. . PARTICIPACIÓN DEMOCRATICA . .
Especial para CPNN de Profesora Alicia Cabezudo, Rosario, Argentina, Diciembre 2022
Un Campeonato Mundial de Futbol ha sido siempre una “fiesta” para toda la población del mundo, sea cual fuere la edad considerada, el género, la condición socio económica y cultural que se analice, la situación geográfica y climática. Durante muchos días se vive pendiente de horarios de transmisión en todos los medios posibles, de los comentarios y prensa deportiva, de resultados, apuestas, penales, nombres de jugadores, generándose encuentros y charlas interminables acerca de las infinitas combinaciones vencedoras.
Foto de Pablo Morano/BSR Agency/Getty Images
Es tema obsesivo entre amigos, vecinos, parientes y compañeros de estudio y trabajo – convirtiéndose el máximo encuentro deportivo del mundo en un campo para dialogar, criticar, defender posiciones, compartir horas de expectación, de felicidad y congoja, de acompañamiento físico y espiritual, de alimentación sólida y líquida y donde estarán presentes esperanzas, desazón, desdicha, júbilo y expectativas.
Fiesta que facilita el encuentro, la comunicación, el intercambio de ideas y la socialización teñida de afecto. Prácticas inestimables en todo proceso de enseñanza.
Es una extraordinaria oportunidad en la tarea educativa de padres, familias, maestros, profesores y comunidades hacer de esta fiesta deportiva global un aprendizaje en sí mismo. De manera tal que los valores de la convivencia, el respeto hacia el otro, la interculturalidad como riqueza social, las diferencias y semejanzas culturales y ,sobre todo, el enorme esfuerzo colectivo que implica ser un buen equipo, esté percibido también como un valor ético y político , dimensión pedagógica urgente y necesaria en el mundo de hoy.
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Deberíamos poder convertir la Copa Mundial de Futbol en un espacio de educación democrática en donde los “saberes y experiencias futboleras” sean también un recurso pedagógico activo, popular e irremplazable como fuente de nuevos aprendizajes e instrumentos de comprensión de la realidad.
Herramientas con un valor educativo resignificado de acuerdo a las transferencias didácticas posibles y las aplicaciones disciplinares particulares de acuerdo a las diversas áreas del saber e inclusive del específico currículo escolar en todos los niveles de enseñanza formal y en el campo de los aprendizajes no formales.
El conocimiento acerca de otros países, su posición y características geográficas; su forma de gobierno y leyes; arte, folklore y costumbres; las diversas religiones y cultos; la historia pasada y presente con las problemáticas del mundo en que vivimos; las vinculaciones económicas; el comercio; las artes ; las ciencias y tecnología comunes; los problemas globales que aquejan a todos y la búsqueda colectiva de soluciones, así como tantos otros temas de interés abren nueva posibilidades de análisis , reflexión y diálogo creativo dentro y fuera de las instituciones escolares y en todos los ámbitos donde nos reunimos y encontramos.
La comprensión de la diversidad y las diferencias; la multiplicidad de formas de vida y visiones del mundo; las distintas civilizaciones y sus manifestaciones; la riqueza de las diversas culturas que representan estos equipos de futbol multicolores, multilingüísticos, multireligiosos, con hombres tan diferentes y tan absolutamente interdependientes que se estiman y respetan entre sí , genera la posibilidad de un enriquecedor diálogo pedagógico y demuestra una lección de pluralismo político, religioso y cultural que enriquece todo proceso educativo y forma parte de la formación cívico- democrática de niños, jóvenes y adultos en la educación actual.
La construcción de estos valores, la defensa y el reconocimiento internacional a la libre autodeterminación de los pueblos, el derecho a la paz, el respeto a los derechos humanos como ley internacional y el aprendizaje acerca del esfuerzo colectivo y solidario de los hombres como creador de transformaciones socio-políticas, económicas y culturales forman parte de esta propuesta pedagógica que debería sumarse a la meramente deportiva.
Es tiempo ya que el mundo de hoy se transforme en un enorme equipo de futbol solidario , donde cada “jugador” contribuya desde su “posición” a la necesaria y acuciante construcción colectiva de un resultado armónico, equilibrado y cooperativo mediante la práctica de un juego limpio, ayuda mutua, respeto hacia el otro y sensibilidad ante sus necesidades y problemas.
De esta manera el juego tendría, probablemente, más sentido, otorgando al mundo ejemplares lecciones vitales de calidez humana, trabajo conjunto, espíritu colectivo y eficacia – que es exactamente aquello de lo que falta tanto y . . . tanto necesitamos.
Consideremos este desafío pedagógico sin dudarlo. . .