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Entra en vigor tratado europeo sobre violencia contra la mujer
un article par Human Rights Watch Reprinted by permission. © 2014 Human Rights Watch. All rights reserved
Un emblemático tratado europeo que busca proteger
a mujer contra la violencia, avanzó un paso más
hacia su entrada en vigor, luego de que Andorra se
convirtiera en el décimo país en ratificarlo. Con
la consumación de este importante paso, el tratado
será vinculante a partir del 1 de agosto de 2014.
Los países que ratifiquen el convenio están
obligados a proteger y asistir a las víctimas de
violencia.
La ceremonia de suscripción de un convenio para prevenir la violencia contra la mujer y combatir la violencia doméstica © 2011 Reuters
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El “Convenio del Consejo de Europa sobre
prevención y lucha contra la violencia contra las
mujeres y la violencia doméstica”—conocido como
“Convenio de Estambul”— es el primer tratado
europeo que aborda específicamente la violencia
contra la mujer y la violencia doméstica.
Establece estándares mínimos en materia de
prevención, protección, persecución penal y
servicios. Los países que lo ratifiquen deberán
además establecer servicios como líneas de
asistencia telefónica, centros de acogida,
servicios médicos, orientación y asistencia legal.
“Se trata de un momento decisivo para las mujeres
de Europa que encuentran en su hogar un lugar de
riesgo”, indicó Gauri van Gulik, defensora global
de derechos de la mujer de Human Rights Watch.
“Este tratado obligará a los gobiernos a adoptar
medidas concretas para ayudar a mujeres y niñas
que enfrentan ataques violentos”.
Una de cada tres mujeres en la Unión Europea ha
sufrido algún tipo de agresión física y/o sexual
desde los 15 años, según señala una encuesta
preparada por la Agencia de los Derechos
Fundamentales de la UE. Se estima que el 35 por
ciento de las mujeres en todo el mundo han
experimentado violencia física o sexual por parte
de sus parejas, o violencia sexual a manos de
extraños. La Organización Mundial de la Salud
asevera que se trata de un problema de salud
global de proporciones epidémicas.
El tratado fue adoptado en Estambul el 11 de mayo
de 2011. Más de la mitad (25 de 47) de los países
que son miembros del Consejo de Europa han
suscripto el Convenio (el paso inicial antes de
aceptar plenamente quedar vinculados por el
tratado a través de la ratificación). Hasta el
momento, lo han ratificado diez países: Albania,
Austria, Bosnia-Herzegovina, Andorra, Italia,
Montenegro, Portugal, Serbia, España y Turquía.
El Convenio de Estambul aborda falencias en las
respuestas de los países al problema de la
violencia contra la mujer. En toda Europa, la
violencia y el fracaso de los gobiernos para
evitar y prevenir el abuso es una realidad cruel y
cotidiana que viven numerosas mujeres y niñas,
como ha quedado demostrado a través de
investigaciones realizadas por Human Rights Watch
en los últimos años.
En Hungría, la
inacción policial, la ineficacia de las órdenes de
restricción, la falta de centros de acogida
suficientes y las lagunas en materia legal y de
políticas permiten que las mujeres que sobreviven
a hechos de violencia doméstica queden expuestas a
la posibilidad de nuevos abusos.
En Bélgica, el temor a ser
deportadas impide que numerosas mujeres migrantes
que sufren violencia doméstica obtengan la
protección que necesitan.
En Turquía, debido a las lagunas
legislativas y las fallas en la implementación por
policías, fiscales, jueces y otros funcionarios,
el sistema de protección resulta impredecible en
el mejor de los casos, y letal en los supuestos
más graves.
El tratado define las distintas formas de
violencia contra la mujer (incluidas la violencia
sexual, física y psicológica, el matrimonio
forzado, la mutilación genital femenina y el
acoso), y exige su tipificación.
Un grupo de expertos independientes autorizados a
realizar visitas de país y examinar informes
periódicos se ocupará de velar por la aplicación
del tratado. Los expertos serán elegidos dentro
del plazo de un año a partir de que el convenio
entre en vigor.
El tratado ya está propiciando cambios positivos,
observó Human Rights Watch. Por ejemplo, en marzo
de 2012, el parlamento de Turquía adoptó una nueva
ley que, a pesar de presentar defectos, incorporó
mejoras al marco legal para la protección frente a
la violencia y se diseñó principalmente sobre la
base del Convenio de Estambul.
“La violencia contra la mujer no es un fenómeno de
la naturaleza, puede detenerse”, expresó van
Gulik. “Se espera que este convenio genere cambios
prácticos que, en definitiva, deberían mejorar la
vida de mujeres y niñas en toda Europa”.
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DISCUSSION
Question(s) liée(s) à cet article:
Protecting women and girls against violence, Is progress being made?
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Commentaire le plus récent:
The 47 CPNN articles devoted to this theme suggest that indeed progress is being made.
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