López Obrador y la oferta de asilo a Julian Assange: la coherencia política en tiempos de doble rasero

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Un artículo de opinión de Javier Buenrostro en RT

El pasado lunes (3 de enero), en su primera conferencia mañanera, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador apareció flanqueado de Jeremy Corbyn, parlamentario británico y líder del Partido Laborista entre 2015 y 2020. Corbyn, quien es uno de los principales referentes de la izquierda europea, tiene fuertes lazos con México ya que su esposa, la abogada Laura Álvarez, es mexicana y por esta razón mantiene un importante vínculo que se extiende a toda Latinoamérica. Por ejemplo, Corbyn no deja de señalar que le da alegría y esperanza el triunfo de Gabriel Boric en Chile hace unos días.


Obrador (izquierda) y Corbyn (derecha) en la conferencia de prensa del 3 de enero (foto de Reuters

Debido a la presencia de Corbyn, la prensa mexicana le preguntó a López Obrador si seguía en pie su oferta de asilo al periodista australiano Julian Assange, fundador de WikiLeaks y quien está a punto de cumplir tres años en una cárcel de Londres y diez privado de su libertad, contando el tiempo que estuvo asilado en la Embajada de Ecuador en Reino Unido.

El gobierno de Estados Unidos está cerca de procesar a Julian Assange por cargos de espionaje y de atentar contra la seguridad nacional, luego de que jueces británicos aceptaran que el líder de WikiLeaks puede ser extraditado a ese país. Ante esto se ha vuelto a considerar la posibilidad de asilo para Assange en algún país, como una medida de protección a los derechos humanos y a la libertad de prensa e información.

México, honrando una de sus mejores tradiciones en política exterior que es la de dar refugio a los perseguidos por razones políticas o ideológicas, ha manifestado en varias ocasiones su intención de brindar asilo a Julian Assange, incluso ante la eventual polémica y enfrentamiento que le podría traer con Estados Unidos, el principal interesado en juzgar al periodista australiano.

López Obrador reveló que el 23 de diciembre de 2020 le escribió una carta a Donald Trump para que el gobierno de Estados Unidos exonerara y perdonara a Julian Assange. En la misiva, el mandatario mexicano le exponía a su homólogo que, a su parecer, Assange era una persona movida por ideales y principios, y que por ese hecho debería ser merecedor de compasión. Desafortunadamente, la misiva nunca tuvo contestación.

(Continúa en la columna de la derecha)

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Questions related to this article:</strong

Julian Assange, Is he a hero for the culture of peace?

Free flow of information, How is it important for a culture of peace?

(Continúa de la columna a la izquierda)

En la actualidad, según manifestó el canciller Marcelo Ebrard, la oferta de asilo de México a Julian Assange sigue en pie y se está en contacto con sus abogados, no obstante, por razones procedimentales, el ofrecimiento no puede hacerse efectivo en este momento. Después de diez años, Assange sigue entrampado en situaciones legales que lo han tenido confinado todo este tiempo y cabe preguntarse si algún día Estados Unidos le permitirá gozar de libertad en algún país de acogida.

Hace menos de un mes, el artista chino Ai Weiwei publicó un video en redes sociales donde corre sobre una cinta. Es una campaña que tiene como hashtag #RunForOurRights (correr por nuestros derechos) y que busca no solo la liberación de Assange sino crear conciencia sobre la defensa de la libertad de prensa y los derechos humanos.

Ai Weiwei visitó a Assange en Londres en octubre de 2016, mientras el fundador de WikiLeaks se encontraba asilado en la Embajada de Ecuador. Desde entonces, la salud del activista australiano se ha deteriorado enormemente, padeciendo incluso un derrame cerebral hace un par de meses. Así, mientras la mayoría de la gente que cree en la libertad de prensa e información aboga para que Assange no muera en prisión en cualquier momento, los Estados Unidos, país que se autodenomina como el “defensor de las libertades” solicita 175 años de prisión para alguien que defendió el derecho a la información de los ciudadanos. ¡Cuanta hipocresía!

A juzgar como han sido las cosas en la última década, es más probable que veamos en los siguientes meses una extradición de Assange a Estados Unidos que la aprobación de asilo en algún país como México. Si Assange muere encarcelado, ya sea en Inglaterra o en Estados Unidos, su muerte deberá caer en la conciencia de los sistemas de justicia de ambos países y será un ejemplo más sobre la narrativa mentirosa de libertad de sus sociedades que la propaganda oficial le quiere hacer creer al mundo, especialmente en el caso de Estados Unidos.

México, por su parte, sigue enalteciendo la tradición de asilo y refugio en algunos de los casos más espinosos y complicados de la geografía internacional. Si en el siglo pasado fueron recibidos en nuestro país los republicanos españoles, los judíos y los comunistas o los miles de argentinos, chilenos y uruguayos que huían de las dictaduras militares, en el gobierno de López Obrador ya se le dio refugio a Evo Morales después del golpe de Estado en Bolivia o, en este caso, sigue la mano extendida para Assange y para la libertad de prensa e información.

Ojalá esta última pudiera materializarse, honraría a todos los actores internacionales inmiscuidos y pondría fin a un acto de injusticia y arbitrariedad que pretende llevar a cabo Estados Unidos, que siempre se maneja con un doble rasero y con hipocresía en los temas de libertad.