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Clase magistral de Adolfo Pérez Esquivel en la UNNE (Argentina)
un articulo por Siete Puntas, Argentina
En el marco de la Cátedra Libre de Derechos Humanos de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), se realizó el seminario “Cultura de Paz, Derechos Humanos y Prevención de Violencia”. Como cierre, el Nobel de la Paz , Adolfo Pérez Esquivel, quien brindó una conferencia magistral.
Adolfo Pérez Esquivel visto en el lado izquierdo
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Durante la jornada del martes 28 de agosto y desde las 15 horas se llevó a cabo en el salón “G” de la Facultad de Medicina de la UNNE el seminario “Cultura de Paz, Derechos Humanos y Prevención de Violencia” de la Cátedra Libre de Derechos Humanos y Participación Ciudadana de la UNNE.
En dicho seminario se realizaron distintos paneles sobre la trata de personas, violencia de género y violencia institucional, del cual participaron destacados profesionales del medio. En este sentido y como presentador de los mismos estuvo presente el doctor Norberto Liwski, Presidente del Comité para la Defensa de la Salud, Ética y Derechos Humanos – CODESEDH –.
Como broche de oro y cierre de estas actividades, el Nobel de la Paz y también Miembro del Consejo Académico de la Cátedra de Derechos Humanos de la UNNE, Adolfo Pérez Esquivel, brindó una clase magistral a docentes, alumnos y público en general.
El Rector Del Valle presentó a Pérez Esquivel y agradeció su presencia y compromiso con esta Universidad recordando que “la Cátedra de Derechos Humanos es el resultado de un convenio que se suscribió con el CODESEDH por el cual se implementó el Observatorio de Derechos Humanos de la UNNE”. “Agregó que “esto obedece a la búsqueda de un espacio de institucionalidad que responde a las principales funciones que tiene la Universidad con su medio entre las que se encuentra el compromiso con sus actores y con la sociedad”.
Sobre la temática de los Derechos Humanos Del Valle subrayó la importancia de “poner atención a los distintos sectores desprotegidos que nos interpelan como los pueblos originarios, las víctimas de violencia de género, de tráfico de personas y la niñez”.
El premio Nobel de la Paz, presidente del SERPAJ y miembro del Consejo Académico de la Cátedra de Derechos Humanos y Participación Ciudadana de la UNNE comenzó su clase magistral sosteniendo ; “mi trabajo es de todo terreno y el que no se cae, no se embarra” recordando algunas experiencias vividas en distintos puntos del mundo.
Señaló “nuestras sociedades están marcadas por el individualismo, en las grandes ciudades vemos solitarios en multitudes que no tienen cómo comunicarse” y agregó que esto se debe a “la falta el sentido de la comunidad y políticas que se imponen, héroes individualistas que vemos a través de las películas y que intoxican nuestras mentes”.
Pérez Esquivel definió a la paz como “una dinámica permanente entre las personas y los pueblos” y advirtió que “la paz no es la ausencia de conflicto porque la riqueza de los pueblos es la diversidad” agregando que “somos diferentes pero con los mismos derechos”.
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Como gran conocedor de los distintos conflictos que marcaron el siglo XX, el Nobel argentino señaló; “cuando terminó la Segunda Guerra Mundial pensamos que los genocidios se iban a terminar y sin embargo hoy hay genocidios en nombre de la libertad, de la igualdad y de la paz”. Continuó; “cuando cayó el Muro de Berlín pensamos que el mundo se iba a unir pero todavía hay muros que dividen a los pueblos, en la frontera de Estados Unidos y México dejan pasar la mercancía y no al ser humano”.
Durante su alocución, Adolfo Pérez Esquivel, no omitió la política de Derechos Humanos llevada adelante en el país y en el mundo y en este sentido destacó “el trabajo y valentía que tuvieron los juzgados y jueces argentinos frente a las causas de delitos de lesa humanidad en nuestro país que son únicos a nivel mundial por sus características”.
“Es importante que se hable de los derechos humanos más allá de los hechos sucedidos en la última dictadura militar” agregó y señaló que “la contaminación de los recursos naturales, los niños que mueren de hambre, la pobreza y el maltrato deben ser igualmente atendidos”.
Sobre cómo combatir al individualismo apunto dos trincheras que actualmente deben estar presentes para que sobreviva la conciencia colectiva, “las Universidades y Escuelas tienen que tener la conciencia crítica de la rebeldía y la unidad regional de los países a través de organismos como el Mercosur y la Unasur son el mejor camino para no perder nuestra identidad”.
Por último y como mensaje esperanzador sostuvo que “hay muchas organizaciones que trabajan generando transformaciones en las realidades concretas de la gente” y finalizó; “hasta en los lugares más conflictivos del mundo encontré una sonrisa y siempre que haya una sonrisa habrá una esperanza”.
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