. IGUALDAD HOMBRES/MUJERES .
Un artículo de Nona Vargas en El Deber
EL DEBER habló con la organización #NiUnaMenos, un movimiento que levantó la bandera contra la violencia machista y que, en Bolivia, reclama más ayuda del Estado para prevenir la epidemia de los feminicidios y las violaciones
Llevan en sus muñecas una cinta lila propio del movimiento feminista global. Las militantes de #NiUnaMenos llegan de las calles con pancartas y cruces con los nombres de las últimas mujeres que cayeron víctimas de la violencia machista. Tienen mucha tarea por hacer. Más de 100 mujeres mueren al año en Bolivia víctimas de los feminicidios. Más de 16 niñas y mujeres son violadas cada día mientras las acciones estatales se muestran débiles ante la acción permanente de hombres violentos que gritan, golpean y matan a mujeres sin razón. Porque la violencia no se justifica en ningún caso.
EL DEBER conversó con las principales líderes de #NiUnaMenos en Santa Cruz, una organización surgida hace tres años en La Paz y que hoy tiene presencia en todo el territorio boliviano con directorio en cada distrito y con el objetivo de socorrer y asesorar a las miles de mujeres que están desesperadas y dominadas por el miedo cuando sus parejas, familiares más cercanos o cualquier extraño las ataca por el solo hecho de ser mujeres.
Eva Morales toma la palabra para recordar que la pelea contra los abusos machistas es una cuestión no solo de mujeres, sino también de varones, por el sistema de opresión patriarcal que se ha establecido en el país durante décadas no solo afecta a las féminas sino también a los hombres.
“La cinta significa ‘toma mi mano’, es decir, cualquier mujer que vea a otra mujer con esta cinta puede saber que tiene a alguien para ayudarla si es víctima de violencia”.
#NiUnaMenos es un movimiento global que surge por la proliferación de asesinatos de mujeres por motivos de género. En Bolivia comenzó sus actividades hace dos años y medio con el fin de unir a mujeres víctimas de violencia, familiares y activistas. “Buscamos dignificar y apoyar a aquellas que hayan sufrido cualquier tipo de violencia”, indicó.
Un comité nacional coordina acciones departamentales y nacionales para movilizar a las mujeres. En tanto organización ciudadana independiente no tiene vínculos con partidos políticos y su tarea está enfocada en la lucha de las mujeres contra la violencia.
“No tenemos compromisos y por esos somos libres para denunciar cualquier tipo de hecho que afecte a las mujeres”, indico.
Morales considera que la clave está en la prevención, para lo cual #NiUnaMenos exige presupuestos concretos en los municipios y gobernaciones para combatir la violencia a través de la educación y la formación. “Por eso reclamamos se declare alerta naranja en el departamento y que el ministro de Justicia se presente para que vea con nosotras la situación de la violencia contra la mujer”, señaló.
Desde marzo de 2013, Bolivia cuenta con una Ley de Lucha contra la Violencia contra las mujeres, pero la realidad es que cada vez hay más mujeres abusadas, violadas o asesinadas.
(El artículo continúa en el lado derecho de la página.)
(Haga clic aquí para el artículo en Inglés)
Protecting women and girls against violence, Is progress being made?
(El artículo continúa de la parte izquierda de la página)
“Podemos decir con claridad que por fin se tipifica el delito de violencia contra la mujer. Y recién desde 2008 que tenemos datos de la Fiscalía sobre este tipo de delitos. Esto es un avance, dado que el Estado boliviano nunca tenía datos sobre los abusos. Por presión internacional se ha obligado al Gobierno a sistematizar la información sobre esos casos a fin de visibilizar la cantidad de mujeres afectadas. Santa Cruz es el primer departamento en cantidad de feminicidios, luego viene La Paz y, en tercer lugar, Cochabamba. Pero los datos oficiales de aquellas mujeres que denuncian los abusos, en realidad son muchos más.
__ El caso de una joven violada por una “manada” de jóvenes ha conmocionado a Bolivia. Los familiares de los agresores justifican a sus hijos y acusan a la víctima. ¿Cómo ve este caso?
Esto muestra con claridad el grado de información y sensibilización que tienen nuestras familias.
Pese a que son gente con un nivel aceptable de instrucción, demuestran los prejuicios, la desinformación y la discriminación hacia una mujer joven. La violencia tiene que ver con el abuso de poder. Tiene que ver con el concepto que tenemos de poder. ¿Cuándo ocurre un hecho de violencia? Cuando alguien hace abuso de su poder. Estos jóvenes vienen de familias acomodadas y, como tales, tienen acceso a ciertos privilegios. La violencia machista tiene que ver con el poder que se le ha otorgado al hombre en términos culturales, simbólicos, políticos y económicos.
Esa cultura del machismo y el patriarcado le ha dado el mandato de que es superior a la mujer. Este mandato lleva a que hombres y mujeres sufran por esta situación. Mientras no desmontemos esta cultura basada en creencias y prácticas muy arraigadas y tradicionales no vamos a frenar este fenómeno. Hoy estamos identificando más y mejor estos hechos de violencia, y por eso las cifran van en aumento, pero antes habían igual cantidad de casos, solo que no se denunciaban, se callaban.
__ Y esto viene de cuando somos chicos…
Así es. Las prácticas machistas las podemos rastrear desde los primeros años de la niñez.
Un estudio realizado en La Paz reveló que el 70% de las familias utiliza la violencia como práctica para disciplinar a sus hijos. Bolivia es una sociedad violenta donde las familias utilizan la violencia para el maltrato y la punición. De cada 10 mujeres, ocho sufren algún tipo de violencia en algún momento de su vida. De cada 10 mujeres que tienen pareja, siete sufren algún tipo de maltrato. Tenemos una cultura violenta en las familias y también se traduce en los organismos públicos como la Policía, la Fiscalía y el Poder Judicial.
__ Que detengan a los agresores no es garantía…
Definitivamente. De hecho, ni siquiera la denuncia garantiza que se vaya a hacer justicia. En muchos casos, las mujeres llegan arrastrándose para hacer la denuncia y le piden requerimientos ilógicos que la ley no contempla como los exámenes forenses, memoriales, abogados. Esos son atropellos que el Estado permite. Hay todo un proceso de retardación de justicia que tiene que ver con la revictimización y vulneración de derechos.
__ ¿Cómo ve la acción del Estado?
Débil, muy débil. Si queremos reducir la violencia necesitamos trabajar políticas de prevención en todos los niveles del Estado.
Necesitamos programas de prevención de la violencia que incluyan también a los hombres. Porque la violencia contra la mujer no es un asunto solo de mujeres, es un asunto de hombres y de mujeres. Eso significa trabajar con niñas y niños, jóvenes y adolescentes para crear una nueva generación que se libere de la cultura patriarcal y machista. Y que se liberen hombres y mujeres. Porque los hombres también sufren por este sistema, porque no pueden expresar sus emociones libremente, este hombre que tiene mandatos culturales que le dicen que es “la cabeza de la casa”, que tiene que resolver todas las situaciones y sustentar a la familia. Son mandatos que deben ser desestructurados del imaginario colectivo y de nuestras prácticas culturales, porque todos somos responsables de todo. La mejor manera de prevenir la violencia es promover la cultura de paz.