tierra en el Aguán en los que los campesinos y campesinas se sienten más respaldados para iniciar la lucha.
En Honduras, la reforma agraria de 1960 terminó en los 30 años después con la Ley por la Modernización Agrícola en la que miles de campesinos vendieron sus tierras por falta de acceso a los medios de producción. En el Aguán, personajes como Miguel Facussé representan los grandes ganadores de este movimiento de fichas por parte del gobierno, sin embargo hace tres años los campesinos se levantan a reclamar la injusticia de que 100 mil de ellos no tienen tierras para cultivar y la tierra es de quien la trabaja.
“Nosotros no somos peces para vivir del mar, ni aves para vivir del aire, somos humanos para vivir de la tierra”, esta frase no solo abre el documental Tierra Fértil, no es solo una consigna campesina, es la exigencia que muchas veces queda en los gritos desesperados por justicia, pero se siembra en la tierra de una mejor Honduras soñada.